Trombe marine in the church of San Vicente in Ávila (1757)
Abstract
The inauguration of a newly-erected reredos to welcome the image of Our Lady of Soterraña was the reason for a variety of celebrations that involved the musical chapel of Ávila cathedral as well as musicians from the cathedrals of Segovia and Salamanca. A brief chronicle of the events contains an unusual mention of the tromba marina. An aria specially composed for the occasion is also preserved.
Keywords
vespers , rosary , salve , fireworks , mass , sacred concert , Christmas song (villancico) , aria , trombe marina player , music chapel of the cathedral , crowd , Tomás Alfayate (composer, organist, harpist)
En la cripta de la iglesia de los santos Vicente, Sabina y Cristeta de Ávila se venera desde la Edad Media una imagen de la virgen bajo la advocación de la Soterraña que gozó de gran devoción aunque haya caído bastante en tiempos recientes. Su escultura es románica; fue mutilada para convertirse en imagen de vestir y desde 1987 luce reconstruida y vuelta a su talla original. En 1757 se hizo un nuevo retablo según trazas del tallista Juan Candil. Coincidiendo con la fiesta del Patrocinio de la Virgen, 13 de noviembre, se colocó la imagen en su nuevo marco. Celebraciones litúrgicas y fiestas populares (rosarios, salves y fuegos de artificio) se llevaron a cabo el día anterior (vísperas) y ese día (misa y siesta) en la iglesia, antes de bajar la imagen a la cripta el día 14. Una breve crónica conservada en el Libro de cuentas de Nuestra Señora de la Soterraña de esta ciudad de Ávila. Año 1786 (Archivo Diocesano de Ávila), f. 155 detalla las fiestas:
"Día doze de d[ic]ho mes por la tarde se cantaron vísperas en la capilla mayor donde estaba N[uest]ra Señora puesta en un magnífico altar de perspectiva con el S[antí]s[i]mo Sacram[en]to expuesto, las que solemnizó toda la capilla de músicos de la S[an]ta Yg[lesi]a y otros tres que vinieron de la S[an]ta Yg[lesi]a de Segovia y Salam[an]ca con sus trompas marinas. Concluidas las vísperas se illuminó con dos órdenes de luces toda la Yglesia hasta la puerta principal y se cantó por d[ic]ha música la salve a N[uest]ra Señora y después se rezó el rosario a coros; acabado éste se tubieron en la plaza varias invenciones de fuegos, se illuminó todo el pórtico a este fin y se concluió con un famoso árbol de fuego: el día 13 ya mencionado se celebró la misa con el S[antí]s[i]mo descubierto que ofició d[ic]ha cap[ill]a de música en la que ubo un zélebre sermón que predicó el p[adr]e fr[ay] Joseph de S[a]n Narciso de el orden de S[a]n Gerónimo.
Por la tarde del mismo día se cantaron cinco villancicos con la mayor destreza de vozes e instrumentos, se bolbió a illuminar la yg[lesi]a hasta las 9 de la noche y haviendo reservado al Sant[ísi]mo, que estubo patente todo el día, y cantada la salve, concurrieron a d[ic]ha yg[lesi]a de S[a]n Vicente tres congregaciones de rosarios públicos desta ciu[da]d con sus ynsignias cada una a solemnizar el rosario que aquella tarde se cantó con todo el golpe de música e instrumentos por las calles, que se finalizó una ora de noche cantando por remate otra salve. Fue tan grande el concurso de los fieles y devotos de N[uest]ra Señora que ubo a d[ic]has funciones que no cabían en la yg[lesi]a.
El testimonio musical de estas fiestas que ha llegado hasta hoy es el Aria a Nuestra Señora de la Soterraña para la fiesta de su colocación en el nuevo y magnífico, retablo con violines y trompas. Año de 1757. De Don Tomás Alfayate, conservada en el archivo de la Catedral.
Pero quizás más interés histórico que esta cantada de circunstancias sea la noticia de la presencia de trompas marinas. La trompa marina (aunque la traducción correcta del italiano tromba fuera trompeta) es instrumento poco documentado en las capillas de música religiosas españolas, a pesar de aparecer con frecuencia en la iconografía. Por ello tiene singular interés que quede datada su aparición en una ciudad. Fray Pablo Nassarre, que también la denomina trompa, la define así: "es instrumento de solo una cuerda, aunque gruessa, y no obstante son sonidos agudos los más que en ellas se forman, por lo que conviene que sea de poco dilatado cóncavo" (Escuela música según la práctica moderna, Zaragoza 1724, primera parte, p. 465). En efecto, la singularidad del instrumento era que se tocaba casi siempre en armónicos. El que el único dato sonoro que señale el autor de tan breve crónica sea la presencia de trompas marinas parece índice de la sorpresa ante un timbre desconocido. Es probable fuera esa la causa de llamar a los músicos de las catedrales de Segovia o Salamanca. En esta última se conserva una trompa o trompeta marina del siglo XVIII, con un resto de cuerda, tal vez el mismo instrumento que estuvo en Ávila.