The entry of the knight Suero de Quiñones into León (1434)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Abstract

After thirty days of the tournament organised by the knight Suero de Quiñones at the bridge of the Hospital de Órbigo (León), on Wednesday 11th August, he returned, accompanied by his nine companions, to León, entering the city accompanied by trumpets and minstrels to go to the cathedral, where, after praying and going round the choir, they made their way to the palace that the Quiñones family had in the city, where they stayed to recover from their wounds until the celebration of the Virgin of August (15th August).

Keywords

entry , street music , Suero de Quiñones , knights , wind players , minstrels of the city council , crowd , horses


Tras haber estado justando durante treinta días, defendiendo el Paso Honroso, el miércoles 11 de agosto de 1434, Suero de Quiñones y sus nueve compañeros hicieron su entrada en la ciudad de León, donde el primero de ellos tenía su casa:

“Fueron recibidos muy honradamente de todos los caballeros y personas de estado que eran en la ciudad, y los metieron por la puerta que dicen de Rua Nueva, llevando delante tocando sus trompetas e menestriles altos con los menestriles que de la ciudad se les juntaron vestidos de nuevo de la librea del buen capitán Suero de Quiñones y todos tocando a maravilla para mayor autoridad de la honrosa entrada. Llevaron su camino por San Isidro hasta Nuestra Señora Sancta María de Regla, iglesia mayor y catedral de la ciudad de León, y descabalgando todos fuera, entraron a facer su oración delante del altar mayor e levantados de allí con el capitán Suero, dieron una vuelta en rededor del coro e salieron fuera, tornaron a se poner a caballo y retumbando siempre las trompetas delante, caminaron a los palacios del discreto e famoso caballero Diego Fernández de Quiñones, padre de Suero de Quiñones, que son en el barrio de Palaz de Rey, donde todos fueron muy bien recibidos e servidos de cuanto les fue menester”.

Podemos considerar este caso como uno de los escasos ejemplos de entradas de caballeros en ciudades de la Corona de Castilla en los que se nos proporcionen algunos detalles de su desarrollo y recorrido. Debieron llegar a León atravesando el puente de San Marcos, donde, el 10 de julio, se había colocado una escultura de mármol de un faraute, hecha por Nicolao Francés, “maestre de las obras de Santa María de Regla de León”, con la mano derecha señalando el camino francés y en ella “una letras que decían: por ahí van al Passo”. Siguieron por la “Rua Nueva” (calle Renueva) para entrar en la ciudad por la puerta de Renueva (situada en la brecha en la muralla al inicio de la actual calle Abadía). En la catedral, en esa fecha, el coro estaba situado en el presbiterio, por lo que se detendrían a orar en el centro del transepto, recorriendo posteriormente todo el extenso perímetro del presbiterio por su parte externa.

El palacio de Pedro Suárez de Quiñones, construido en el siglo XIV, se encontraba en la esquina suroeste de la antigua muralla romana (actualmente Palacio del Conde Luna).

Permaneció Suero de Quiñones con sus compañeros en León hasta la celebración de la la festividad de la Virgen de Agosto (15 de agosto), tiempo en el que gratificó con joyas, ropas “y otras cosas de precio” a sus compañeros, al rey de armas, al faraute “e a trompetas e ministriles” y pagó lo que debía a los armeros y otros oficiales que habían servido en el Paso Honroso.

De León, Suero de Quiñones fue a “Laguna Villa del Páramo de Astorga”, lugar en el que se encontraban sus padres y donde se recuperó totalmente de las heridas sufridas en las justas. Repuesto de ellas, “fue en romería derecho a Compostela al Apóstol Santiago”, tal y como había prometido.

Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1441/hospital-de-orbigo.

Resources

San Marcos bridge

Presbytery and the place where the old choir used to stand

Pedro Suárez de Quiñones palace

Knights. Traité de la forme et devis comme on peut faire les tournois. René I d'Anjou, fols. 57v-58r