Pianofortes ingleses en Madrid (1770)

En una carta fechada en Londres, el 24 de abril de 1770, Lavaña escribe en tono familiar (“Amigo y querido”) a Pedro de Alcántara de Toledo Silva, X marqués de Távara y XII duque del Infantado, dándole cuenta del envío por barco al puerto de Bilbao de una pieza de popling para la duquesa. El tejido, de unas 60 varas y resguardado “en un cajoncito”, sería recogido por Luis de Ventades en Bilbao, el cual sería el responsable de remitirlo a Madrid. En esta misma carta, le da cuenta de cómo iba otro encargo que le había hecho el duque:

“En cuanto a clavicordios, la comisión no puede ir tan presto porque es menester mandarlos hacer. El artífice cuyo nombre me envías no sabe de haber hecho clavicordios para la mi señora la duquesa de Huéscar ni para Medina Sidonia y no hay que extrañarlo pues esta gente solo conoce a los que le mandan hacer alguna obra, ni saben las más veces para quién es. Difícil pues [ilegible] a los que tienen los de dichas señoras en esas circunstancias y puesto que este artífice solo excele en esta especie de clavicordios que llama piano e forte he mandado hacer dos de estos y de los mejores que pueda hacer en el poco tamaño que tienen, esto es que tengan los mejores tonos (hablando en términos músicos) que puedan lograrse y para que trabaje con más cuidado he dado la dirección de esta obra al famoso compositor el maestro de capilla napolitano llamado [Gioacchino] Cocchi que está aquí algunos años ha y es muy hombre de bien. Con esto espero saldremos bien y quedará servida mi señora la duquesa a cuyos pies espero me pongas dándoles repetidas gracias como te las doy a ti también por lo que se interesan vuestras mercedes en mi ascenso como no lo dudo de tu fineza. Espero en breve tener ocasión de darte también alguna en hora buena, así lo desea tu más verdadero amigo Lavaña [rúbrica]

El tamaño de dichos clavicordios es con corta diferencia siempre el mismo”.

Todo apunta a que el agente en Londres fuera el conde de Lavaña. Como hemos visto, el duque del Infantado le había pedido por carta la gestión de la compra de unos “clavicordios” (= claves) que debía encargar expresamente a un determinado constructor, el cual había fabricado ya instrumentos para las duquesas de Huéscar y de Medina Sidonia, ambas residentes como el duque en Madrid, instrumentos debía conocer la duquesa del Infantado. Lavaña precisa que el fabricante en cuestión estaba especializado en pianofortes. Esto me lleva a pensar que, tal vez, fuera Johannes Zumpe el receptor del encargo, ya que establecido en Londres en 1760 se convirtió en uno de los constructores que lideró la fabricación de pianos cuadrados en esta época, instrumento, como dice Lavaña en la carta, de pequeño tamaño, en comparación con los claves al uso en esta época. 

Esta noticia da cuenta de una más que significativa recepción de pianofortes ingleses en las principales casas nobiliarias españolas desde al menos finales de la década de 1760. ¿Quienes fueron estas receptoras y probablemente intérpretes?. En el caso que nos ocupa, la aristócrata alemana María Ana de Salm-Salm (1740-1816), casada con el duque del Infantado en 1758, hija de Nicolás Leopoldo, príncipe de Salm Salm, duque de Hoogstraeten y de Dorotea, princesa de Salm Salm. La duquesa de Huescar, a finales de la década de 1760, era Mariana de Silva-Bazán y Sarmiento (1739-1784), casada en 1757 con Francisco de Paula de Silva y Álvarez de Toledo, X duque de Huéscar, destacada escritora, pintora y traductora. Fue nombrada académica de la Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1766, llegando a ser directora honoraria y socia de la Academia Imperial de San Petersburgo. La duquesa de Medina Sidonia, en estos mismos años, era Mariana de Silva Álvarez de Toledo (†1778), casada con Pedro de Guzmán y Pacheco, XIV duque de Medina Sidonia, la cual era tía del duque de Huéscar.

Más complejo resulta dilucidar con precisión las residencias nobiliarias en las que pudieron estar estos pianofortes. Una de ellas pudo ser el Palacio de los Lasso de Castilla que pasó a propiedad de los duques del Infantado en el siglo XVI y que habitaron hasta finales del siglo XVIII. Estaba situado en la plaza de la Paja y tenía una tribuna que comunicaba directamente con la iglesia de San Andrés. Otro posible emplazamiento para el piano adquirido por  Pedro de Alcántara de Toledo Silva pudo ser el palacio proyectado en 1630 por el arquitecto Juan Gómez de Mora en Las Vistillas y calle de San Buenaventura para los duques de Pastrana que pasó a ser la casa principal de la familia al heredar los estados de Infantado en 1657. Fue derruido en 1900 y estaba ubicado en el solar que hoy ocupa el Seminario Conciliar de Madrid. Este pianoforte también pudo ir a parar al palacio del Infantado, en la calle de Don Pedro, que se construyó en el siglo XVIII para la duquesa viuda María Ana de Salm-Salm, el único que ha llegado a nuestros días. Más especulativo es el destino del pianoforte inglés de la duquesa de Huéscar, tal vez el enorme palacio que los Alba tenían en la calle que hoy lleva su nombre o, más tarde, el palacio de Liria. Para el pianoforte de la duquesa de Medina Sidonia, no he podido localizar una ubicación que sea hipotéticamente factible.

Finalmente, el documento objeto de este artículo nos proporciona también el nombre del encargado de supervisar la construcción de los dos pianofortes para la duquesa, el compositor napolitano Gioacchino Cocchi que antes de trasladarse a Inglaterra en 1757 había desempeñado el cargo de maestro de capilla de l’Ospedale degli Incurabili en Venecia y que desarrolló en Londres una activa labor como compositor de óperas.