Procesión del Corpus Christi en la colación de la Magdalena (1595)

La cofradía del Santísimo Sacramento de la iglesia de la Magdalena en Sevilla organizaba anualmente la procesión del Corpus Christi en la octava de esta festividad, recorriendo las calles de su collación. En 1595, se celebró el 1 de junio y tuvo con gran resonancia en la ciudad, debido a la espectacularidad de la arquitectura efímera desplegada a lo largo de su recorrido. En la calle de Catalanes, se hizo un arco:

“de diversas cosas, con muchas fuentes de diversos manjares que puestas las gallinas asadas y rellenas y pavos y capones, pasteles, queso, aceitunas y ensalada, cayo todo el mantenimiento boca abajo, de suerte que parecía que estaba todo en el aire y dentro del arco mucha música y a la puerta de las Bravas estuvo hecha una portada muy curiosa encima de la puerta sobre terciopelo negro todo de perlas y piedras de gran calor que fue mucho de ver y en la plazuela de la iglesia que cae al pie de la torre se hizo un estanque del tamaño de la plaza, lleno de agua con mucho pescado y una peña con una ermita y la bendita Magdalena de bulto haciendo penitencia y en el estanque muchos pastores y ovejas y pescadores que con sutil arte silbaban a las ovejas y ellas balaban y los pescadores pescaban que fue mucho de ver".

Su actual custodia fue producto de un dilatado proceso de labrado iniciado en 1678 por Diego de León, maestro platero cordobés afincado en Sevilla.