Francisco Guerrero en la librería musical de don Francisco Ramón Folch de Cardona y Aragón, III Duke of Segorbe and IV Duke of Cardona (1539-1575)

A tan solo tres días del temprano e inopinado óbito del duque don Francisco Ramón, heredero de los derechos de la Casa de Segorbe-Cardona, –mientras contemplaba unas justas organizadas en su honor– el día 15 de mayo de 1575 comenzó a realizarse el inventario de sus bienes. Se trata de un extenso y extraordinario documento de más de quinientos folios en el que hemos localizado el contenido de la biblioteca musical del duque que se encontraba, en esas fechas, en el castillo de Segorbe. Esta fue la residencia en tierras valencianas de la familia ducal hasta la construcción, a mediados del Quinientos, del correspondiente palacio en pleno centro de la capital de la comarca del Alto Palancia, al sur de la actual provincia de Castellón. Del medio centenar de libros de canto localizados, un total de quince ejemplares de canto de órgano (polifonía) se conservaban en la capilla del alcázar, dedicada a la Virgen de la Leche, para exornar las distintas celebraciones litúrgicas que tendrían lugar en ella. Uno de esos volúmenes es descrito por el escribano encargado de la redacción del inventario en los siguientes términos: Item altre libre gran de cant de orgue intitulat de Francisco Guerrero, quasi nou, ab les cubertes de cuyro negre ab unes linies daurades y les cartes de paper. Las primeras producciones de Guerrero habían tenido lugar durante los últimos años de don Alfonso de Aragón (1489-1563), primo de Felipe II, por lo que su reciente adquisición (quasi nou), ya fuera por encargo u obsequio, debió corresponder probablemente a su hijo, don Francisco Ramón. La redacción de la entrada de este libro en el inventario no permite asegurar que se trate de un manuscrito o de un impreso. El hecho de que no se precise el género de las obras contenidas, habitual en la descripción de impresos, y la referencia “intitulat de Francisco Guerrero” nos hace decantarnos porque fuera un manuscrito. El contenido queda a la especulación, puesto que, en 1575, Guerrero ya había compuesto un buen número de motetes, misas y obras para el oficio de Vísperas. El fragmentario conocimiento que todavía tenemos de los repertorios interpretados por las capillas musicales nobiliarias y la magnitud de la biblioteca del duque de Segorbe y Cardona hace de este inventario un documento de extraordinario interés, el cual nos permite poner de manifiesto la presencia de la música de Guerrero en la capilla del llamado castillo de la Estrella.