Harpsichords, organs and pianos builders in Sevilla (1755)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The Respuestas Generales del Catastro de Ensenada corresponding to the city of Seville (1755) allow us to know that in this city five harpsichords and organs builders carried out their activity, whose salary was regulated at ten reales (340 maravedís) per day.
Keywords
musical instrument making , piano , harpsichord , Francisco Pérez de Mirabal (harpsichord and piano maker) , Francisco Pérez de Valladolid (organ builder) , Juan de Chavarría [Echevarría] Murugarren (organ builder) , Francisco Vicente Ortíguez, el Valenciano (organ builder)) , organ builder , luthier
Las Respuestas Generales del Catastro de Ensenada correspondientes a la ciudad de Sevilla están fechadas el 11 de septiembre de 1755. En ellas se recogen:
“Cinco maestros fabricantes de claves y órganos, cuyo jornal está regulado al respecto de diez reales de vellón al día”. Igualmente se especifica el total de sus ingresos anuales: “a cinco fabricantes en claves y órganos, catorce mil ochocientos y cincuenta reales”.
En Sevilla, las Respuestas Particulares del citado catastro se han perdido, por lo que resulta difícil concretar quiénes eran estos cinco constructores de instrumentos de teclado. Uno de ellos debía ser Francisco Pérez de Mirabal, cuya actividad como constructor de instrumentos de tecla en Sevilla puede documentarse desde 1745 hasta 1773. El constructor de claves y pianos Juan del Mármol tenía solo 18 años en 1755, por lo que es posible que todavía no hubiera abierto su taller y estuviera trabajando como oficial con Pérez de Mirabal.
Otros posibles integrantes de este grupo de “cinco” pudieron ser Francisco Pérez de Valladolid, maestro mayor de los órganos del arzobispado de Sevilla, que entre 1753 y 1762 se encontraba construyendo un nuevo instrumento para la iglesia de Santa Ana; Juan de Chavarría [Echevarría] Murugarren, maestro organero de la catedral desde el año 1744 y, probablemente, Francisco Vicente Ortíguez, el Valenciano, que había construido el órgano del Evangelio de la catedral y que podía seguir vivo y en activo en 1755, ya que no será hasta 1760 cuando su viuda pida una ayuda “para socorro de sus necesidades" y una beca para su hijo en el seminario de San Isidoro, “en atención a los méritos de tantos años de servicio de su marido”.
