The entry of Cardinal Borja in Valencia, summer 1472
Escrivà Llorca,
Ferran
Universidad Internacional de Valencia
0000-0002-5959-2595
Abstract
In the summer of 1472, Cardinal Rodrigo Borja visited the city of his bishopric as legacy a latere of Pope Sixtus IV. The entourage arrived at the port of Valencia between June 17 and 19, more than a month after leaving the port of Ostia. It was the first time that Rodrigo Borja returned to Valencia after his appointment as bishop of the diocese. In addition, he was recognized for his brilliant ecclesiastical career by the hand of his uncle Alfonso de Borja (Pope Calixtus III). The entry in the city and the cathedral is described in some sources of that time. The magnificence of his entrance and the pomp and expending during the months he sojourn in the city, place his visit at the same level of kings and princes.
Keywords
entry , procession , Te deum laudamus (hymn) , announcement , the pealing of bells , bustle in the street , street music , confraternities project , Rodrigo de Borja (cardinal, pope Alexandre VI) , clergy , trumpeter , drum player , Pedro González de Mendoza (archbishop)
Después de estar unos días en el Monasterio de El Puig a petición de los jurados de la ciudad, el cardenal Borja entró en Valencia la tarde del domingo 21 de junio. Fueron a buscarle las autoridades de la ciudad acompañados de muchas personas notables incluidos artesanos y gente del pueblo. Entre el séquito del cardenal había cuatro obispos venidos de Roma, nobles, abades y el resto de la servidumbre. Entre estos últimos se encontraban los pintores Paolo de San Leocadio y Francesco Pagano, introductores del arte pictórico quattrocentista en la Península Ibérica, y autores de los ángeles músicos de la bóveda del altar mayor de la catedral de Valencia.
Según el pregón de los jurados –que ordenaba a toda la población engalanar la ciudad y preparar fiestas en su honor–, la comitiva entraría por el portal de Serrans a la ciudad para después seguir el itinerario habitual de la procesión del Corpus y acabar en la Catedral. Las torres de Serrans se engalanaron con telas de raso y las paredes interiores de la Seu fueron cubiertas de tapices. Llegada la comitiva a la puerta fue acogida al son y gran estruendo de trompetas y atabales. El cardenal Borja fue recibido por “tot lo clero de València, creus, capes, lo pus solemne, tots els regidors e senyors de València, pal·lis” [todo el clero de Valencia, cruces, capas, lo más solemne, todos los regidores y señores de Valencia, palio], y fue hasta la catedral “a cavall, ab la gran mula, vestit de grana” [a caballo, con la gran mula, vestida de grana].
En la procesión participaron, como era habitual en todas las entradas reales y de grandes prelados (como el papa Benedicto XIII en 1414), los clérigos de la ciudad, las cofradías, gran parte de la nobleza y los representantes de la ciudad, así como el séquito del cardenal. La procesión discurrió, como de costumbre por las calles Serrans, Cavallers, Bolseria, Mercat, Mercè, Porxets, Caixers, Sant Vicent, Avellanes y, finalmente, la Catedral por la puerta de la Almoina.
Cuando el cardenal llegó a la catedral, bajó de la mula, adoró la reliquia de la imagen de la Virgen que llevaba en el pecho y la clerecía cantó el Te Deum, entonado por el Obispo auxiliar [Jaime Pérez]. Antes de entrar a la catedral juró las Constituciones del Obispado y, posteriormente, procesionó hasta el altar para orar a la Virgen titular de la Seu acompañado de sones de trompetas y timbales y el volteo general de campanas.
Rodrigo de Borja y su séquito residió en la ciudad durante unos meses, antes de marchar a visitar al rey Juan II en Tarragona y, posteriormente, a los príncipes Isabel y Fernando en Alcalá. El cardenal Borja recibiría durante los meses de estancia en Valencia –antes y después de sus viajes– la visita de diversas personalidades entre los que destaca el obispo de Sigüenza, Pedro González de Mendoza, al que meses después el papa Sixto IV impondría el capelo cardenalicio.