Music books in the library of the Jesuit College of Ávila
Abstract
On the suppression of the order, the libraries of the Jesuit colleges in Ávila and Arévalo passed to the bishopric of Ávila. A previously unstudied inventory lists all of the books that were transferred to the bishopric. They include Diego Pisador's vihuela book and the treatises of Francisco Salinas and Pedro Ciruelo. It seems likely that Pisador’s book would have been used at the college in Ávila in theatrical performances, some of which have been preserved and which contain explicit musical instructions.
Keywords
music library , theatre performance , jesuit college of Ávila , Pedro Ciruelo (teórico musical) , Francisco Salinas (teórico musical) , Diego Pisador (composer, vihuela player)
Tras varios años de intentos, en 1554 se fundó el Colegio de la Compañía de Jesús en Ávila en las casas del hospital de San Gil, de donde tomó el nombre. Hasta 1567 no comenzó formalmente sus clases de Humanidades. El éxito fue grande y de ello dio testimonio en 1570 Santa Teresa de Jesús en carta a su hermano: "Olvidóseme de escribir en esotras cartas el buen aparejo que hay en Ávila para criar bien esos niños. Tienen los de la Compañía un colexio adonde les enseñan gramática y les confiesan de ocho en ocho días y hacen tan virtuosos que es para alabar al Señor". De ahí que Robert Stevenson lanzara la hipótesis de que Tomás Luis de Victoria (nacido hacia 1548) habría podido estudiar allí (en contra de lo que opinaban otros estudiosos como Ferreol Hernández), lo que explicaría su llegada al Colegio Germánico de Roma y su constante relación con los jesuitas; la cronología parece contradecirlo, pues Victoria llega a Roma hacia 1565. Por la fundación de Ávila habían pasado jesuitas tan notables como San Francisco de Borja (en 1557) o Jerónimo Nadal que más tarde hablarían de Victoria. El edificio pasó a los jerónimos en 1623 y con el nombre de Colegio de San Jerónimo de Jesús pervivió hasta la desamortización de 1835. Hoy es una ruina.
De la actividad musical que pudiera desarrollarse en el colegio –sobre todo en los certámenes académicos y el teatro escolar– poco se conoce. Pero el inventario de su biblioteca realizado en 1782 tras su expulsión (Índice general de las dos librerías de la extinguida Compañía de Jesús de esta ciudad de Ávila, villa de Arévalo, y de la del obispo de Ávila, Miguel Fernando Merino, realizado por el licenciado Tomás González Durán), conservado en el Archivo Histórico Nacional, recoge los siguientes libros de música (práctica y teórica):
"Libro de musica de biguela compuesto por Diego Pisador; un tomo en m[edi]o f[oli]o con forro de perg[amin]o imp[res]o en Salam[an]ca. Año de 1552
Tratado de Musica de Fran[cis]co Salinas; un tomo en m[edi]o f[oli]o con forro de perg[amin]o imp[res]o en Salamanca Año de 1592
Curso de las quatro Artes Liberales, Mathematicas, Arismetica, Geometria, Pespectiva, y Musica, por el D[octo]r Pedro Ciruelo; un tomo en m[edi]o f[oli]o con forro de perg[amin]o imp[res]o en Alcalá Año de 1526"
De ellos tiene especial interés el Libro de musica de vihuela agora nuevamente compuesto por Diego Pisador (RISM P 2448) por cuanto pudiera servir para las representaciones teatrales. El llamado Códice de Villagarcía (Biblioteca de la Real Academia de la Historia) recopila obras de teatro hechas en los colegios de Ávila y Medina del Campo, algunas escritas por el padre Juan Bonifacio. En esas obras se recogen la participación musical y los versos cantados “al tono de” como el romance que dice “Triste estaba Abigaíl / llena de angustia y cuidado”, que varía el tradicional Triste estaba el rey David / lleno de angustia y pasión, que había sido puesto en música por otro vihuelista, Alonso Mudarra.