Musical activity in the convent of San Juan de la Penitencia in Cazorla (Jaén) c. 1600
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The short biography of Sister Micaela de Jesús y Jorquera written by Alonso de Torres, chronicler of the Franciscan order, allows us to know the presence of the organ in the convent of San Juan de la Penitencia in Cazorla since at least the last quarter of the 16th century, as well as the exercise of musical teaching within its walls by both a foreign music teacher and the music nuns themselves.
Keywords
teaching , organ , music lessons , pipe organ introduction mapping , women and musical networks project , Micalea de Jesús y Jorquera (nun, organist) , nuns , organist
El convento de San Juan de la Penitencia de Cazola (Jaén) fue fundado con un grupo de beatas terceras que abrazaron la regla de Santa Clara en 1515, iniciando su trayectoria conventual extramuros, en la ermita de San Jorge, “llamada comúnmente de la Vera-Cruz”. En 1525, se trasladaron a la ermita de San Juan de la Penitencia, “en lo más eminente de la población”, donde García de Villarroel, Adelantado de Cazorla y sobrino del cardenal Cisneros, patrocinó la construcción del nuevo convento, estableciendo el patronato para sus descendientes.
Según cuenta fray Alonso de Torres, cronista de la orden franciscana, sor Micaela de Jesús y Horquera (= Jorquera) era natural de Cazorla (Jaén), “hija de padres nobles”, Antonio de Horquera y Francisca Ortiz. A la muerte de su padre, Micaela y su hermana Catalina, de cinco y seis años respectivamente, decidieron que querían ser monjas, dirigiéndose al convento de San Juan de la Penitencia, en la citada villa de Cazorla. Fueron recibidas por la comunidad con el consentimiento de la madre. Sobre sus dotes para la música, nos dice Torres:
“Conocieron [las monjas] en la niña habilidad y buena voz, trajéronle maestro que la enseñase órgano y música y salió tan aprovechada en uno y otro que hasta hoy no ha habido en el monasterio su semejante. Estas habilidades las empleó tan de veras en su Esposo que luego que profesó, que nunca gastó rato con persona de afuera. Todo su ejercicio era la asistencia del coro, donde tenía horas señaladas para enseñar a sus hermanas las religiosas canto llano y de órgano”.
Murió “por los años de 1604”, con tan solo veintidós años de edad, por lo que debió nacer c. 1582. Su hermana, Catalina, probablemente sea la abadesa Catalina de Jorquera, cuyo nombre aparece debajo del escudo con las cinco llagas franciscanas que todavía se conserva en una de las esquinas del edificio.
Esta noticia nos permite conocer la presencia del órgano en el convento de San Juan de la Penitencia de Cazorla desde al menos el último cuarto del siglo XVI, así como el ejercicio de la docencia musical entre sus muros a cargo tanto de un maestro de música ajeno al mismo como de las propias monjas músicas.