José [López] Pintado (1741-1819), a Jesuit musician from Sevilla
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
José [López] Pintado, grandson of Manuel López-Pintado Almonacid, 1st Marquis of Torreblanca, was born in Seville on 12 January 1741. He entered the Society of Jesus in 1755 and was one of the exiles in Italy when the Jesuits were expelled in 1767. In Rome he published his Vera idea della musica, e del contrapunto. He died in Seville on 1 October 1819.
Keywords
music education , domestic music making , José López Pintado (jesuit, musicólogist) , Manuel López-Pintado Almonacid (I marqués de Torreblanca)
José [López] Pintado, natural de Sevilla, nació el 12 de enero de 1741. Era hermano de Fernando López-Pintado y Medina, II marqués de Torreblanca del Aljarafe, Teniente de Alguacil Mayor de Sevilla, hijo de Manuel López Pintado, caballero de la Orden de Santiago, y de Ana de Medina y Cabañas, y nieto de Manuel López-Pintado Almonacid, I marqués de Torreblanca, Teniente General de la Real Armada y veinticuatro de Sevilla. Es muy probable que José viviera en la casa de su abuelo, ya que su padre lo nombró su tutor, junto a su madre, en su testamento, fechado el 28 de marzo de 1741, pocos días antes de morir el 19 de abril de 1741, cuando José contaba solo con tres meses de edad. Es este palacio de la calle Santiago, levantado por su abuelo en 1728, posiblemente inició su formación musical. José ingresó en la Compañía de Jesús el 9 de octubre de 1755 y se ordenó sacerdote el 2 de mayo de 1766. Fue uno de los exiliados a Italia con la expulsión de los jesuitas en 1767. Residía en Roma, ciudad en la que publica Vera idea della musica, e del contrapunto, di d. Giuseppe Pintado (Roma: Gioacchino Puccinelli, 1794), de la que se conserva un ejemplar en la Biblioteca Universitaria de Sevilla (ver recurso). Al parecer, su obra Diversas observaciones sobre la teórica, la práctica y el estado presente de la música quedó manuscrita. En la primera de las Cartas del abate D. Juan Andrés a su hermano Don Carlos Andrés... (Valencia, 1800), fechada el 30 de marzo de 1799, cita, entre los musicólogos jesuitas exiliados en Italia –Antonio Eximeno, Vicente Requeno y Esteban Arteaga– “al abate Pintado, que publicó una gramática de la música”.
En su libro Sevilla y la expulsión de los jesuitas de 1767, Francisco de Borja Medina Rojas y Wenceslao Soto Artuñedo, nos proporcionan las noticias que Lorenzo Ricci, prepósito general de la Compañía de Jesús, residente en Roma, da de la llegada a esta ciudad de José Pintado en 1767: “varios secularizados andaban por Roma dando escándalo y traía el caso de un sacerdote joven de 26 años –de los que habían acabado la tercera probación ese año– el sevillano José Pintado (hermano del marqués de Torreblanca del Aljarafe, don Fernando López-Pintado y Medina, Teniente de Alguacil Mayor de la Ciudad). Tuvo la desfachatez (=sfacciatagine) de andar por Roma ataviado de noble seglar. Se presentó a Pedro de Castro, acompañado del extremeño, de la provincia andaluza, Tomás Maraver, profeso de 4 votos y catedrático de teología del colegio de Granada [San Pablo], a quien sus compañeros de Córcega habían nombrado su agente para obtenerles la secularización. Vestía de seglar, con espada y el pelo rizado a la última moda. Lo tomaron por cadete de algún regimiento. Explicó que era su disfraz para poder escapar, tuvo que ir hasta Turín y de ahí a Roma”.
Justino Matute y Gaviria, en su obra Hijos de Sevilla (p. 408), nos proporciona una última noticia sobre la actividad docente de José Pintado en Roma:
“Habiendo llegado a Italia, la pasión que allí reina por la música y el distinguido ejemplo, despertó en el P. Pintado su talento armónico y se dedicó a este arte, en el que muy luego hizo rápidos adelantamientos, mereciendo la pública estimación. Su determinada reflexión y los principios de la armonía le manifestaron muchos errores, a los que atribuía los atrasos de la música, o al menos los lentos progresos de los que se dedicaban a ella, por lo que se determinó establecer un nuevo sistema en la enseñanza y en los principios que ensayó en el señor Gerónimo Carrimi [sic] Tiburtino, y logró que su discípulo acreditase del modo más lisonjero la nueva doctrina de su maestro, a pesar de haberse desgraciado por su temprana muerte a los 23 años de su edad, el 20 de septiembre de 1794, privando a la Italia y a la Europa de un excelente profesor”.
Matute Gaviria toma esta noticia de la Prefazione del libro impreso de Pintado (p. 6), donde el autor nos proporciona una información más detallada de la instrucción dada a su pupilo:
“Questa operetta é stata fatta, se si doveva stampare per uso del Signor Girolamo Carrarini Tiburtino, che venendo da me in etá di anni diciessette per imparare i primi elementi della Musica spiegó un talento cosí portentoso per la medesima, che in poco piú di quattro anni imparó a suonare degli strumenti di corda il violino, viola, violoncello, e cembalo, e di quello di fiato l’oboe, flauto, clarino, corno di caccia, e fagotto: e appunto dandosi vacanza di questo intrumento nella Banda nobile di Castel S. Angiolo in Roma... Accorgendomi poi, che la sua complessione dilicata, e gentile non potea resistere a gran fatica, lo instruii nel contrappunto, acció divenir potesse Maestro di Capella...”
Desconocemos el momento de su regreso a España, pero Matute y Gaviria también nos proporciona la noticia de que falleció en Sevilla (“su patria”) el 1 de octubre de 1819. Pudo ser enterrado en el panteón familiar que había establecido su abuelo Manuel López-Pintado Almonacid, I marqués de Torreblanca, a los pies del altar de la Santísima Trinidad en el convento de Santa María de los Reyes, donde también se había enterrado su padre.