Pedro de Porras Morales, sacabuche de la capilla real de Madrid (†1633)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
En este artículo, recojo los principales datos biográficos conocidos de un excepcional ministril sacabuche del siglo XVII, Pedro de Porras Morales. Tras su paso por Lerma, Sigüenza, Burgos y Cuenca, fue admitido en la capilla real de Madrid. A esta ciudad llega con la intención de imprimir el primer libro de ministriles hispano, lo cual hace efectivo en 1623, probablemente en la Imprenta Real, la cual estaba a cargo de Tomás Junta. En Madrid, Porras Morales compaginó sus servicios a la capilla real con la actividad docente que desarrollaría en su casa de la Puerta de Fuencarral hasta su fallecimiento el 19 de marzo de 1633.
Palabras clave
impresión de un libro de música , lecciones de música , docencia , muerte , Pedro de Porras Morales (ministril sacabuche) , Francisco de Sandoval y Rojas (I duque de Lerma) , Martín Sáinz de Carabantes , Tomás Junta (impresor) , Francisco Rodríguez (ministril sacabuche) , Francisco de Porras (ministril, corneta, bajonista) , Juan de Porras , Catalina de Medina Fernández de Cuenca , Jerónima Morales , Luis Fernández de Cuenca (jurado de Toledo) , Marina de Madrid , Jerónima de Porras , Antonio de Morales (ministril)
Pedro de Porras Morales fue un ministril sacabuche que formó parte del primer grupo de instrumentistas contratado en 1607 por Francisco de Rojas Sandoval para servir en la colegiata de Lerma (Burgos). En ese momento, se les cita como “residentes en esta corte” (en Madrid). Esta es la primera noticia que conocemos de Pedro de Porras Morales, el cual permaneció en Lerma hasta c. 1610, ya que el 21 de marzo de 1611 ya estaba al servicio de la catedral de Sigüenza. Tras una breve estancia en la catedral de Burgos, la cual aprovechó para conseguir un aumento de salario en Sigüenza, “por justas causas” se le dio por despedido de la catedral seguntina en abril de 1613. Debía haberse marchado a la catedral de Cuenca, ya que, a mediados de marzo de 1613, cuando el cabildo de la catedral de Burgos decide admitirlo de nuevo, dice que está en esa ciudad. La gestión para su regreso a Burgos la ejecutó Martín Sáinz de Carabantes, yerno de Porras Morales, lo cual nos indica que, en esa fecha, ya estaba casado. En marzo de 1620, aprovechando una licencia del cabildo burgalés para ir Madrid, se opuso a una plaza de ministril en la catedral de Sevilla, ofreciéndole el cabildo hispalense quedarse a servir en ella. Un año después, el 8 de marzo de 1621, pide una nueva licencia, en esta ocasión: “para ir a Madrid a sacar privilegio de poder imprimir un libro de música de ministriles, que no le hay en España y que para conseguir esta pretensión, su señoría del cabildo le favorezca con una carta para el señor arzobispo presidente de Castilla, en razón de que su Illma. mande disponer el breve despacho”. Como vemos, en esta fecha, el libro que Pedro de Porras imprimiría dos años después ya debía estar concluido. El 11 de marzo reitera la petición, donde se precisa que su viaje a la capital sería: “para sacar licencia para imprimir cierto libro de música de menestriles que ha compuesto y que volverá para la Semana Santa”. El 12 de mayo, Pedro de Porras Morales, desde Madrid, remitía una carta al cabildo burgalés, anunciándoles: “cómo su Majestad le ha hecho honra y merced de darle plaza de músico en su real capilla”.
Pedro de Porras Morales permaneció al servicio de la capilla real hasta su muerte el 19 de marzo de 1633, según consta en el fol. 548r del libro 3 de defunciones de la madrileña parroquia de San Martín, cuyo registro nos proporciona algunos detalles de interés:
“Pedro de Porras murió este día, ministril que fue de la capilla del Rey, murió este día [sic], Puerta de Fuencarral, casas del jardinero del secretario Juan del Clavijo. Recibió los santos sacramentos. Hizo testamento ante Joan de Velasco, escribano. Testamentarios: el secretario Clavijo y el licenciado Nuñez, presbítero, calle de la Puebla, en sus casas, y la mujer del difunto. Sepultura cuarenta y cuatro”.
No cabe duda de que Pedro de Porras debió imprimir su libro de música en 1623, a tenor de los ejemplares enviados a distintas instituciones eclesiásticas hispanas a lo largo de los años 1623-1624:
* Seo de Zaragoza (1623). Gasto de la fábrica del año 1623: “A Pedro de Porras por un libro de música para los ministriles… 13 libras y cuatro sueldos” (4.488 maravedís).
* Catedral de Burgos (25/2/1624): 150 reales (5.100 maravedís).
* Colegiata de Pastrana (1/4/1624): Donación de Pedro González de Mendoza arzobispo-obispo de Sigüenza.
* Catedral de Santiago de Compostela (15/6/1624): 12 ducados (4.500 maravedís).
* Catedral de Sigüenza (21/6/1624): 5 ducados (1.875 maravedís)
* Catedral de Badajoz (1624): 6 ducados (2.250 maravedís).
* Catedral de Palencia (1624): 2.040 maravedís.
* Catedral de Zamora (1624): 50 reales (1.700 maravedís).
* Catedral de Calahorra (19/11/1624): “El libro de canciones para los músicos que envío Morales”, 100 reales (3.400 maravedís).
* Catedral de Sevilla (8/6/1626): “Libro que da un ministril de su majestad para Nuestra Señora de la Antigua, que es de estampa, para que sirva en aquella capilla, se reciba y inventaríe entre los bienes della”.
* Catedral de Valladolid de Michoacán. Inventario de 24 de mayo de 1632: “Otro libro de ministriles de Pedro de Porras”.
A este listado habría que añadir el ejemplar que tenía el ministril salmantino Antonio de Morales, (†1628), el cual aparece en su inventario de bienes junto a otro libro manuscrito para uso de ministriles, lo cual apunta a una posible difusión del libro de Porras también a través de redes profesionales interpersonales o de libreros más o menos especializados en la comercialización de impresos musicales (agradezco a Michael Noone el haberme puesto en la pista de esta noticia, publicada por Ángel Weruaga Prieto en 2007).
La candidata mejor posicionada para haber sido la directa responsable de la impresión de este libro es la Imprenta Real, a cuyo frente se encontraba Tomás Junta, el cual, en 1624 –antes de su fallecimiento el 7 de septiembre–, imprimió el libro de música Armonía espiritual de Stefano Limido, por lo que sabemos positivamente que, en esa fecha, contaba con un juego de tipos musicales. El libro de Pedro de Porras Morales, según la descripción del ejemplar donado a la colegiata de Pastrana, tenía “çiento y doçe” hojas. Por el momento no se han localizado ni ejemplares ni noticias sobre el contenido de este impreso.
Solo se conoce una obra de Pedro de Porras Morales, copiada con esta atribución en el Lerma codex [NL-Uu 3.L.16], (fols. 63v-64r). Es muy probable que el mismo Porras Morales escribiera esta pieza en una de las páginas en blanco que había en este manuscrito, con el que estuvo en contacto durante su estancia como ministril al servicio de la colegiata de Lerma.
Un contrato establecido por Pedro de Porras Morales, el 9 de febrero de 1629, da testimonio de la actividad docente que, con toda probabilidad, pudo ejercer en su domicilio de la Puerta de Fuencarral. En ese documento, Porras Morales se obligaba a enseñar a Francisco Rodríguez, vecino de Escalona (Toledo), en el plazo de dos años: “a tañer sacabuche con toda perfección”.
La documentación toledana publicada recientemente por Louis Jambou relativa a Francisco de Porras, ministril de la catedral de Toledo e hijo de Pedro de Porras Morales, nos permite conocer otros datos sobre la genealogía familiar de esta saga de ministriles. En su testamento, otorgado el 24 de abril de 1692, Francisco de Porras dice ser natural de Madrid, hijo de Pedro de Porras Morales, músico de la Capilla Real, y de Catalina de Medina Fernández de Cuenca, antigua colegiala del colegio del cardenal Siliceo. Da cuenta también de quiénes eran sus abuelos, por parte paterna: Juan de Porras y Jerónima Morales; por parte materna: Luis Fernández de Cuenca, jurado de Toledo, y Mariana de Madrid. Los datos de su servicio a la catedral de Toledo nos permiten saber que Francisco de Porras había nacido en 1632 (en 1648 tenía 16 años y en 1707 tenía 75). Fue, por lo tanto, hijo de su segunda mujer (la primera, como hemos apuntado, debía ser burgalesa, o al menos lo era su suegro). Al parecer tenía una hermana, Jerónima de Porras, hija también de Pedro de Porras Morales.