Casa de las Chirimías de Valladolid
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
En este evento se da noticia de la casa de las Chirimías de Valladolid, la cual fue construida a instancias del cabildo de la ciudad en 1602. El tañido de los ministriles desde esta torrecilla amenizó el paseo de los ciudadanos vallisoletanos por el prado de la Magdalena durante muchos años. Fue demolida en 1880 en la trasformación urbana de esta zona de la ciudad.
Palabras clave
música en las calles y plazas , concierto instrumental , ministriles del cabildo municipal , ministriles
Las casas de las chirimías o torrecillas de la música son pequeñas construcciones que se surgen a principio del siglo XVII en diversas ciudades españolas y de las que solo se ha conservado una de las dos que existieron en Granada. Véase:
http://www.historicalsoundscapes.com/evento/290/granada/es.
http://www.historicalsoundscapes.com/evento/877/granada/es.
http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1032/madrid/es.
Solían ubicarse en las nuevas zonas de esparcimiento y recreo ciudadano que los cabildos de la ciudad ornamentaban con fuentes y arboledas. No disponemos de imágenes nítidas de la casa de las Chirimías de Valladolid, pero sí documentación que nos permite hacernos una idea de su fisonomía que sería similar a las de Granada y Madrid. Se encontraba al lado de un puente sobre el río Esgueva que había en el centro del Prado de la Magdalena, al que, al igual que en Granada, se conocía como “puente de las Chirimías”, lugar frecuentado especialmente en verano, como relata Pinheiro da Veiga, en 1605:
“En llegando los calores [la ciudadanía] se mudan al Prado de la Magdalena, que es un bosque de álamos que tiene en redondo más de 5.000 pasos ordinarios, y por el norte queda la iglesia de la Magdalena, que es muy hermosa, y el monasterio de las Huelgas... Entrase al Prado por muchas partes y principalmente por el puente de piedra, donde luego está la carrera de los Caballos... y la casa de las chirimías, que es pintada y hecha solamente para alegrar a la gente los días festivos, y así estaban esta mañana [la del día de San Juan] tañendo, y era cosa hermosa de ver tantos hombres y mujeres, los más almorzando y holgando sobre la yerba y convidando a todos los que pasaban”.
La casa de las Chirimías de Valladolid es la primera documentada en España de la que tenemos noticia. Se construyó en 1602, al tiempo que se contrató un grupo de ministriles para que tañeran en ella, tal y como se recoge en los libros de actas del Regimiento de la ciudad, coincidiendo con la estancia de la corte del rey Felipe III en Valladolid. Entre los autos capitulares del día 5 de marzo de 1602, se encuentra el siguiente acuerdo:
“Este día los dichos señores cometieron a los señores Hierónimo de Villasante y don Luis de Alcaraz, regidores, para que con el señor corregidor concierten con los ministriles el salario que será bien darles porque asistan todos los domingos y fiestas del verano a tañer en el prado de la Magdalena y otras partes donde les señalaren, y ansí mismo para que vean que sitio será bien en el prado de la Magdalena donde estén tañiendo, de manera que se goce de la música todos los que anduvieren en el prado. Y en el sitio que así señalaren hagan hacer una torre alta a donde estén, lo cual haga el mayordomo de obras luego por la orden que le dieren los dichos señores, y lo que fuere menester para lo susodicho lo pague por libranza de los dichos señores que con este acuerdo serán bien gastados, y las dichas libranças y le serán rescibidos y pasados en cuenta sin otro ningún recado”.
Un segundo acuerdo, fechado el 29 de abril de 1602, señala:
“Este día, el señor corregidor dijo al ayuntamiento como su merced y los señores Jerónimo de Villasante y Simón de Cabezón, regidores y comisarios, tenía concertada con los ministriles todas las fiestas de procesiones, regocijos de toros y otras cualesquier fiestas, ansimismo las fiestas y domingos por las tardes, en el prado de la Magdalena, por ducientos ducados al año, que converná se haga hacer luego un corredor donde estén tañendo, cerrado con su llave, con todo ventanaje por todas partes, encima de la fuentecilla questa en el dicho prado de la Magdalena. Y por el dicho ayuntamiento visto, acordaron que los señores Jerónimo de Villasante y Simón de Cabezón le hagan hacer luego y lo que fuere menester para lo susodicho lo pague por libranza de los señores comisarios, e de cualquier dellos, Gerónimo de Quintanilla, mayordomo de las obras desta ciudad”.
En 1740, debía estar arruinada y volvió a reedificarse, según el testimonio del ensamblador Ventura Pérez en su Historia de la muy noble y muy leal ciudad de Valladolid, recogida de varios autores en este año de 1759:
“Año de 1740, a principios del verano, quitaron la tierra de las espaldas de la iglesia vieja de la catedral, junto al cementerio de la Antigua, y lo echaron junto a la casa de las chirimías para allanar el prado. Y en este mismo tiempo derribaron la dicha casas de las Chirimías y la volvieron a reedificar, y el día de San Juan, aunque no acabada de todo punto, se estrenó, y la noche antes estuvieron en ella las comediantas y tuvieron un sarao y la noche de San Pedro hicieron a un mismo tiempo aquella plaza con sus asientos; se dio todo acabado con sus armas y balcones el último paseo que fue el día de la Magdalena”.
Juan Agapito y Revilla, en su recuerdo personal del prado de la Magdalena, nos deja su recuerdo de este edificio antes de su demolición:
“... cerca, por lo tanto, de la casa de las Chirimías, de la que recuerdo los escudos en piedra de la ciudad, ya convertida en vivienda del guarda de aquel paraje y depósito de herramientas y útiles del trabajo propios de los que allí se realizaban”.
Casimiro G. García-Valladolid nos dice que la casa de las Chirimías era “muy pequeñita, constaba de solo dos pisos y en su fachada principal se veía el escudo de armas de la ciudad”. También nos cuenta que fue derribada en 1880, en la transformación urbana de esta zona de la ciudad.
Esta casa ha pasado desapercibida a los historiadores en los planos históricos de Valladolid. Se pueden ver sus pequeñas dimensiones y su diseño en el Plano de la ciudad de Valladolid de Bentura Seco (1738) y su planta en varios mapas del siglo XIX, al lado del puente de las Chirimías (véanse recursos).