Entierro del ministril Pedro Crespo en Valladolid (1589)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
El ministril Pedro Crespo falleció en Valladolid en septiembre de 1589. Sus mandas testamentarias nos permiten conocer los pormenores que dictó con respecto a su entierro y ceremonias litúrgicas mortuorias.
Palabras clave
entierro , traslado procesional de un difunto a la iglesia , misa de réquiem , misa , Pedro Crespo (ministril) , Juan Sánchez (ministril) , ministriles , cofradía de la Vera Cruz , cofradía de Nuestra Señora de la Quinta Angustia de los Desamparados , niños , cura , beneficiado , capellanes
El 3 de septiembre de 1589, Pedro Crespo, ministril, vecino de Valladolid, hacía testamento ante Alonso Pérez Cerón, escribano público de esa ciudad. En sus cláusulas testamentarias establece:
- “Que mi cuerpo sea sepultado en la iglesia parroquial de señor San Salvador desta villa, en la parte della cual quisieren mis testamentarios”. El inventario de sus bienes nos desvela donde vivía: “las casas de su morada que son en la placeta de la Frenería [actual plaza de la Fuente Dorada].
- “Que me entierre la cofradía e confrares de la Vera Cruz, donde soy confrade, e me acompañe con el paño e andas de la dicha cofradía, y me acompañe la confradía de la Quinta Angustia donde anse mucho soy confrade y me digan las misas que acostumbran descir a los confrades”. La cofradía de la Vera Cruz tenía su sede en el convento de San Francisco, próximo a la residencia de Pedro Crespo, la de Nuestra Señora de la Quinta Angustia de los Desamparados en el convento de San Pablo.
- “Ítem, mando que me acompañe el cura y beneficiados y sacristán de la dicha iglesia de San Salvador y otros capellanes que sean por todos seis clérigos y les den cera y pitanza.
- “Ítem, mando que me acompañen los niños de la doctrina cristiana de esta villa y les den cera de hilera y los dineros acostumbrados”. La congregación de los niños de la doctrina tenía su sede en la calle de la Guariza.
- El día de su fallecimiento, si fuese hora pertinente y si no al día siguiente: “digan por su ánima en la dicha iglesia de San Salvador una misa cantada con ministriles [y] cuatro misas rezadas con responsos sobre mi sepultura”.
-Nombra como tutora de los bienes que legaba a sus hijas Antonia, Isabel y Francisca a su mujer Antonia Martínez. La dejaba también como testamentaria, junto a Juan Sánchez, ministril, y Mateo Martínez, para que hiciesen cumplir lo contenido en su testamento. En él se precisa que no pudo firmar “por la gravedad de su enfermedad”.
El 9 de septiembre ya había fallecido, como se indica en el documento en el que se realiza el inventario de sus bienes, el cual estuvo a cargo de sus testamentarios. La relación de esos bienes, su pertenencia a dos de las cofradías penitenciales más importantes de la ciudad y sus propias mandas testamentarias dan cuenta de una posición económica desahogada. La comitiva que acompañó los restos mortales de Pedro Crespo recorrería la corta distancia desde su residencia en la placeta de la Frenería probablemente siguiendo las calles de Teresa Gil y la que iba de esta a la iglesia de San Salvador (actual San Felipe) exhibiendo ante los vecinos de su collación esa posición social. Entre las ceremonias mortuorias destaca la “misa cantada con ministriles”, a la que debieron asistir algunos de sus compañeros de profesión, entre ellos su testamentario Juan Sánchez.
