La cofradía de la Candela de Tarragona.

González González, Sergi
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Resumen

El Archivo Histórico Municipal de Tarragona conserva parcialmente las actas de la Cofradía de la Candela de Tarragona; una cofradía gremial abierta, que unía a dos gremios, el de los horneros y el de los estibadores del puerto. Siguiendo sus ordenes de pago para las fiestas, que se celebraban los días 1, 2 y 3 de febrero de cada año, se puede discernir el paisaje sonoro que vivía la cofradía y cómo, para dar mucho más esplendor a la celebración, el dinero empleado para la música se fue incrementando con el paso de los años.

Palabras clave

fiesta de la Purificación de la Virgen María , maitines de difuntos (= vigilia) , completas , vísperas , misa , aniversario , salve , salmo , tañido de campanas , cofradías abiertas , cofradías gremiales , cofradías con advocación mariana , cofradías con advocaciones de santos y santas , proyecto cofradías , Toni Gil (campanero) , Canónigo Jéques (organista) , Anthoni Llobregat (campanero) , Mossén Manel (campanero) , Mossén Marteli (campanero) , Jaume Valldovinos (campanero) , Cosma Sarrà (organista) , Cofradía de la Madre de Dios de la Candelaria y San Simeón de Tarragona , trompeta , organista , campanero , seises , sochantre , cofrades , cantores


El 8 de septiembre de 1483 se funda en Tarragona la cofradía de la Madre de Dios de la Candela y de San Simeón, una cofradía gremial que acogía el gremio de los horneros y de los estibadores del puerto. Aun siendo sus cofrades principalmente de estos dos gremios, la cofradía era abierta y algunos de los congregantes pertenecían a otros gremios de la ciudad. A partir de la junta realizada el 6 de febrero de 1583 se fuerza la entrada a todos los miembros de los dos gremios mencionados anteriormente ocupando los altos cargos de la cofradía exclusivamente los horneros y los estibadores. Desde ese momento, prácticamente no aparecen cofrades de gracia. 

La cofradía estaba bajo la advocación de la Madre de Dios de la Candela y de San Simeón y son varios los nombres que ha recibido desde su fundación: "Confraria de la Verge Maria dels macips de ribera i de mossènyer Sant Simeó", "Confraria de la Verge Maria i de Sant Simeó, vulgarment dita dels bastaixos o dels macips de ribera"; "Confraria de Nostra Senyora, dita dels macips de ribera, àlias dels bastaixos, àlias del pa beneït", "Confraria de Nostra Senyora del Candeler, dita dels bastaixos" y "Confraria de Nostra Senyora del Candeler i Sant Simeó", entre muchos otros.

La capilla de la cofradía estaba situada en el claustro de la catedral de Tarragona y dedicada al Corpus Christi donde se celebraban todos los actos litúrgicos propios. En la sacristía de la capilla se reunía el capítulo y, en una dependencia anexa, se obraba toda la cera necesaria para los oficios y procesiones en las que participaba la cofradía. Las mismas actas conservadas indican que la cofradía se ocupaba del mantenimiento y reparación de los posibles desperfectos del espacio.

Hasta 1543, las sesiones o capítulos de la cofradía se realizaban en casa de algún cofrade destacado. A partir de ese año y hasta finales del siglo XVI se hacían en la sacristía de la capilla o en casa de algún cofrade de manera indistinta, siendo ya en el siglo XVII celebradas exclusivamente en la capilla.

Además de esta capilla, en las actas del capítulo de febrero de 1532, se acordó la construcción de una pequeña iglesia, actualmente desparecida, dedicada al segundo patrón de la cofradía: San Simeón. Esta nueva construcción se realizó extramuros de la ciudad, en el camino que conduce a otra iglesia situada en el antiguo anfiteatro romano: Santa Maria del Miracle. Los dispendios para la construcción de la nueva capilla se sufragaron todos con el dinero propio de la cofradía sin recurrir a financiación externa. De esta manera, se demuestra el buen estado económico de la cofradía y el afán de mejora de la ciudad a partir de la arquitectura, hecho que, en la misma época, ocurre con otras cofradías de Tarragona.

Las fiestas de la cofradía se celebraban en 1, 2 y 3 de febrero de cada año, siendo el día central la celebración de la Madre de Dios de la Candelera o Purificación de la Virgen María. La secuencia ritual de la fiesta se mantiene inalterada, salvo pequeños cambios en su configuración interna, durante los siglos XVI, XVII y XVIII, esto es: vigilia, festa grossa (fiesta grande) y aniversario general por la muerte de cofrades y familiares:

"Y en continent fonch determinat per dita confraria que-s fasse festa com l’any passat, ço és, cumpletas, ofici, aniversari y mitja quartera de pa beneyt, ab trenta llums entre altar, cendeleros y altar major y que-s renove la sera fent quatre siris nous y dos atxes novas perquè la confraria tinga quatre atxes per los combregars y semblantment que-es treguen procuradors y demés offcials".

La primera marca sonora que caracteriza a la cofradía, sea cual sea el acto que se fuera a celebrar, es el aviso por parte del andador con la campana de la cofradía: 

"Item més, sentenciam y pronunciam que tota hora y quant se haurà de tenir y convocar confraria ho capítol, aquella se hage a cridar y convocar per hu dels corredors ho trompetas de la present ciutat, ab la campaneta que ja serveix per axò y lo tal corredor ho trompeta hage de dir y nomenar la confraria de Nostra Señora dels macips de ribera y bastaixos y no ab altre nom ni de altra manera".

El día 1 de febrero, vigila de la fiesta, se celebraba con gran aviso sonoro producido por las campanas de la catedral, canto de la Salve y oficio de Completas. El día 2, fiesta grande, la secuencia ritual se configuraba en cinco grandes bloques; el primero de ellos era la celebración de una misa matutina rezada en la capilla del Corpus Christi de la Catedral de Tarragona, previamente adornada con tapices, telas ornamentales y los damascos propios de la cofradía. Posteriormente, se realizaba un repique general de campanas y se procedía al solemne oficio de Las Candelas en el altar mayor de la catedral, acompañado por órgano, el coro de niños de la catedral y los salmos cantados en canto llano por el sochantre de la catedral. Al acabar el oficio se procedía a una procesión por el claustro de la catedral. Finalmente, se bendecía el pan y se repartía a todos los cofrades, fueran forzosos o de gracia. Acabado este acto se organizaba otra procesión, esta vez implicando a toda la ciudadanía de Tarragona, desde la catedral a la iglesia de Santa María del Miracle, situada extramuros de la ciudad: la procesión de las Candelas, en la cual estaban representados todos los gremios y cofradías por su bandera.

El último día, el 3 de febrero, se celebraba una misa de aniversario por todos los cofrades y sus familiares difuntos. Para la ocasión, se levantaba en la capilla del Corpus Christi un túmulo, una especie de armazón cubierto con tela negra representando un sepulcro. 

El estudio pormenorizado de los albaranes y las actas de la cofradía, permiten observar el transcurrir de la fiesta al largo de los años y discernir el paisaje sonoro durante su fiesta patronal. De la misma manera, nos ofrecen información valiosa sobre los agentes implicados, principalmente el organista y el campanero. En 1536 se indica específicamente que el campanero era Toni Gil y el organista el Canónigo Jéques, de la misma manera, el campanero en 1537 ya es Anthoni Llobregat, mientras que el organista Jéques se mantiene en activo hasta 1550. 

Respecto a los cantores, se puede observar que de 1536 a 1538 eran 6, pero no especifica los nombres. En 1539 aparecen 10, pero a partir de 1540 se indica que era 7, hasta 1547. A partir de ese momento, los albaranes no son tan explícitos, aun indicando el coste de la festividad que es prácticamente el mismo hasta 1564, no aportan más información al respecto. 

A mediados del siglo XVII es cuando los albaranes vuelven a aportar más información y mencionan organistas y campaneros, no entrando en detalle con el número de cantantes para la celebración. Por ejemplo, Jaume Valldovinos es el campanero desde 1648 a 1666 y Cosma Sarrà organista desde 1648 y 1651.

Muchas son las informaciones que se pueden extraer de los albaranes y actas de la Cofradía de la Candelera de Tarragona demostrando el quehacer de los hermanos cofrades y cómo estos se preocupaban de embellecer y dar esplendor a la ciudad. Vemos que siendo una cofradía pequeña, con recursos limitados, no prescinden de gastar el dinero necesario para la música durante sus celebraciones propias, más allá de las fiestas patronales y del Corpus Christi. Bajo viento y marea, por parte de los estibadores, y sumergidos entre fogones, por parte de los horneros, se encargaban de crear un paisaje sonoro característico y prácticamente inamovible durante dos siglos y medio los días dedicados a su santa patrona.

El gremio de los horneros y panaderos de Tarragona sigue sus pasos hoy en día desvinculado de los estibadores del puerto. También han cambiado la capilla del Corpus Christi, que actualmente forma parte del museo de la Catedral de Tarragona, por la capilla de la Presentación en el interior de la catedral.

Recursos

Capilla de la Presentación Catedral de Tarragona

Recibo de la fiestas de 1536

Lumen ad revelationem / Nunc dimittis de Giovanni Pierluigi da Palestrina