Cofradías en el convento de Nuestra Señora de la Cabeza

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

Cofradías en el convento de Nuestra Señora de la Cabeza.

Palabras clave

procesión (Semana Santa) , festividad del Viernes Santo , misa , vísperas , sermón , salve , procesión , justa literaria , fiesta de San Eloy , fiesta de Nuestra Señora de la Asunción , fiesta de San Ginés , cofradías abiertas , cofradías cerradas , cofradías con advocación mariana , cofradías con advocaciones de santos y santas , cofradías de disciplina , cofradías con otras advocaciones pasionistas , cofradías del rosario , proyecto cofradías , cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza y de la Soledad , cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Entierro de Jesucristo , disciplinantes , cofradía de Nuestra Señora del Carmen , Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas del convento de Nuestra Señora de la Cabeza , cofradía de San Eloy , cofradía de San Ginés , cofradía de María Santísima de la Natividad , cofradía de Nuestra Señora del Rosario del convento de Nuestra Señora de la Cabeza , gremio de plateros


En 1552, el padre fray Sebastián Sigler, valenciano, funda el convento de los carmelitas calzados en Granada, en el barrio de la Churra, trasladándose poco después, c. 1554, al lugar que había sido hospital de San Juan de Dios, junto a la puerta de las Granadas en la cuesta de Gomérez. Con la advocación de Nuestra Señora de la Cabeza desde sus orígenes, en 1572 se traslada a una ermita homónima, junto al río Darro, “entre los puentes que llaman del Carbón y la de los Curtidores”. La nueva iglesia conventual se terminaba y bendecía en 1627, destacando su esbelta torre rematada con un cuerpo ochavadado con balconcillos, el cual culminaba con un pequeño chapitel, en la que estaban colocadas las cuatro campanas. Actualmente, solo se conserva uno de sus claustros en lo que es la sede del ayuntamiento de la ciudad.

El cronista Francisco Enríquez de Jorquera nos dice de su iglesia que es:

“Famoso templo labrado a lo moderno, con grandiosa capilla y retablo de grande escultura y en su crucero dos grandiosas capillas y las colaterales a la gran capilla de Ecce-homo con escalerilla… las demás capillas son de nobles particulares y de las hermandades que citan en este grandioso convento”.

Enumera las cinco cofradías que, a mediados del siglo XVII, tenía su sede en este convento, proporcionando, como siempre, una pequeña referencia a cada una de ellas:

Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza, de la Soledad y Entierro de Jesucristo. El origen y configuración de esta cofradía están envueltos por una serie de hipótesis e interrogantes que derivan de la pérdida de sus constituciones primigenias y de los fragmentarios datos aportados por la documentación conservada de los siglos XVII y XVIII que no siempre resulta fácil cohesionar.

Fray Miguel Rodríguez Carretero, en su Epítome historial de los carmelitas calzados de Andalucía (fols. 84v-85r), escrito entre 1804 y 1807, da cuenta de la fundación de la cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza en 1548. Se llevó a cabo por Gaspar Díaz, Martín López, Cristóbal de Alcaraz, Francisco Domínguez “y otros varios mercaderes y plateros” en el convento de la Santísima Trinidad. En el año 1561, ya habían trasladado su sede al convento carmelita de Nuestra Señora de la Cabeza, en la Cuesta de Gomérez, como se deduce de la confirmación que ese año hicieron de sus constituciones, refrendadas por el arzobispo Pedro Guerrero, en la que suprimieron algunos capítulos y añadieron otros, entre ellos: “hacer cofradía de sangre todos los Viernes Santos por la tarde desde nuestro convento colocado en su segundo sitio, la que iba hasta la ermita de los Mártires. Después, en este mismo año, la añadieron el título de Soledad y Entierro de Cristo que aún hoy permanece en su última traslación”.

Un expediente conservado en el Archivo Histórico Nacional relativo a una propuesta de extinción de las cofradías de la Soledad sitas en la parroquia de San Gil y en el convento de Nuestra Señora de la Cabeza, cuyo estudio se ha publicado en 2016, pone de manifiesto un proceso mucho más complejo y con distintos matices. En un documento, fechado el 30 de octubre de 1753, incluido en el citado expediente, se incorpora una nota firmada por el fraile carmelita Pedro Romero, en la cual nos dice:

Debe notarse que en el año 1548 esta hermandad quedó hecha en tiempo del ilustrísimo señor don Pedro Guerrero, con la aprobación suya, e hicieron sus estatutos…, teniendo por advocación la Cabeza y Soledad… Tres años después, el año 1551, al 30 de agosto, obtuvieron la bula de Julio 3º y se hizo hermandad canónica de la Soledad y Entierro de Christo, Señor nuestro”. 

¿Concedía esta bula a la cofradía el carácter penitencial que se manifestaría a través de la procesión que comenzó a realizar el Viernes Santo?. Según el testimonio de fray Pedro Romero, los estatutos fundacionales pudieron componerse en torno a 1548 y pudo ser en 1551 cuando se añadió la advocación del Entierro de Cristo. La breve descripción conservada de los mismos precisa: “un libro forrado en tabla y becerro, de folio y hojas de pergamino, y en el folio [cuatro] a la vuelta, una imagen de Nuestra Señora de la Soledad, y, en hoja que le corresponde, un Santo Christo en la Cruz”. ¿Apuntaría esto a unos estatutos de la cofradía configurada ya como penitencial desde un principio?. Fuera en 1548 o en 1551, a mediados del siglo XVI, la cofradía de la Soledad se sumaba a las otras dos cofradías de esta tipología existentes en la ciudad: la de Nuestra Señora de las Angustias (1545) y la de la Vera Cruz (1547).

En 1591, la cofradía granadina de la Soledad y Entierro de Jesucristo se agrega a la archicofradía romana de Santa María de la Oración y Muerte, con sede en la iglesia de la misma advocación, y en 1594 a la archicofradía de la Santísima Resurrección establecida en el hospital de Santiago de los Españoles en Roma. Además de obtener por esta vía una serie de gracias papales concedidas a las citadas archicofradías romanas, eludían la autoridad del prelado granadino, quedando bajo la jurisdicción directa del papa. 

La hermandad tenía una capilla en la iglesia del convento, en el lado del Evangelio, en la que, en la segunda mitad del siglo XVIII, las imágenes presentaban la disposición que podemos ver en el grabado de 1788 (ver recurso). Continuó su existencia hasta al menos 1827. Su historia posterior, como consecuencia de la exclaustración del convento de Nuestra Señora de la Cabeza, queda fuera de la cronología de la plataforma digital Paisajes Sonoros Históricos.

Si bien la cofradía se trasformó de mariana en penitencial, el culto a Nuestra Señora de la Cabeza, situada en el altar mayor, continuó a cargo de la comunidad carmelita, a través de una cofradía de religiosos, un ejemplo más de las escisiones y trasformaciones que estas cofradías experimentaban, con frecuencia, a lo largo de su devenir histórico:

Nuestra Señora de la Cabeza está colocada como titular en el altar mayor. Celebran nuestros religiosos a la soberana reina con solemnes cultos y numerosa fiesta. Hay en aquella venerable comunidad una hermandad de solo los religiosos, de los que se eligen dos mayordomos o capellanes de la Señora y a cargo de esta queda la anual función o fiesta que se hace el domingo de la Pascua del Espíritu Santo, con sermón, música y mucha cera, pues iluminan todo el retablo mayor, con la autorizada presencia de Nuestro Señor Sacramentado. Todos los sábados del año costean la cera para cantar la salve a la Señora que está en el salón bajo, a la que asiste toda la comunidad y también acostumbran imprimir de tiempo en tiempo gran copia de estampas con la imagen de la emperatriz del cielo para promover más la devoción. La efigie de la Virgen de la Cabeza que está en el dicho salón bajo, en un decente retablo dorado, es la que ponen en la iglesia el día de la fiesta. En el domingo siguiente, se junta la comunidad en la iglesia, dice una plática el prelado y se nombran los expresados mayordomos”.

* Cofradía de Nuestra Señora del Carmen. Se la conoce también como de Orden Tercera. De nuevo, Rodríguez Carretero es el que nos proporciona una información más detallada:

“Se tiene esta hermandad por una de las más célebres que tiene el reino, así por el mucho fervor, verdadera devoción, concurso innumerable, muchedumbre de cofrades, como por ser todos de lo principal de la ciudad, y también por la grandeza y magnificencia de sus fiestas que duran 16 días. Se fundó esta cofradía en el día 10 de octubre de 1590, dio su licencia el Illmo. Sr. Arzobispo D. Pedro de Castro y Quiñones, dentro de la capilla mayor de aquel convento, tienen su altar con la imagen de Nuestra Madre y Señora los terceros y cofrades. En el adorno del altar, en el costosísimo y riquísimo de la Señora y en los aumentos de la cofradía se deja conocer es hoy una de las mayores de España. Todo aquel que haya vivido en Granada los confesará llanamente, pues sin pasión no se celebran en aquella ciudad fiestas más magníficas y suntuosas”.

Enríquez de Jorquera, precisa: “la hermandad de Nuestra Señora del Carmen y su escapulario que ser sirve honoríficamente con fiesta y procesión cada mes, cuya capilla de las colaterales es de esta hermandad, con un retablo grandioso”.

En 1765, la imagen estrenó un peto de brillantes y un rostrillo de Londres costeado por la Orden Tercera. Como hemos visto por la relación de Rodríguez Carretero, continuaba su actividad a principios del siglo XIX.

Con respecto a las fiestas que organizaba esta cofradía, véase:

http://www.historicalsoundscapes.com/evento/567/granada/es.

* Cofradía del Santísimo Cristo de las Penas. Es una de las cinco cofradías citada por Henríquez de Jorquera: “grandiosa hermandad de lucidísima gente del santo Cristo de las Penas, cuya imagen milagrosa se venera en su gran capilla del crucero”. Tampoco nos dirá mucho más el carmelita Rodríguez Carretero, aunque deja constancia de su pervivencia a principios del siglo XIX.

* Cofradía de San Eloy. Henríquez de Jorquera nos dice: “Sírvese otra hermandad de señor San Eloy, cuyos hermanos y cofrades son los del arte de la platería, donde le hacen grandiosa fiesta”. El gremio debía existir desde principios del siglo XVI, ya que aparece en las Ordenanzas municipales de 1531. La referencia a “una justa [poética] que hizo la platería de Granada en honra del glorioso santo Eloy”, fechada en 1612, permite confirmar la existencia de la cofradía ya en esa fecha.

La cofradía debió trasladarse al convento de San Francisco Casa Grande en 1656, fecha en la que compran una capilla en este cenobio franciscano. Véase:

http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1216/granada/es.

El trinitario fray Antonio de la Chica Benavides, al hablar sobre el convento del Corpus Christi, de agustinas recoletas, en la Gazetilla curiosa o Semanero granadino del 21 de enero de 1765 (n.º XLII), nos dice:

“Están situadas en este convento las fiestas que hace el distinguido colegio de platería en el año. La primera en 25 de junio a el glorioso obispo San Eloy, su patrono. Dedica este culto el hermano mayor que se nombra, que viene a ser anualmente, como superior del referido colegio. Nómbranse también dos mayordomos y pertenece a estos el hacer fiesta allí a María Santísima todos los días de la Asunción de esta Reina”.

Parece apuntar este dato a que, en esta fecha, la cofradía hubiera trasladado su sede al convento del Corpus Christi, sin que sepamos si el traslado fue temporal o definitivo.

* Cofradía de San Ginés. Conocemos su existencia únicamente por la referencia de Henríquez de Jorquera: “Y también tienen aquí [en el convento de Nuestra Señora de la Cabeza] su hermandad los representantes, que es el del señor San Ginés, y los que se hallan en Granada el día de su fiesta [25 de agosto] la celebran con grande ostentación y los que mueren tienen sepultura en este altar”.

La elección de esta sede para la cofradía profesional de los comediantes pudo estar motivada por su proximidad al Coliseo de la Puerta Real, corral de comedias de la ciudad desde 1593.

* Cofradía de María Santísima de la Natividad. Citada únicamente por el carmelita Rodríguez Carretero.

* Cofradía de María Santísima del Rosario. Citada únicamente por Rodríguez Carretero que, c. 1804, dice: “ha poco tiempo se estableció por los niños de la ciudad en obsequio y veneración de Nuestra Madre y Señora del Carmen”. Esta cofradía infantil estaría gobernada y administrada por adultos.

Este evento forma parte del proyecto de cartografía digital de las cofradías de la ciudad de Granada. Para más detalles, véase:

http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1216/granada/es.

Fuente:

Biblioteca Nacional de España. Rodríguez Carretero, Miguel. Epítome historial de los carmelitas calzados de Andalucía. Mss. 18118.

Bibliografía:

Henríquez de Jorquera, Francisco, Anales de Granada, edición Antonio Marín Ocete [1934], estudio preliminar de Pedro Gan Giménez, índices de Luis Moreno Garzón. Granada: Universidad de Granada, 1987, 235-236.

Gómez-Moreno Calera, José Manuel. La arquitectura religiosa granadina en la crisis del Renacimiento (1560 / 1650). Granada: Universidad de Granada, 1989, 209-212

López Muñoz, Miguel Luis, Contrarreforma y cofradías en Granada. Aproximación a la historia de las cofradías y hermandades de la ciudad de Granada durante los siglos XVII y XVII. Tesis doctoral. Universidad de Granada, 1992, 484-495.

Crespo Muñoz, Francisco Javier y Crespo Guijarro, Ana Soledad, “Nuevos datos históricos sobre la cofradía de la Soledad y Descendimiento del Señor de Granada en el siglo XVI”, Chronica Nova 42 (2016), 197-216.

Creado: 03 Dic 2021
Modificado: 12 Dic 2022
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Cofradías en el convento de Nuestra Señora de la Cabeza", Paisajes sonoros históricos, 2021. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1382/granada.
Recursos

Nuestra Señora de la Soledad

Enlace externo

Cristo yacente. Atribuido a Diego de Aranda (siglo XVI)

Enlace externo

Grabado de Nuestra Señora de la Soledad y Entierro de Cristo (1788)

Procesión de la Virgen de la Soledad c. 1554