Reception of the relics of Saint Torcuato in Guadix (1593)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Abstract

The relics of San Torcuato, coming from the monastery of San Salvador de Celanova (Orense), arrived at the church of San Lázaro in Guadix (Granada) on February 27, 1593. The next day, in solemn procession, they were transferred to the cathedral in a reliquary that had been built expressly for them and there they were displayed for their public worship.

Keywords

translation of relic , vespers , pontifical mass , dances , sermon , ephemeral architecture , musket salute , acrobatic exercises , confraternities project , penitential confraternities , Marian confraternities , confraternities with avocations to saints , confraternities of the Souls in Purgatory , confraternities of the Blessed Sacrament , confraternities with other avocations , Juan Alonso Moscoso (obispo) , Francisco Rubio Dávila (archpriests) , crowd , cathedral chapter , city council , music chapel of the cathedral , clergy , guilds , Order of Discalced Franciscans , Order of Dominicans , confraternity of the Souls of Purgatory , confraternity of Saint Anthony the Abbot , confraternity of the Five Holy Wounds , confraternity of Saint Blaise and Saint Quiteria , confraternity of Our Lady of the Cabeza and Saint Lazarus , confraternity of Our Lady of the Solitude , confraternity of Our Lady of Piety , confraternity of the Name of Jesus , confraternity of the True Cross , confraternity of the Conception of the Virgin Mary , confraternity of the Cross , confraternity of The Mercy , confraternity of the Our Lady of the Incarnation , confraternity of the Blessed Sacrament of Santa María Magdalena , confraternity of the Blessed Sacrament of the church of Santa Ana , confraternity of the Blessed Sacrament of the church of San Miguel , confraternity of the Blessed Sacrament of the church of Santiago , confraternity of the Blessed Sacrament of the cathedral , Universidad de Beneficiados , Francisco Suárez (Jesuit, theologian, philosopher) , soldiers , acrobatics


En 1592, en el monasterio de San Salvador de Celanova (Orense), se abrió el sepulcro de San Torcuato y parte de sus reliquias fueron repartidas en distintos lugares de la corona de Castilla, entre ellos la ciudad de Guadix (Granada). Las gestiones fueron realizadas por el obispo de la diócesis accitana, Juan Alonso Moscoso, quien solicitó al rey Felipe II el que se concedieran esas reliquias a su sede catedralicia, el cual condescendió a ello y expidió una Real Cédula dirigida al abad de Celanova, fray Gerónimo de Gante, para que con el permiso de fray Diego Ordoño, general de la Orden de San Benito, se les entregasen las santas reliquias para llevarlas a Guadix. El encargado de ir a Celanova a recogerlas fue el arcipreste de la catedral, Francisco Rubio Dávila, quien las recibió del abad el día 28 de octubre de 1592. Véase: 

http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1221/celanova/es.

Las reliquias de San Torcuato llegaron la ermita de San Lázaro, extramuros de la ciudad de Guadix, el sábado 27 de febrero de 1593, donde aguardaban al arcipreste Rubio Dávila el obispo Moscoso junto a un grupo de eclesiásticos y seculares. Pasadas las tres de la tarde, ante los presentes, se mostró el arca de ébano que contenía los restos del santo, así como los documentos de su entrega y de la apertura del sepulcro en el monasterio de Celanova, los cuales fueron leídos, jurando el arcipreste ser las mismas reliquias que le habían entregado, las cuales no habían sido tocadas. El notario apostólico Marco Antonio Figuera dio cuenta de la entrega, siendo testigos distintos miembros del cabildo y autoridades de la ciudad. A la ceremonia concurrió mucha gente y en presencia de ellos, el obispo abrió el arca que había depositado en el altar mayor de la ermita para comprobar que venían tal y como se describían en los documentos citados. Se iluminó el recinto con numerosas “luces” y el arzobispo sacó la “canilla del brazo” para su adoración, mostrándola a los presentes en una ceremonia que duró una hora. Vuelta a su arca, se cantaron vísperas con mucha solemnidad y, aunque el documento no lo cita, acompañadas con toda seguridad por la capilla de música de la catedral. Los restos del santo quedaron en la ermita bajo la custodia de algunos eclesiásticos y de otras personas hasta que se efectuó su traslado a la catedral al día siguiente.

La procesión de traslado de las reliquias tuvo lugar el domingo de Quincuagésima, 28 de febrero. Oficiada la misa mayor en la catedral, a las nueve de la mañana, salieron en procesión los cabildos eclesiástico y secular, a los que acompañaban todo el clero y cruces de las parroquias del obispado, las cofradías con sus insignias, los pendones de los oficios, “muchas danzas, música, soldados y otros regocijos”, así como numerosas personas que seguían a la comitiva.

Llegados a la ermita de San Lázaro, el obispo, que iba revestido de pontifical, extrajo las reliquias para colocarlas: “en el hueco de un brazo que para este fin se había hecho, sobredorado, escarciado y labrado con primor, el cual se puso sobre unas andas de cuatro columnas de plata, ricamente adornadas, que también se previnieron”.

El cortejo se dispuso conforme a un edicto que se había publicado el 25 de febrero. Lo abrían los pendones de los distintos gremios de la ciudad, a los que seguían las cofradías de los pueblos del obispado y las de la ciudad de Guadix (19), enumeradas según su posición y de las que doy cuenta por el interés que este dato tiene para el proyecto de I+D The Contribution of Confraternities and Guilds to the Urban Soundscape in the Iberian Peninsula, c.1400-c.1700 [PID2019-109422GB-100], del cual formo parte y al que esta plataforma digital se encuentra asociada:

1. Primeramente las cofradías del Alamedilla y Pedro Martínez.

2. Las de Diezma.

3. Las del Gobernador.

4. Las de Moreda.

5. Las de Fonelas.

6. Las de Cigueñí y sus anexos.

7. Las de Cogollos y Albuñán.

8. Las de Purullena.

9. Las de Marchal

10. Las de Graena.

11. Las de Beas,

12. Las de Alcudia.

13. Las del Aurucena.

14. Las del Abla.

15. Las de Alquife.

16. Las de Ferrerira.

17. Las de Dolar.

18. Las de Lanteira.

19. Las de Aldeire.

19. Las de Guenixa [Huéneja]

20. Las de Jerez [del Marquesado]

21. Las de Gor.

23. Las de La Peza.

24. Las de La Calahorra.

25. Las de Fiñana.

[Cofradías de Guadix]

26. La cofradía de las Ánimas.

27. La de San Antón.

28. La de las Cinco Llagas.

29. La de San Blas y Santa Lucía.

30. La de Santa Quiteria.

31. La de la Virgen de la Cabeza y San Lázaro.

32. La de la Virgen de la Soledad.

33. La de la Piedad.

34. La del Nombre de Jesús.

35. La de la Vera Cruz.

36. La de la Virgen de la Concepción.

37. La del Santo Crucifijo,

38. La de la Misericordia.

39. La de la Virgen de la Encarnación,

40. La del Santísimo Sacramento de la [iglesia de la] Magdalena.

41. La del Santísimo [de la iglesia] de Señora Santa Ana.

42. La del Santísimo de [la iglesia] de San Miguel.

43. La del Santísimo de [la iglesia] de Santiago

44. La del Santísimo de la catedral.

Desafortunadamente, no se citan las de Baza y las de los pueblos de su demarcación litúrgica porque el cronista Pedro Suárez señala que “no consta si asistieron”.

Tras las cofradías, iban las cruces de la catedral y de las iglesias parroquiales del obispado con sus curas y beneficiados (aquí sí se listan algunas de Baza y su territorio). No se recogen las órdenes regulares que el cronista apunta que debieron asistir pero que “no se expresan en los instrumentos que he visto del archivo”. Suárez también comenta:

“Las danzas, repartidas en el discurso de la procesión, iban con gran devoción y regocijo, semejante al que tuvo David cuando entre los sacerdotes y levitas fue cantando y danzando delante del arca del Señor, llevándola a la ciudad y alcázar de Sión”.

Tras su salida de la ermita de San Lázaro, la procesión continuó su itinerario “por el camino de Granada a la puerta de Bezamarín, que ahora llaman de San Torcuato. Hiciéronse tres mansiones en tres altares que en el camino están ricamente adornados, el uno por la Universidad o Cabildo de Beneficiados de Guadix, otro por los religiosos de los conventos de Santo Domingo y San Francisco y el otro por el regimiento y capitulares de la misma ciudad”. No se especifica dónde estaban ubicados estos altares ni el recorrido preciso que se siguió hasta la catedral, a la que la comitiva llegó a las cuatro de la tarde.

Al día siguiente, 29 de febrero, se dijo misa de San Torcuato, oficiada por el obispo, revestido de pontifical, y en la que el sermón estuvo a cargo del teólogo y filósofo jesuita Francisco Suárez. Se hizo también una procesión con la reliquia por el interior de la iglesia. Del mismo modo, se dijo misa el martes, 1 de febrero, la cual estuvo a cargo de Pedro Mejía, canónigo de Guadix y el sermón fue predicado por el doctor Lorca, canónigo de Granada. El obispo mostró la reliquia al gran concurso de gente que había acudido a la catedral para su adoración. Para alojar el relicario con los restos de San Torcuato, el citado obispo mandó hacer: “un nicho de mármol, con su reja sobredorada, en el testero del altar mayor, al lado del Evangelio”. Entregó este relicario al cabildo de la catedral de Guadix el 12 de octubre de 1593.

Pedro Suárez copia también textualmente un documento en el que se relata la procesión del traslado de las reliquias desde la ermita de San Lázaro a la catedral de Guadix, el cual nos proporciona otros elementos sónicos, al tiempo que da cuenta de los “milagrosos” sucesos que en ella tuvieron lugar. Se trata de una carta fechada el 21 de enero de 1614, enviada por el franciscano Andrés de San Froilán, guardián del convento de San Pablo de Coca (Segovia), sobrino del obispo Juan Alonso Moscoso, el cual había sido testigo presencial de la procesión, a fray Pedro Deza, prior del convento de San Salvador de Celanova:

“... Hubo muy grandes invenciones y arcos triunfales y gente de guerra muy lucida, en forma de suiza, que por sus escuadras iban pasando al salir la reliquia de una ermita de San Lázaro que está fuera de la ciudad, delante de ella y del obispo, vestido de pontifical, y disparando y haciendo salva, a uno de ellos, al disparar allí junto, se le encendió el fogón y dio todo el fuego en la cara, y pensando que por lo menos le había cegado quiso Dios que no hizo sino limpiarse con un pañuelo y pasar su lesión sin señal alguna, lo cual todos atribuyeron a milagro y esto lo vi yo. Llegó la procesión a la plaza y haciendo no sé que vueltas unos italianos [probablemente se está refiriendo a unos volatineros que entretendrían a la ciudadanía mientras llegaba la procesión], cayó uno que se había puesto a verlos en la ala de un tejado y no se hizo mal, lo cual oí por muy cierto. Llegó a la iglesia y estando llena de gente, un pobre cieguezuelo, de hasta nueve años, huyendo del tropel, y deseando oír algo de música, se subió a la bóveda de la iglesia y por un agujero de lo alto de ella cayó abajo y no se hizo mal y testificaban que había dado de cabeza. Esto fue notorio, aunque yo no lo vi”.


Resources

Reliquary of the arm of San Torcuato

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procession with the relic of San Torcuato. Picture by Torcuato Fandila

San Torcuato gate

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Missa Iste Sanctus. Francisco Guerrero

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Location/s:
Date: 27-2-1593 / 1-3-1593
Periodicity: No periodicity
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