Procession and feast of the dedication of the new church of the convent of Corpus Christi (1686)

El convento del Corpus Christi, al igual que otros cenobios granadinos, tiene una historia itinerante que lo conduce hasta su actual emplazamientos urbano. El germen de esta fundación se retrotrae a un pequeño beaterio en el Albaicin, impulsado por Antonia López Jiménez (Antonia de Jesús) en 1634. En 1643, parte de la comunidad se traslada a la calle de la Cárcel y en 1655, a petición de Antonia de Jesús, llegán desde el convento de la Encarnación de Valladolid tres hermanas para trasformar ese beaterio en un convento de agustinas recoletas.

El traslado definitivo a la calle de Gracia tendrá lugar el 25 de septiembre de 1671, de la mano de una de esas tres fundadoras, Antonia de la Madre de Dios, que en esa fecha era la priora del convento. Gracias a los fondos aportados por un tío y un sobrino de la priora, asentados en las Indias, se pudo erigir el nuevo templo en un plazo de diez años, el cual fue inaugurado el 9 de junio de 1686, con la habitual ceremonia procesional del traslado del Santísimo, posiblemente desde la parroquia más cercana que era la de la Magdalena, y la posterior misa de la dedicación del templo, que fue solemnizada con la asistencia de los cabildos ciudadano y catedralicio y con la actuación de la capilla de música de la catedral.