The first reference to the organ in the convent of Santa Clara in Moguer (Huelva)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The first reference to the organ in the convent of Santa Clara in Moguer (Huelva) c. 1520.
Keywords
organ , music lessons , pipe organ introduction mapping , Pedro de Montesdoca (Franciscan) , organist , nuns
En la biografía del padre fray Pedro de Montesdoca. Alonso de Torres nos proporciona el primer testimonio de la presencia del órgano en el convento de Santa Clara de Moguer (Huelva). En 1515, Montesdoca es elegido provincial de la provincia franciscana Bética, en el capítulo del convento de San Zoil de Antequera, y, ese mismo año, vice comisario general de la orden. En 1520, en el capítulo celebrado en el convento de San Francisco de Sevilla, Montesdoca renueva el cargo y fue cuando, al parecer, “empeço a visitar los conventos”. Volvería a renovar su posición una tercera vez continuando como provincial hasta su fallecimiento en 1529. Es en la década de 1520 donde podemos situar la anécdota que nos cuenta su biógrafo:
“No era menor el zelo que tenía de las religiosas, pues llegando con su visita al convento de la villa de Moguer, halló que en el monasterio de las monjas estaba el órgano en una tribuna del templo, donde le tocaba un secular. Y reconociendo en ello algunos inconvenientes, subió y encendido en santo zelo y honra del señor con sus propias manos echó el órgano por tierra. Mandó hazer otro nuevo y ponerle dentro de la clausura y llevó de otro monasterio una religiosa organista muy diestra, la qual fue enseñando a las demás y en esta disposición se conserva todavía [c. 1683]”.
El convento al que se refiere este relato debe ser el de Santa Clara, fundado en 1337 por Alonso Jofre Tenorio, primer señor de Moguer y Almirante Mayor de Castilla. A los pies de la iglesia se encuentra el doble cloro, alto y bajo, donde está la sillería nazarí del siglo XIV, única en su estilo. Sus patronos, los Portocarrero, hicieron de esta iglesia conventual su panteón familiar, profesando en él algunas de las mujeres de su linaje, todo lo cual pudo favorecer el que contara desde fechas muy tempranas con un órgano, el cual, como hemos visto, hasta la década de 1520 estaba ubicado en el cuerpo de la iglesia y era tañido por un seglar.