Singing of endechas at the convent of the Angel Custodio (1665)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Abstract

Fray Tomás Montalvo, biographer of Beatriz María de Jesús, abbess of the convent of the Ángel Custodio in Granada, gives us news of her fondness for music and of the custom that the nuns of her community had of singing endechas in their leisure time.

Keywords

endechas , Pange lingua (hymn) , women and musical networks project , Beatriz María de Jesús (= Beatriz de Enciso, nun, Franciscan) , nuns


Beatriz de Enciso, hija de Lorenzo de Enciso y Navarrete y de Bárbara de Torres, naturales de Granada y miembros de la oligarquía local, nació el 23 de abril de 1632. Ingresó en el convento del Ángel Custodio el 6 de enero de 1664. Gozo de notable fama en su tiempo, siendo muy conocidos sus constantes arrebatos místicos (“raptos”) y visiones que la acompañaron toda su vida. En algunos de ellos, se sumaba, por mandato divino, a cantar con “los ángeles”, y así relataban sus compañeras haberla oído cantar el himno Pange lingua: “fue este caso de grande admiración, por no haberla oído otra vez cantar con voz tan sonora y tan ajena de su natural sonido”.

Estando enferma, el 10 de agosto de 1665, siendo ya abadesa, sus compañeras le cantaron una endechas:
“Quisieron las religiosas alegrarla, y le cantaban unas devotas endechas, en que pudiese desahogarse su espíritu. Era sor Beatriz naturalmente aficionada a la música y siendo esta en materia de devoción, y con fin tan piadoso, se aplico a oírla, alegrándose con sus ecos”.

Las endechas fueron un género presente habitualmente en los conventos femeninos desde el siglo XVI, cultivado por monjas poetas y músicas de la talla de sor Juana Inés de la Cruz o sor Marcela de San Félix. Constan de estrofas de cuatro versos, con métrica variable y una rima habitual asonante de los versos pares.

En una de las numerosas anécdotas que nos relata su biógrafo, anteriores a su profesión como religiosa, nos da cuenta, igualmente, de lo habitual que era este ejercicio de la música, en otros cenobios femeninos granadinos, como esparcimiento de la religiosas que los habitaban:

“Acompañaba una vez la venerable Beatriz a su madre y hermanas en una visita de religiosas, en un locutorio, donde para mayor agasajo y recreo cantaron las músicas, acción no muy rara en los conventos no muy reformados. Luego que comenzaron a cantar, arrebató el Señor el espíritu a su sierva, dándole a entender no gustaba oyese aquellas voces, ni atendiese a festejos de la tierra, pues su comercio había de ser solo en los cielos. Lo cierto es que no puede ser del agrado de su Magestad que las religiosas consagradas a su culto hagan gala de la destreza de sus voces en los locutorios, debiéndola reservar para tributar en el coro al Soberano Esposo divinas alabanzas. Este abuso debieran impedir los prelados, no permitiendo se profanasen las personas y los lugares sagrados con el título de festejo”.

Resources

Portrait of Sister Beatriz María de Jesús