Coranic psalmody in the madarasas of Seville
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
coranic psalmody , teacher , children , Ibn ʿAbdūn (faḳīh or a ḳāḍī or a muḥtasib)
En este evento nos retrotraemos de nuevo a nuestra cronología habitual para desplazarnos a la Sevilla de finales del siglo XI y principios del XII de la mano del autor hispalense Ibn Abdún y de su Tratado sobre la judicatura y la hisba (Risāla fī-l-qadā wa-l-hisba). Ibn Abdun al tratar sobre las mezquitas de barrio nos informa que eran no solo lugares de culto sino también las escuelas en las que los niños recibían las enseñanzas primarias y aprendían el recitado del Corán. Se muestra contrario a que esta actividad se haga en su interior, prefiriendo las galerías externas a ellas. Critica duramente a lo maestros de esas escuelas que actúan con poco celo en la instrucción de sus alumnos y destaca la importancia de la dicción en la recitación de los textos coránicos:
“Los maestros no deben tener demasiados niños. Se les prohibirá que los tengan; pero yo digo que no harán caso, porque nunca se pone uno al servicio del común, sobre todo para la enseñanza, ni enseña nada como hace falta. La enseñanza, en efecto, es un arte que requiere saber las cosas y tener práctica y paciencia de inculcarlas. Es como la doma de un potro reacio al que hay que tratar con habilidad, gracia y cariño, hasta que se domestica y acepta ser dirigido. Ahora bien: la mayoría de los maestros son unos ignorantes en el arte de enseñar, porque saberse de memoria el Alcorán es una cosa y el enseñar es otra cosa muy distinta que solo domina a la perfección el que de veras la sabe. Enseñar debe consistir en hacer que el alumno aprenda a recitar el Alcorán con una dicción armoniosa, a tener una bella escritura y a descomponer una palabra en sílabas, y si el alumno es ya mayor, hacer que rece como es debido, escribiéndoles la profesión de fe y lo que ha de decirse en la oración. A los maestros de escuela incumbe proporcionar a los alumnos… una bella letra, una buena dicción, una hermosa recitación del texto alcoránico y el conocimiento de las pausas y acentos al recitar. Nada hay en el mundo más útil que este último conocimiento para el que escribe y lee, y que el del cálculo para el que compra y vende”.
Los datos epigráficos y literarios proporcionan el nombre de 23 mezquitas de barrio en Sevilla y únicamente la situación aproximada de un reducido número de estas. Los documentos cristianos de la época en la que la ciudad islámica estaba relativamente intacta dan cuenta de 72 mezquitas. En posible que su número superara el centenar.