The life story of the blind Franciscan organist Friar Tomás de San Antonio († 1671)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The life story of the blind Franciscan organist Friar Tomás de San Antonio († 1671).
Keywords
to play the organ , Tomás de San Antonio (blind organist, Franciscan)
Fray Alonso de Torres, cronista de la provincia franciscana de Granada, nos acerca a la figura del organista ciego fray Tomás de San Antonio a la que dedicamos este pequeño artículo. Como veremos, ambos se conocieron y tuvieron un trato personal, lo que hace que los datos referidos a su trayectoria vital y profesional puedan considerarse bastante fidedignos.
Fray Tomás de San Antonio, religioso lego franciscano, fue natural de Ibros (Jaén). Hijo de “labradores honrados” con una posición económica desahogada, ya que tenían a su servicio jornaleros asalariados. Como consecuencia de “unas viruelas”, Tomás perdió la vista a los dos años; siendo consciente de que su ceguera era un impedimento para profesión religiosa: “se enseñó a tocar el órgano, en que salió muy hábil, para esta ocupación tomó el hábito de religioso lego en el convento de N.P. San Francisco de Baeza”. La proximidad de Ibros y Baeza (Jaén), distantes unos cuatro kilómetros, apunta a que fuera en esta última ciudad, sede obispal, en la que el fraile que nos ocupa aprendiera a tañer el órgano, destreza esta que sería la clave para el ingreso en el convento baezano de San Francisco.
El cronista franciscano prosigue con la biografía de fray Tomás de San Antonio dando cuenta de su traslado al convento de San Francisco de Jaén, lugar en el que ambos coincidieron, así como de la estrecha amistad que le unió en el cenobio giennense a fray Alonso de San Martín: “De aquí [Baeza] pasó al convento de San Francisco de Jaén por organista, donde yo era lector de Teología Sagrada”.
Su precaria salud, motivada por sus excesos en “las raras mortificaciones en que consumió su vida”, hizo que los médicos le prescribieran que regresara a Ibros para recuperarse. En su pueblo natal desarrolló una intensa labor pastoral, la cual contribuyó a empeorar su estado y, finalmente, le condujo a la muerte el 10 de enero de 1671. El prior de la iglesia de San Pedro y San Pablo de Ibros, el maestro Luis de Rus, hizo que le enterraran en “el colateral del altar mayor, a la mano derecha”.
Como hemos visto, el caso de fray Tomás de San Antonio incrementa la nómina de organistas ciegos que sirvieron los órganos de instituciones sacras regulares y seculares a lo largo de toda la geografía de las coronas hispanas. Con frecuencia, estas fuentes secundarias y colaterales son, en el caso de las órdenes religiosas masculinas, cuya documentación suele ser muy fragmentaria o, en ocasiones, prácticamente inexistente, las únicas que nos permiten documentar la presencia en ellas del órgano y conocer los nombres de algunos de los tañedores encargados de solemnizar su liturgia conventual.