Las ediciones hispalenses de El viage de Hierusalem de Francisco Guerrero en el siglo XVI
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La
biografía del compositor Francisco Guerrero y la historia del libro
impreso en la segunda mitad del siglo XVI permiten justificar la
afirmación de que la edición hispalense de El viage de
Hierusalem salida de las prensas de Juan de León (II) en 1592
puede ser considerada como prínceps. Una nueva edición con fecha 1593, recientemente localizada, y otra citada de 1596 que se consideraba perdida y de la que también he conseguido encontrar dos ejemplares, ambas impresas igualmente por Juan de León (II), ponen de manifiesto el éxito editorial de este libro de viajes en la Sevilla del siglo XVI.
Palabras clave
impresión de libros , Francisco Guerrero. El viaje de Jerusalén , cartografiando Francisco Guerrero , Francisco Guerrero (compositor, maestro de capilla) , Juan de León (II) (impresor) , Rodrigo de Castro Osorio (cardenal, arzobispo de Sevilla) , Alonso de Ercilla (escritor)
En la bibliografía publicada sobre El viaje de Jerusalén de Francisco Guerrero, se cita una primera edición impresa en 1590, en Valencia, por Juan Navarro. La primera referencia a esta edición la proporciona Pierre Charles E. Deschamps y Pierre Gustave Brunet en su Manuel du libraire et de l’amateur de livres. Supplement, tomo I, París: Librairie de Firmin Didot, 1878 (col. 577): “El viage de Hierusalem que hizo Franc. Guerrero, racionero y maestro de capella de la S. Yglesia de Sevilla. Valencia, Joan Novarro, 1590, pet. in-8. [20553]”. No da procedencia ni localización de este ejemplar. Antonio Palau y Dulcet, en el Manual del librero hispano-americano, vol. VI, 2ª edición, Barcelona, 1953 (p.437) [109945], sin citarlo, sigue a Brunet, señalando que es una “obra rara”, no proporcionando tampoco ninguna referencia a ejemplares conocidos.
Esta edición fue calificada de “fantasma” por Alejandro Luis Iglesias y, más recientemente, por Álvaro Bustos. Iglesias ya pone de manifiesto la extrañeza de que el pie de imprenta o el colofón pudieran llevar como impresor a Joan Navarro, ya que se cree que falleció hacia 1582 y los libros salidos de sus prensas con posterioridad a esta fecha ya se imprimen como: “herederos de Juan Navarro”.
En mi caso, me sumo a esa última postura, la cual no solo se justifica en varios hechos relacionados con la biografía de Guerrero sino también con la propia historia del libro impreso en esas fechas. Guerrero, en su viaje de regreso a Sevilla desde Tierra Santa, según cuenta en su libro (fol. 95r), pasó por Valencia:
“Salidos de Monserrate venimos por nuestro camino derecho de Valencia, y Murcia, y Granada, a la deseada patria de Sevilla, yo y mi compañero Francisco Sánchez con salud, donde hallé muestras de contentamiento de mi llegada, especialmente del Ilustrísimo cardenal don Rodrigo de Castro y del cabildo de su sancta Iglesia”.
Se ha dado por supuesto que Guerrero pudo haber dejado, en ese momento, el manuscrito de El viaje de Jerusalén en Valencia, para que saliera de las prensas de los herederos de Juan Navarro pocos meses después. Esta afirmación me parece poco ajustada a la realidad. Es imposible saber el momento en el que Guerrero concibió la idea de escribir este libro, pero no parece probable que lo hiciera antes de iniciar la aventura de visitar Tierra Santa. El proyecto pudo surgir durante ese largo itinerario o incluso a posteriori. Dadas las peripecias del viaje narradas en el texto, resulta poco creíble que Guerrero tuviera el tiempo, los medios y condiciones para escribir y corregir un texto que le permitiera, finalmente, dejar un manuscrito listo para la imprenta, a principios del verano de 1589, a su paso por Valencia. En el mejor de los casos, lo que sí pudo hacer durante su periplo fue tomar notas de sus impresiones que, ya una vez en Sevilla, le servirían para componer su narración. Esto es lo que afirma el propio Guerrero en su libro [fol. 6v]:
“Aviendo (por la misericordia de Dios) ydo y venido a la Santa ciudad de Hierusalem, y visitado lo que en ella ay, y lo demás en tierra Santa, (y como adelante se dirá) muchos curiosos y devotos me han persuadido a que escriviese este tan santo viaje para encender sus ánimos a procurar hazer el mismo camino, y ser informados de lo que para ello es menester”.
El 9 de agosto de 1589, Guerrero se encuentra de regreso en la ciudad hispalense. Tras su prolongada ausencia, además de descansar del viaje, no olvidemos que tenía 60 años, debe ponerse al día de sus obligaciones como racionero y maestro de capilla. A partir de este momento y hasta su fallecimiento en 1599, Guerrero vivirá en unas dependencias de la catedral, “el aposento de las secretas”, que el cabildo le concede el 22 de septiembre de 1589. Es aquí donde escribiría el manuscrito de El viaje de Jerusalén.
No tiene ninguna lógica que Guerrero decidiera imprimir la edición prínceps de su libro en Valencia, donde estaría totalmente fuera de su control, pero que, además, le generaría toda una serie de problemas logísticos y administrativos en la recepción de sus ejemplares y en su difusión en la Corona de Castilla. Una Pragmática de 1558 prohibía la entrada en Castilla a toda obra impresa fuera de su demarcación territorial, a no ser que tuviese licencia del Consejo para circular en ella y, a su vez, se hubiese fijado la tasa correspondiente. Es decir, para su distribución en Castilla –y por extensión en los territorios de ultramar–, la presunta edición valenciana debería haber tenido dos licencias de impresión, la del Consejo de Aragón, con su tasa, y la del de Castilla, con la suya correspondiente. Algo similar hubiera ocurrido con los privilegios, que eran concesiones reales pero que debían solicitarse para los distintos reinos que componían la Monarquía española. Trámites todos estos que se dilataban durante meses y suponían unos elevados costes.
A todo lo expuesto, hay que añadir que Guerrero disponía en Sevilla de un nutrido y cualificado grupo de impresores, así como de una importante red de libreros para su distribución en España y en el Nuevo Mundo, con alguno de los cuales había mantenido contactos previos y que tenían sus tiendas y talleres no lejos de la catedral. Es más, es la edición sevillana la que tiene el privilegio de impresión, solicitado por Guerrero y concedido a este por el rey por un periodo de diez años el 15 de junio de 1592. En la edición valenciana de 1593, impresa “en casa de los herederos de Joan Navarro”, las licencias de impresión y de la autoridad eclesiástica están fechadas ese mismo año, concedida la primera al librero Frances Ramos, que debió ser el editor, sin que Guerrero tuviera la más mínima implicación ni obtuviera ningún beneficio de la misma. Muy probablemente, el ejemplar citado como de 1590 pudo pertenecer a esta edición de 1593. Si aceptamos las premisas expuestas, la primera edición del Viaje de Jerusalén sería la realizada en Sevilla por el impresor Juan de León (II) en 1592.
En agosto 1591, Guerrero había ingresado en prisión, como consecuencia de una deuda remanente de 280 ducados contraída en Roma, probablemente derivada de la impresión de sus libros en esa ciudad. Solo estuvo encarcelado unos días, ya que el cabildo de la catedral de Sevilla le prestó el dinero que le permitiría pagar a sus acreedores y ser así liberado. Parece que esto no fue óbice para que emprendiera la publicación de El viaje de Jerusalén, del que no se conoce su contrato de impresión. Tampoco sabemos si el dedicatario de su obra, el arzobispo Rodrigo de Castro, que era plenamente consciente de la precaria situación económica del compositor, pudo costear la edición o si el montante de los trabajos de impresión recayeron sobre el compositor. En la citada dedicatoria, Guerrero agradece al arzobispo su apoyo para la realización del viaje y las dádivas concedidas, las cuales podrían enmascarar también el que se hubiera hecho cargo de los referidos costes de impresión:
“Ninguna cosa con más razón debo dirigir a vuestra señoría ilustrísima que este tratado que se ofrece en sus ilustrísimas manos, donde tengo escrito el viaje que yo hice a Jerusalén y a lo demás de tierra santa, porque si la liberalidad y favor de vuestra señoría ilustrísima no estuviera de mi parte no pudieran mis fuerzas conseguir lo que toda mi vida tuve deseado… Suplico a vuestra señoría ilustrísima lo reciba con la voluntad que siempre tiene de hacerme meced”.
Juan de León (II), según Pedro Cátedra, era hijo del impresor Juan de León (I), de cuyas prensas habían salido, en Sevilla, los Tres libros de música en cifra para vihuela (1546) de Alonso de Mudarra y, en Osuna, los tres libros de Juan Bermudo (1548, 1550 y 1555) y los Villancicos y canciones de Juan Vázquez (1551).
Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/398/sevilla.
Juan de León (II), además de impresor, era fundidor de letras. En 1584, se asocia con Andrea Pesconi para imprimir en un taller ubicado “a la esquina de las Siete Revueltas”. A partir de 1587, Juan de León (II) continuará en ese mismo taller su labor en solitario y en él imprimirá El viaje de Jerusalén.
* Edición prínceps. Sevilla: Juan de León, 1592.
Se trata de una cuidada edición en 8º de la que R. P. Calcraft (1984) realizó una edición moderna a partir del ejemplar conservado en la British Library [GB-Lbl 1048.b.10]. La tasa está fechada el 28 de agosto de 1592 y el privilegio, como he señalado, el 15 de junio de ese año. La aprobación y la dedicatoria no tienen fecha. La primera está firmada por Alonso de Arzila que no es otro que Alonso de Ercilla, el autor de La Araucana, que residía en Madrid, enfrente del Palacio del Cordón, en la plaza del mismo nombre, el cual, tras su revisión, apunta: “no hallo cosa contra nuestra sancta fe cathólica, antes será de mucho provecho imprimirse”. El activo trabajo de Ercilla como censor de libros para el Consejo Real desde 1580 hasta 1594, año de su fallecimiento, es bien conocido, pero no se había citado en la bibliografía publicada la censura efectuada para el impreso de Guerrero. El libro está dedicado, como he señalado, a Rodrigo de Castro, cardenal y arzobispo de Sevilla, con el que Guerrero había mantenido una relación de amistad y proximidad.
La comparación con el ejemplar conservado en la Bodleian Library [GB-Ob 8° V 16 Art.BS] me ha permitido detectar una sola corrección en el encabezado del fol. 33r: “de Herusalem” [GB-Lbl], “De Hierusalem” [GB-Ob]. Hay que precisar que, en el resto de los folios, el encabezado empieza siempre con la letra d minúscula, no corrigiéndose en ninguno de los dos ejemplares la D mayúscula de los fols. 19r, 55r y 57r, 71r. Otra particularidad es que la paginación comienza con el número 9, colocado en el primer folio del segundo cuadernillo, a mitad del prólogo, que es la que le corresponde considerando la portada como folio número 1.
En la Folger Shakespeare Library (Washington D.C.) hay un tercer ejemplar de esta edición con la signatura DS106 .G8 1592 Cage. Véase: https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1350/washington.
* Segunda edición hispalense. Sevilla: Juan de León, 1593.
Recientemente (septiembre 2022), he localizado una nueva edición de este impreso que no aparece citada en ninguno de los trabajos publicados sobre el libro de Guerrero, del que, por el momento, solo tengo noticia del ejemplar conservado en la Biblioteca de la Universidad de Lovaina (KU Leuven Bibliotheken, Special Collections, sig. A-M8). Agradezco a Ana López Suero las gestiones para conseguirme una copia digital de este volumen.
Como expondré a continuación, el cotejo con los dos ejemplares conservados de la edición de 1592, me permiten concluir que se trata de una nueva edición y no de una emisión. El escaso tiempo transcurrido entre la ejecución material de estas dos ediciones, salidas de las mismas prensas, hacen que, a primera vista, sean muy similares:
- La portada es idéntica, solo varía la fecha.
- Mantiene los preliminares legales de la edición de 1592.
- Está impreso con los mismos tipos y capitales que el ejemplar de 1592, y con la misma distribución del texto, a plana y renglón, con pequeñas variantes en un reducido número de líneas en las que alguna palabra se parte con un distinto número de sílabas, o solo se parte en una de las ediciones mientras que en la otra está la palabra completa en la misma línea (ejemplos en fols. 16v, 32v, 44v, 45r, 46v, 47r, 49v, 65r, 66r, 67v, 69v, 70r, 75v, 76v, 91r). En un significativo número de ocasiones, encontramos también variantes en los espacios de separación de palabras en una misma línea (ejemplos en fols. 15r, 15v, 27v, 28r, 30r, 32r, 38v, 39v, 40r, etc.). En el fol 89v, encontramos una ligera variante textual. En la edición de 1592 se imprime "las quales eran ydas", mientras que en la de 1593 encontramos: "las quales ya erā ydas".
- Encontramos numerosísimas variantes en la ortografía (capitalización de la letra inicial de algunas palabras, variantes v/u/b, i/y y abreviaturas que se colocan en una edición y se desarrollan en la otra), en la puntuación (supresión o adición de comas, cambios de dos puntos por punto y seguido) y en los guiones de división silábica que están presentes en una edición y no en la otra. Estas divergencias parecen deberse al gusto personal del cajista encargado de cada una de las ediciones, mostrando una clara preferencia el de la edición de 1593 por el uso de mayúscula en algunas palabras, de u en vez de la v en determinadas palabras, del desarrollo de las abreviaturas, adición de un mayor número de comas o por utilizar de manera más consistente el guión para separar la partición silábica de palabras al final de línea.
- La edición de 1593 corrige el error de foliación que encontramos en el folio 63 de los dos ejemplares de 1592 (en el cual se imprime 65), así como algunas erratas en la grafía presentes igualmente en los dos ejemplares conservados de esa edición (“peregrines” x “peregrinos” –fol. 18r–, “conrfortò” x “confortò” –fol. 36r–, “orro” x “otro” –fol. 47r, “Caluarie” x “Caluario” –fol. 56r–, “mny” x “muy” –fol. 66r, “Caluarie” x “Caluario” –fol. 67v–, “monesterio” x “monasterio”, fol. 68v). En otras ocasiones, la errata se introduce en el ejemplar de 1593 (ej. “Olinares” x “oliuares” –fol. 20r–, “extraordinaria” x “extraordinario” –fol. 23v–, “veyes” por “vezes” –fol. 24r–, “Piloto” x “Pilato” –fol. 32v–, “hice” x “hizo” –fol. 62v–).
* Tercera edición hispalense. Sevilla, 1596.
La bibliografía más reciente incluye una edición de El viaje de Jerusalén impresa en Sevilla, en 1596, sin consignar el impresor de la misma, ya que no se tenía noticia de que actualmente se conservara algún ejemplar. La primera cita conocida a esta edición la facilita Henri Ternaux-Compans en su Bibliothèque asiatique et africaine, París, Arthus Bertrand, 1841 ([706], p. 82): “El viage de Hierusalem que hizo Francisco Guerrero. (Voyage à Jérusalem, par Francisco Guerrero) Sevilla. 1596”. No precisa el origen de esta información. La confirmación de la existencia de este ejemplar nos la proporciona el Catalogue de la Bibliothèque d’Histoire et d’Archéologie de M. D.C. van Voorst, père et M. J.J. van Voorst, fils, Amsterdam, Frederik Muller, 1859 ([566], p. 33). Los van Voorst eran pastores evangélicos residentes en Amsterdam. Los libros que componían su biblioteca estuvieron expuestos desde el 18 al 21 de mayo de 1859, de las 9 de la mañana a las 3 de la tarde. La venta tuvo lugar el 23 de mayo, en la librería de Frederik Muller, la cual estaba situada en el nº 130 del canal Herengracht, en Amsterdam. El volumen que nos ocupa aparece con el n.º 566 del catálogo con la siguiente descripción: “Guerrero, F., Viage de Hierusalem, dirig. R. De Castro. Sevilla. 1596. en veau. 8º. Edition de grande rareté, inconnue à Brunet, qui ne cite que des éditions postérieures”. P. Deschamps et G. Brunet, en el suplemento ya citado del Manuel du libraire et de l’amateur de livres, tomo I, París, 1878 (col. 577), completan la información: “L’edition de Sevilla, 1596, est un petit in-8º, exécuté «en casa de Juan de León»”.
La prolongada búsqueda de un ejemplar de esta edición en los catálogos de distintas bibliotecas europeas, finalmente, a llegado a buen puerto, ya que me ha permitido localizar no uno sino tres ejemplares.
El primero se encuentra en la Biblioteca Real Danesa (Det Kgl. Bibliotek), en cuyos fondos se preservan otras tres ediciones de El viaje de Jerusalén (Alcalá de Henares, 1611; Madrid, 1644 y Valladolid, 1785) de las que daré cuenta en el artículo dedicado a las obras de Francisco Guerrero en esta Biblioteca. El ejemplar de 1596 tiene la signatura [DK-Kk] Geogr., 1796 oktav 67509. Fue adquirido por Peder Nielson (Petrum Nicolaum), danés, en Sanlúcar de Barrameda, el 8 de octubre de 1601.
El segundo ejemplar se conserva en Bibliothèque Louis Aragon de Amiens, con la sig. LESC 5295 A. Entre sus antiguos propietarios ha podido identificarse al diplomático y bibliófilo José Nicolás de Azara y Perea, I marqués de Nibbiano (1730-1804) y al bibliófilo francés Chales de L’Escalopier (1812-1861), el cual fue conservador de la Bibliothèque de l’Arsenal en París y miembro y presidente de la Société des Antiquaires de Francia. En la Bibliothèque Louis Aragon hay también un ejemplar de la edición de Valencia impresa en 1593.
El tercero de los ejemplares está en la Biblioteca Nazionale Vittorio Emanuele III de Nápoles [I-Nn], con la signatura V.F.
45 E 52. Tiene un sello RB rojo en la portada.
Veamos a continuación algunas de las características más destacadas de esta edición:
- La portada de la edición de 1596 es similar a la de las ediciones sevillanas de 1592 y 1593 impresas por Juan de León, aunque se aprecia el uso de unos tipos de impresión distintos, claramente detectables es las letras mayúsculas cursivas: D, R, A, etc. Presenta también dos pequeñas variantes de escritura: “Sancta” (1592 / 1593), Santa (1596); “Reuerendisimo” (1592 / 1593), “Reverēdisimo” (1596).
- Mantiene los preliminares legales de la edición de 1592.
- Encontramos, igualmente, la misma disposición a plana y renglón de las dos ediciones anteriores, aunque, en este caso, las variantes en las que alguna palabra se parte con un distinto número de sílabas, o solo se parte en una de las ediciones mientras que en las otras está la palabra completa en la misma línea son más abundantes. Son muy frecuentes también las variantes en los espacios de separación de palabras en una misma línea.
- Corrige las erratas que se habían introducido en la edición de 1593.
- Presenta también numerosísimas variantes en la ortografía similares a las que encontrábamos entre la edición de 1592 y 1593 (capitalización de la letra inicial de algunas palabras, variantes v/u/b, i/y y abreviaturas que se colocan en una edición y se desarrollan en la otra), en la puntuación (supresión o adición de comas, cambios de dos puntos por punto y seguido) y en los guiones de división silábica que están presentes en una edición y no en la otra. Estas divergencias parecen deberse al gusto personal del cajista encargado de cada una de las ediciones.
- En el fol 89v, conserva la variante textual de la edición de 1593: "las quales ya erā ydas".
- En el encabezado de la pagina del colofón, la edición de 1596 respeta el texto “Viage” que encontramos en el vuelto de las distintas páginas a lo largo de todo el libro, a diferencia de las ediciones de 1592 y 1593 en las que, excepcionalmente, se imprime: “Viage de Hierusalem”.