Trompeta del arzobispo de Sevilla (1385)

Un libramiento del mayordomazgo de la ciudad de Sevilla, fechado el 14 de abril de 1385, nos permite conocer el nombre de uno de los trompetas al servicio del arzobispo de Sevilla Pedro Gómez Barroso.

“Para que diese a Alfonso Martín, trompeta del arzobispo de Sevilla, 270 maravedís que le quedaban por cobrar del tiempo que sirvió en Mora con el alguacil Vasco Rodríguez”.

La referencia hace alusión a la guarnición sevillana compuesta de 85 caballeros que al mando del alguacil Vasco Rodríguez sirvieron en la guerra de Portugal en Mora (Moura, en el distrito de Beja) donde estuvieron desde octubre de 1384 a enero de 1385.

Nada queda del palacio arzobispal que se levanto después de la conquista sobre unas construcciones almohades que el rey Fernando III de Castilla dio al obispo de Segovia Raimundo de Losaña para que se estableciese en Sevilla, donde se convertiría en arzobispo de la diócesis tras la renuncia de Felipe de Castilla para casarse con  Cristina de Noruega. El actual edificio responde a una estructura que se remonta a una reforma del siglo XVI.

Los arzobispos, al igual que otros miembros del alto clero, con cierta frecuencia cuentan con instrumentos heráldicos a su servicio que forman parte de su séquito. Al igual que aquellos que sirven a otros nobles y al rey vestirían libreas y llevarían divisas que identificarían la filiación a su patrón.