Ruiz Jiménez,
Juan Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
motet ,
to play the organ
,
Francisco Peraza I (composer, organist) ,
Francisco Peraza II (composer, organist) ,
Francisco Correa de Arauxo (composer, organist)
La práctica de
interpretar motetes al órgano se remonta a la Edad Media. En Sevilla, podemos
documentar esta modalidad interpretativa que debía estar bastante extendida en
dos localizaciones distintas. El 11 de julio de 1586, el cabildo catedralicio ordenaba
al racionero organista Francisco Peraza I: ‘ponga algunos motetes de diversas
festividades en el órgano y que taña y sirva por su persona’. No se ha
conservado ninguna obra que podamos atribuir con seguridad a este extraordinario
intérprete y compositor, que según el retrato literario dejado por Francisco
Pacheco debió ser bastante prolífico (véase el evento correspondiente en la
catedral). La segunda referencia es indirecta. En 1619, concurrían a las
oposiciones a la plaza de racionero organista de la catedral de Toledo dos
candidatos naturales de Sevilla y muy vinculados a la ciudad: Francisco Peraza
II, hijo natural de Francisco Peraza I, y Francisco Correa de Arauxo. Este
último, en esa fecha, era organista de la colegiata del Salvador. Entre las
pruebas que tuvieron que pasar: "fueron examinados de tañer un motete de cuatro
voces que el día antes a la dicha hora, les fue entregado, para que le trajesen
estudiado y le tañesen de memoria". Correa de Arauxo, en el capítulo cuarto de
la sección introductoria “Síguese el arte de poner por cifra” de su Libro de tientos y discursos de música
práctica y theórica de órgano, intitulado Facultad
Orgánica...
(Alcalá de Henares: Antonio Arnao, 1626), fol. 15r, hace referencia a los
motetes, con algunas indicaciones sobre su ornamentación con “quiebros” o “redobles” [ver recurso].