Matins of the Feast of Resurrection
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The Matins of Easter was a particularly solemn time in the cathedral of Granada, with a procession that went through the ambulatory with stations in different chapels, in each of which the music chapel performed a motet.
Keywords
matins of Easter , the pealing of bells , motet , procession , mapping Francisco Guerrero , Francisco Guerrero’s manuscript works , Caro mea vere est cibus (motet) , Regina celi (motet) , Haec dies quam fecit Dominus (motet) , Surrexit Pastor bonus (motet) , O sacrum convivium (motet) , confraternities project , bell-ringer , music chapel of the cathedral , Luis de Aranda (chapel master, composer) , Francisco Guerrero (composer, chapel master) , chaplains , confraternity of the Holy Sacrament at the cathedral , confraternity of the Blessed Sacrament or the Holy Name of Jesus at El Sagrario church
En el siglo XVIII, los Maitines del día de Resurrección se encontraban perfectamente codificados, probablemente siguiendo una tradición bien establecida desde hacía tiempo. El repique de campanas empezaba a las dos de la madrugada, a las dos y media entraba la campana gorda y a las tres menos cuarto el esquilón. En la capilla de San José, los sacristanes adornaban el altar, preparaban el palio y disponían la custodia en las andas, ya que en ella se celebraría la misa de la consagración de la hostia para la procesión. El caniculario (o perrero, encargado entre otras cosas de sacar los perros de la iglesia) ponía los tafetanes en esta capilla, las alfombras en las peanas de los altares de las capillas donde entraría la custodia y los hacheros en el coro y en los altares colaterales de San Bernardo y del Santo Cristo. Los lucernarios prevenían todo lo necesario para la celebración de unos maitines solemnes con velillas blancas y otras mayores para la procesión.
La puerta de la catedral se abría al empezar a tañer los Maitines. Los Maitines eran celebrados por el deán. Se cantaban a cuatro voces el Invitatorio y el Te deum laudamus. El Benedictus se cantaba “a fabordón” y la antífona Haec dies “a canto de órgano”, es decir también en polifonía. Las lecciones y las Laudes eran cantadas. A la primera lección, salían el canónigo semanero con un colegial para decir misa en la capilla de San José, donde consagraba dos hostias, una para la misa y otra para ponerla en el viril de la custodia. Al iniciarse Laudes, salían del coro dos racioneros y cuatro capellanes, para vestirse de diáconos y presbíteros, respectivamente, ya que eran los encargados de llevar la custodia, cruz y ciriales en la procesión. Acabadas Laudes, todos se dirigían a la capilla de San José, donde se repartían las velas para la procesión, la cual encabezaba la Hermandad del Santísimo Sacramento. La procesión entraba en las capillas de Santa Ana, San Juan de Dios, Santa Teresa y Nuestra Señora de la Antigua, para terminar depositando la custodia en el altar mayor. En todos estos lugares se cantaba un motete a cuatro voces, seguido de un verso y oración.
Se han conservado los motetes que se cantaban en esta procesión en los llamados Libros pajizos, denominados así debido al color de sus cubiertas. Se trata de cuatro libros de polifonía manuales (tiple, alto, tenor y bajo), copiados en pergamino probablemente en el siglo XVIII, en los que conviven el repertorio canonizado del siglo XVI con el del siglo XVIII y los que se han añadido dos obras ya en el siglo XIX. Los motetes que se cantaban en la procesión son anónimos en esta fuente y por el momento solo he podido identificar dos de ellos. Según el orden en el que aparecen en esos libros: [Luis de Aranda] Regina caeli (“Procesión de Resurección. Capilla de Nuestra Señora de la Antigua”), Haec dies quam fecit Dominus (“Capilla de San Juan de Dios”), Surrexit Pastor bonus (“Capilla de Santa Theresa”), O sacrum convivium (“Capilla de Señora Santa Ana”) y [Francisco Guerrero] Caro mea vere est cibus (“Capilla Mayor”).