Professional muslim and juif mourners at the burials in Seville (14 th)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The city of Seville's Ordinances, made by King Alfonso XI and dating 30th November 1337, have several clauses related to the restrictions on the expenses made during funerals. Some of these clauses affect the way mortuary ceremonies were conducted and, among them, we are particularly interested in the mourners. They were one of the defining elements of the soundscape of the funerals that took place during this time.
Keywords
burial , women and musical networks project , professional mourners
“XXVIII. Otrosí. Ordenamos et tenemos por bien que si algún rico-hombre o rica-hembra finare que non lleven con el cuerpo a la iglesia más de veinte cirios e diez canastas de pan e diez cántaras de vino para ofrenda. Otrosí. La ofrenda de los dineros que sea hasta ocho maravedís, si quisiere, et no más.
XXIX. Otrosí. Si algún caballero o ciudadano u otro alguno, o alguna mujer finare que non lleven con el cuerpo a la iglesia más de diez cirios et diez canastas de pan et cinco cántaras de vino para la ofrenda si quisieren; et la otra ofrenda de los dineros que sean fasta cuatro maravedís si quisiere, et non más, et que non los lleven en vaso de plata.
XXX. Otrosí. Que por cualquier que finare que fagan nueve días et añal et non más.
XXXI. Otrosí. Cuando algún rico-hombre, o caballero, o ciudadano o alguna de sus mujeres finare u otro cualquier que non fagan llanto por el más cuanto el cuerpo sea encomendado et después que lo non fagan, nin traigan, y, moras nin judías para facer llanto al enterramiento, nin a los nueve días, nin al cabo de año”.
Resulta de particular interés la noticia de la presencia habitual de plañideras musulmanas y judías en diferentes momentos del duelo medieval, generalmente en torno al lecho del moribundo, en el velatorio y en el cementerio, lo cual era una costumbre muy extendida. Las plañideras, con una larga tradición que se remontaba a la antigüedad, pagadas por los familiares del finado, proporcionan al evento un marcado carácter dramático, gritán, lloran, rezán, pero también se agitan, se golpean, arañan la cara y mesan los cabellos en señal de dolor.