The use of the organ in the convent of San Isidoro del Campo (1727)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
to play the organ ,
El libro de costumbres del monasterio jerónimo de San Isidoro del Campo (1727), situado extramuros, a unos siete kilómetros de la ciudad, en Santiponce, nos ofrece un valioso testimonio del uso del órgano en un cenobio de esta orden:
“El organista tañe el órgano grande en todas las fiestas de prior y de vicario, en dobles mayores de rito y aparato y en fiestas de guardar. En las tres primeras clases de las dichas da tono al celebrante, todas las veces que en la misa dice Dominus vobiscum, y para el evangelio y prefacio, y acompaña todas las responsiones; lo mismo hace para las oraciones de vísperas, laudes y tercia y para los versos y cánticos, y para los salmos que cantan a fabordón, para lo cual lleva visto el tono de cada cosa. En fiestas de prior, da tono para el Deus in adjutorium, de vísperas y tercia, en la cual alterna el himno y acompaña a fabordón el 1º y 3er salmo, y los versos, en las vísperas da tono a los cantores y acompaña a fabordón el 1º, 3º y 4º salmo, alterna el himno y acompaña los versos y responsiones y la salve, y toca el intervalo mientras sale el coro de la comunidad... y en toda fiesta de rito menor sirve el órgano pequeño”.
Este texto pone de manifiesto la presencia de dos órganos en el monasterio, un órgano “grande” y, posiblemente, un realejo. Además de dar el tono y acompañar y alternar con los cantores diferentes textos litúrgicos de la misa, de las horas del oficio y en otras circunstancias como procesiones o celebraciones litúrgicas ocasionales, el organista también interpretaría un repertorio libre en ese “intervalo mientras sale el coro de la comunidad”, en el cual tendrían cabida las diferentes formas de la literatura organística que encontramos en diversas fuentes musicales de la época, al igual que en la procesión hasta el Introito, en la Elevación y en la Comunión.