Motet por the second Sunday in Lent in the cathedral and collegiate church of El Salvador in Seville
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
Clamabat autem mulier Cananea (motet) , Second Sunday in Lent , motet , music chapel of the cathedral , music chapel of the collegiate church of San Salvador (Granada) , Pedro de Escobar (composer, chapel master, singer) , Cristóbal de Morales (composer, chapel master, singer) , Rodrigo de Ceballos (composer, chapel master) , Vicente Lusitano (composer) , Juan Domingo Vidal (composer, chapel master)
En la catedral de Sevilla, al menos desde principios del siglo XVI, el motete interpretado en la misa del segundo domingo de Cuaresma (Dominica secunda Quadragesimae) era Clamabat autem mulier Cananea. Servía de comentario musical al Evangelio según San Mateo (15: 21-28) propio de esta festividad en la diócesis hispalense. La letra procede de diferentes textos del oficio correspondiente a ese día que se encuentran ya en el breviario hispalense más antiguo conservado, el cual data de la primera mitad del siglo XV. La primera versión conocida es la de Pedro de Escobar, maestro de capilla de la catedral de Sevilla entre 1507 y 1513, momento en el que debió componer esta obra. Este hecho puede justificarse por la conexión litúrgica que hemos señalado del texto con esta institución y porque, una vez deshecha la errónea identidad que durante muchos años se había mantenido entre Pedro de Escobar y Pedro de Porto, sus años en Sevilla son los únicos que, por el momento, conocemos de la trayectoria vital de este compositor. En 1570, Francisco Guerrero publica una nueva versión de este motete en su libro Motteta (Venecia, 1570), la cual probablemente desplazó la obra de Escobar. Con la adopción del misal romano en la diócesis de Sevilla, en la década de 1570, el evangelio de ese día cambió por el de la Transfiguración (Mateo, 17), pero el Clamabat autem debió seguir interpretándose en la catedral de Sevilla, ya que Guerrero volvería a incluir la primera parte del motete en su último impreso veneciano de 1597. A lo largo del siglo XVI, este texto fue usado también para la creación de sendas versiones por dos compositores fuertemente ligados a Sevilla en distintos momentos de su vida: Cristóbal de Morales y Rodrigo de Ceballos. Existe una versión más de Vicente Lusitano que publicó en su Liber primus epigramatum (Roma, 1551). Ya en el siglo XVIII, el maestro de capilla de la colegiata del Salvador de Sevilla Juan Domingo Vidal (1759-1788) compondrá otra versión a cuatro voces sobre la primera parte de este texto, con la indicación “Dominica II Quadagesimae”, la cual se ha conservado en el manuscrito de la catedral de Cádiz Compendium musicorum carminum (Lara, 1807) que contiene un ciclo de motetes para Adviento y Cuaresma.