Annual procession to the church of San Juan de la Palma
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
procession , vespers , mass , Christmas song (villancico) , motet , litany , cathedral chapter , music chapel of the cathedral , wind players
La festividad de San
Juan Bautista en la diócesis de Sevilla tenía una categoría de segunda dignidad
y se oficiaba con cuatro capas. Desde al menos 1415 está documentada en la
catedral la procesión de San Juan Bautista y desde 1435 la tradición de traer
juncia y cañas para la fiesta de San Juan. No queda claro en qué momento se
inicia la costumbre de ir a celebrar la fiesta en la iglesia de San Juan de la
Palma. La procesión ya se cita en 1487, en la que iban seis mozos con los
cirios. En las actas capitulares de 1488 se explicita claramente: “que se haga
procesión a San Juan de la Palma el día de San Juan Baptista”. Como era
habitual, siempre que el cabildo se desplazaba para decir misa en otra
institución regular o secular iba acompañada de algunos de sus efectivos
musicales. No sabemos desde que fecha adoptaría la formulación que tenía a
principios del siglo XVIII y que era similar a la de la procesión que iba a la
ermita de San Sebastián el 20 de enero. Las Vísperas: “va con la Diputación la
mitad de la música y ministriles y se sirven las Vísperas de segunda clase y se
repite la quinta antífona de Vísperas y la de Magnificat; al himno se canta un
villancico a cuatro”. La procesión del día de la fiesta partía de la puerta del
coro de la catedral, después de la misa de Tercia: “comienza el canto llano a
cantar las antífonas de Laudes y, en acabando, tañen los ministriles y van
alternando a versos con el coro que canta himnos... cantan los seises el verso Felix nanque y, más adelante, cantan el
verso Ora pro populo, a el cual
responde la música... canta la capilla de música un motete a dos coros y un
bajón da tono para comenzar... la misa se sirve como si fuera en esta Santa
Iglesia, porque es segunda clase. Hay sermón. Luego que sea hora de volver la
procesión (que es con letanía) estará pronto un bajón para dar tono a los
señores que la han de cantar”. En la misa: “tañen los ministriles después de la
Epístola y después de la antífona post
Communio, y después de alzar se canta el motete del santo y no hay
villancicos”. Sin que se pueda precisar desde qué fecha, la procesión hacía
estación al pasar por la colegiata de San Salvador: “y acabada la oración se
tañe un poco”. Si caía en la octaba del Corpus: “va la procesión a su iglesia
[de San Juan de la Palma], recíbese con ministriles, se canta un motete y la
oración del santo y se vuelve cantando la letanía y en esta Santa Iglesia
[catedral] se dice la misa del Santo”.
El inventario de
1588 de libros de polifonía de la catedral, recoge los siguientes ítems: “otro
libro de misas y otras cosas, para cuando va la procesión fuera de la iglesia,
encuadernado en papelón y becerro colorado, doradas las hojas / Motetes para
las procesiones, en ocho libros pequeños, de muchos autores, encuadernados en
papelón y becerro azul, dorada la hoja”. En el inventario de 1644, se incopora
“un librete nuevo de letanías, en pergamino y aforrado en cabritilla negra”, el
cual en el inventario de 1724 se recoge del siguiente modo: “un librete de
pergamino, con cubierta de lo mismo, en que está escrita la Letanía mayor, para
que los seises la repitan en la procesiones”. Ese último inventario de 1724
recoge un libro que “sirve a los ministriles para las procesiones” con un
variado repertorio del siglo XVI.