Celebration of King Felipe V’s birthday (1704) in Granada
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
On the 19th of December 1703, the chapters of the Cathedral and the City Council of Granada joined together to celebrate the twenty-first birthday of King Philip V. After a thanksgiving mass, the main event was the juego de cañas, which took place in the field of Nuestra Señora del Triunfo, in which six squads showed their splendour and skill in a choreographed confrontation.
Keywords
birthday , juegos de cañas (mock tournaments fought with bulrushes) , mass , the pealing of bells , artillery salute , hawk bells sound , cathedral chapter , city council , Real Maestranza of Granada , Felipe V (king) , firing squad , crowd , nobility , horses , music chapel of the cathedral
Según una relación anónima, la ciudad de Granada ya había ensalzado la onomástica del rey Felipe V el 19 de diciembre de 1703. Esta relación describe especialmente los actos organizados por la Real Maestranza de Granada para la celebración de su vigésimo primer cumpleaños el 19 de diciembre de 1704. Los cabildos de la ciudad y de la catedral organizaron una misa de acción de gracias:
“Con el majestuoso culto de la vida para que los años de su amado rey, cumplidos, creciesen a glorias, a siglo y a felicidades, dejando los alegres repiques de las campanas, los sonoros cantos del coro y las sagradas súplicas del altar... que imitó el pueblo, devoto, interesado y alegre”.
Los miembros de la Real Maestranza se juntaron en casa de Blas Manuel de Paz y Guzmán, caballero de la orden de Calatrava, teniente de alcalde de la Alhambra y su hermano mayor, para decidir cuáles serían los actos que esta corporación organizaría para la celebración de la onomástica real:
“Se determinó hacer el festejo mayor, más célebre y de más difícil manejo del ejercicio de la gineta (que es el juego de cañas), eligiendo caballero padrino, seis cuadrillas de a cuatro, los dos puestos, cuadrilleros, divisas y sitio donde jugarlas (que fue el campo de nuestra Señora del Triunfo) para que sonasen a triunfos hasta los campos de las celebraciones de nuestro gran monarca”.
En el espacio abierto del Triunfo:
“Se formó una anchurosa plaza, en cuyo testero, cerca del principal de las rejas de Triunfo de Nuestra Señora, sobre un tablado capaz, cubierto de alfombras, se levantó un trono, adornado y compuesto con gran primor, riqueza y majestad, debajo de cuya real cenefa se colocó el retrato del rey nuestro señor que estuvo cubierto con una cortina hasta que concluida por los dos cabildos la sagrada función de la solemne misa, marchó a el campo a entrarle guarda a su majestad una compañía de infantería de las milicias de dicha ciudad...”
Acompañaban a esta compañía su capitán Zoylo de Torres Ponce de León, señor de la villa de San Jorge y su sargento mayor García Dávila Ponce de León. La infantería disparó repetidas cargas a las que se sumó “la aclamación ardiente” de la multitud que acudió a este acto.
Esta relación describe pormenorizadamente las distintas cuadrillas que participaron en el juego de cañas, sus dirigentes y los adornos y divisas de cada una de ellas, así como la coreografía de este juego ecuestre:
“Habiendo su ilustre padrino reconocido promptos los caballeros de ambas frentes, a su seña se movieron de una y otra parte, llamando la atención el alegre estruendo de los cascabeles y haciendo escaramuza de entrada para tomar los puestos, cuyos lazos y traveses formaron la variedad hermosa de concertados laberintos, pues ni la diferencia de los colores, ni la destreza de los caballeros, ni la obediencia de los caballos pudo distintamente percibir la vista sin parar en una armoniosa confusión. Tomados los puestos, correspondiendo a la repetida seña, se comenzó la generosa lid, saliendo de el primero su cuadrilla que haciendo en el aire las cañas por cima de el segundo y alcoholando su frente, tendieron con airosa acción las adargas sobre las caderas de los caballos, dispuestos en la más ágil prevención para cubrirse, y exponérselas a la primera cuadrilla del segundo puesto que con igual destreza cargó sobre ella, haciendo sus cañas, y en el mismo orden corrieron las demás, siendo término dilatado el viento de la caña, que no encontró la adarga de su contrario. Repitieron, pues, varios lances en el que crecieran el ardor de la lid si el padrino generoso no dispartiera los puestos cuya vigorosa porfía la desenojaron, corriendo hasta el trono del rey en doce parejas iguales en que compitieron iguales parejas, las cuales pasaron tan sobre las piernas a vista de la representada majestad que era sumisión al retrato lo que destreza en el ejercicio... y concluida la fiesta, corriendo la cortina al trono, marchó la compañía a su cuerpo de guardia, continuando la noche las luces de tan claro día en las luminarias que son el día de la noche y que previno y mandó publicar la ciudad el antecedente, cuya alegría creciendo en los resplandores, salvas y repiques de su artillería y campanas aumentaron el fervor en los leales corazones y el Viva el Rey en el plausible grito de sus habitadores”.
Vemos los acostumbrados elementos sónicos de este tipo de festejos ecuestres, al que se suman pequeños detalles como el de los “cascabeles” que debían llevar los caballos. Omnipresentes el bullicio de la ciudadanía asistente, el repique de campanas y las salvas de artillería, así como las habituales luminarias que al caer la noche se suman al resto de los elementos sensoriales de la fiesta.