The first references to the organ in the cathedral of Orense
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
organ , organ repair , to tune the organ , maese Pedro (organist, organ builder) , cathedral chapter , organ builder , organist , maese Pedro (organist, organ builder)
Es muy probable que la catedral de Orense contara con un órgano desde el siglo XIV. El 24 de mayo de 1464, el cabildo orensano acuerda la construcción de un nuevo instrumento grande y de un órgano portátil para las procesión del Corpus Christi, así como una actuación sobre “os organos vellos”, con su correspondiente afinación. El organero encargado de estos trabajos sería maese Pedro, “organista”, vecino de la Coruña. Veamos los detalles del citado acuerdo capitular:
“Dentro eno cabildo da claustra nova de iglesia de Orense seendo enjuntados en seu cabildo por campana tangida según que o ten de uso e de costume de se juntar a facer seu cabildo los señores Juan González de Deza, arcediano de Baroncelle... et outros canónigos, et logo os ditos señores dixeron a maestre Pedro, organista, vecino de la Coruña que ende estaba que ellos habían menester huns especiales órganos para a dita iglesia, los mellores que se podiesen faser et o dito maestre Pedro dixo que él los faría huns organs honrados e muy especiales de que elles fosen ben contentos... en esta manda que sejan registrados e cherinbelados feitos en tres torres que haya o primeiro punto oito palmos e medio en longo sen o pe con sua grosura convenible et dende endeante todos los outros caños por suas ordens convenibles de bon tanger e voses especiales e graciosas a vista de maestro e a pagamento de ditos señores e elles que lle den de comer e de beber a él e hun mozo e casa e cama e 3.000 maravedís vellos... e mas que os ditos señores lle den estaño e plomo e madera et carpentero para la labrar e todas las otras cosas... et os ditos señores así llo prometeron e outorgaron et que comence a faser a dita obra eno comenzo do mes de julio... et mandaron faser contrato forte... et outrosí que corregerá e afinará os organos vellos e fará huns pequeños do metal que quedare dos novos para honrar a festa de Corpore Christi”.
Este auto capitular nos proporciona algunos detalles muy interesantes sobre un periodo de la organería española muy poco conocido, tanto en lo referente a los instrumentos como en lo que respecta al funcionamiento y relaciones contractuales entre los patrocinadores y los organeros.
Un segundo auto capitular, fechado el 7 de julio de 1465, cuando maese Pedro ya debía haberse instalado en la ciudad de Orense para comenzar las obras del órgano grande, nos confirma el inicio de los trabajos previstos y su asentamiento como organista de la catedral de Orense, tomando posesión de una canonjía vacante el 18 de julio de ese año. Este hecho pone de manifiesto una vez más la dualidad organista-organero que encontramos con cierta frecuencia en este periodo y, en este caso particular, la asociación del cargo de organista al de una prebenda catedralicia:
“Dentro eno cabildo da claustra nova da iglesia de Orense... estando ende maestro Pedro, organista, vecino da Coruña et en presencia de mí, García de Berlanga, canónigo... notario apostólico e vicecanciller... et logo o dito maestre diso... que él quería residir de aquí adeante en esta dita cibdade e iglesia para a honrar de seu oficio e outrosí que el dito maestre Pedro corregerá et fará huns órganos pequeños para trager [sic] por la cibdade para honrar a festa de Corpore Christi do metal que sobrare dos órganos novos... et outrosí que tangerá os órganos oi oras, vésperas e misas e nos outros tempos que foren complidores en todas as festas e domingos... e outrosí que por cuanto os ditos señores lle quería faser mercede e graça da colongía presbiteral que vacou... que él se faría ordenar, etc.”
Es probable que este órgano de maese Pedro y el órgano “vello” fueran los instrumento que todavía tenía la catedral en 1539: uno grande (el de 1465) en la pared alta al lado del Evangelio, encima de las sillas del coro, y otro pequeño, el vello”, en el mismo sitio en el lado de la Epístola, con sus “municiones y aderezos”.