In 1618,
the faculty of Salamanca University agreed to a statute that would bind them to
defend the dogma asserting that the Virgin Mary was free of original sin from
her conception. Central among the events organized by the University to
celebrate this accord was a Mass celebrated in the cathedral. In what we now
know to be one of the last references to a work composed by the
cathedral's chapelmaster Sebastián de Vivanco, we learn that for
the occasion composed a mass in honor of the Immaculate Conception. In
addition to the Mass, some villancicos were sung, and it is likely that these,
too, may have been composed by Vivanco.
Keywords
mass of the Conception of Our Lady ,
the Immaculate Conception songs (villancicos) ,
the pealing of bells
,
Sebastián de Vivanco (composer, chapel master) ,
capilla de música de la catedral de Salamanca
Sebastián de Vivanco ocupó simultáneamente durante los dos primeros decenios del siglo XVII los dos puestos musicales más importantes en la ciudad de Salamanca: catedrático de música de la Universidad y maestro de capilla de la Catedral. A pesar de ser sobre todo lo que hoy llamamos un músico práctico (compositor y no escritor teórico) no parece que Vivanco se ocupara de participar como compositor, director o intérprete en las fiestas y celebraciones universitarias en que la música ocupaba algún lugar. Es más, aunque fuera la capilla de música de la Catedral la que acudiese a la Universidad cuando se requería la presencia del canto de órgano, probablemente lo hacía sin la participación directa de su maestro. Por ello, cuando la Universidad y sus miembros salían en procesión, Vivanco ocupaba el puesto que le correspondía como catedrático de junto al resto del claustro universitario. Al menos así figura en alguna relación de este tipo de festejos.
En la procesión que organizó la Universidad con ocasión del estatuto y juramento de la Inmaculada Concepción el 28 de octubre de 1618 participó la capilla de música de la catedral, que cantó diversos villancicos –como ya se ha relatado en otro artículo anterior–, pero no hay especial razón para atribuirle su autoría ni alguna participación.
http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1501/salamanca
Una de las mayores desilusiones que el investigador tiene al buscar en los libros de justificantes de cuentas de los gastos de la Universidad con ocasión de aquellas fiestas, es el contraste entre un recibo firmado por Lope de Vega por la comedia que escribió para la ocasión, y unas hojas después el documento firmado por Vivanco el 6 de mayo de 1620, que no tiene las más mínima relación con la música, sino con la devolución del préstamo de 500 reales que había hecho a la Universidad para las fiestas. Y es que, efectivamente, en el claustro de diputados de la Universidad de 1 de septiembre de 1618 se expuso cómo "para hacer la fiesta del juramento de Nuestra Señora de la Conceptión es necesario dineros y la Universidad no los tiene y para que no se pida facultad, personas particulares de la Universidad podrían prestar lo necesario". Vivanco, como otros claustrales, prestó 500 reales.
Desde el primer momento, cuando el 17 de abril se planteó en claustro hacer el "juramento y estatuto de defender la limpieza y pura Concepción de Nuestra Señora", Vivanco fue de los que votó a favor.
Hasta aquí la relación de Vivanco como catedrático con la procesión y juramento. Pero como maestro de capilla, su participación musical fue mayor y más directa. La Relación de la fiesta cuenta cómo esta llegó a la Catedral:
"a las dos y media de la tarde [había salido de Santa Úrsula a las once de la mañana], recibióla el cabildo a la puerta principal, que sale a la calle nueva. Anduvieron en la torre a un tiempo todas las campanas, que son tantas y tan sonoras, que alegraban la gente con la novedad; y daban nuevas de la fiesta a muchos lugares de la comarca. Estaba la Iglesia llena de gente, gran prueba de su piedad y devoción; porque siendo la hora tan incómoda, y habiéndose de pasar hasta la noche en el mesmo peso, se supo olvidar de todo, entretenida como Moysén con la contemplación del misterio y música de los oficios. [...] Començose luego una misa que había compuesto para aquel día el maestro Sebastián de Vivanco cathedrático de música de la Universidad y maestro de capilla de la Iglesia, y él y los cantores la oficiaron con tan gran destreza que parecía de ángeles el coro."
El dato es ciertamente importante, en primer lugar porque no se sabe nada de qué obras pudo escribir Vivanco después de la publicación de sus tres grandes libros de coro en Salamanca; de hecho, sólo se conocen seguras las misas de gloria que incluyó en la edición salmantina de 1608. En segundo lugar, por lo infrecuente de que se dé el dato de un compositor en una relación de fiestas del barroco español; Vivanco es citado al menos en otras tres relaciones: la manuscrita anónima sobre el traslado de los restos del Gran Duque de Alba y su entierro en la iglesia del convento de San Esteban de Salamanca en 1619, y las impresas sobre las fiestas con ocasión del traslado de la imagen de Nuestra Señora de la Fuencisla de Segovia en 1613 (por Jerónimo de Alcalá Yáñez, y de la beatificación de Santa Teresa en Salamanca el 10 de octubre de 1614 (por Fernando Manrique de Luxán)
https://historicalsoundscapes.com/en/evento/1430/salamanca
Todo ello es índice elocuente de la fama y el buen nombre de que gozaba en Salamanca.
Además de las partes del común de la misa escrita por Vivanco "cantáronse a propósito de la solemnidad del día y juramento de la Universidad los villancicos siguientes:
Villancico
El Tormes os jura esenta
de pecho Virgen sin par;
verdad debe de jurar
pues que jura y no revienta.
Si con mentira jurara
claro está que a Dios vendiera,
y si paz falsa le diera
no hay duda que reventara.
Mas si por vos se declara
jurando Virgen que intenta
que de la primera afrenta
sola os pudistes librar,
verdad debe de jurar
pues que jura y no revienta.
¿Qué pecho debistes vos
princesa, y por hecho ajeno
si siempre del cielo lleno
le distes Virgen a Dios?
Sois muy conformes los dos;
el sol que en negra tormenta
las ciegas nubes avienta;
y nos estrella del mar.
Verdad debe de jurar
pues que jura y no revienta.
Villancico
Que jurado lo tiene el baño
de no hacer de lo negro blanco.
Jurado tiene el Jordán,
que aunque más sus aguas laven
nunca las penas se acaben
de los excesos de Adán,
y pues a vos no os la dan
denos por libre doctores
de la sierpe que entre flores
a tantos picó en su daño.
Que jurado lo tiene el baño
de no hacer de lo negro blanco.
De que la Universidad
os jure Virgen, me alegro,
que no llama blanco al negro
ni hermosura a la fealdad,
es esquiva la verdad,
y no puede aunque quisiera,
tener la voz lisonjera
y el semblante tan huraño;
que jurado lo tiene el baño
de no hacer de lo negro blanco."
Es posible, incluso probable, que Vivanco fuera también el compositor de la música de estos villancicos. No se conoce ninguno compuesto por él, a pesar de que el componerlos fuera una de sus obligaciones habituales en las catedrales en que trabajó. También se le atribuyen los escritos para la procesión del traslado de los restos de San Segundo a la catedral de Ávila el 11 de septiembre de 1594, de los que sólo se conoce la letra. Con estos dos, y quizás alguno de los cantados en esta procesión salmantina, se incrementa el número de su corpus de obras en castellano conocidas pero no conservadas.