Liturgical activity and villancicos of Intercession by Our Lady of the Coral at the church of San Ildefonso in Seville (1719)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
In 1693, the rules of the confratenity of Our Lady of the Coral, Rosary devotion, St. Joseph and St. Ildefonso were approved. It had its headquarters in the church of San Ildefonso. The most important annual celebration was the Patronage of Our Lady. The texts of the villancicos composed for this feast by José de Magallanes in 1719 have been preserved.
Keywords
mass , vespers , Matins of Intercession by Our Lady , chanzoneta (secular song, see also Christmas song) , songs (villancicos) of Intercession by Our Lady of the Coral , rosary , feast of the Blessed Souls of Purgatory , procession , confraternities project , Marian confraternities , rosary confraternities , confraternities with avocations to saints , music chapel of the collegiate church of San Salvador (Seville) , José de Magallanes (composer, chapel master) , confraternity of Our Lady of the Coral, Rosary devotion, Saint Joseph and Saint Ildefonso
La pintura mural de la Virgen del Coral es uno de los tres ejemplos más tempranos de pintura gótica sevillana conservados. Envuelta en legendarios orígenes, data de la segunda mitad del siglo XIV y se encontraba pintada en uno de los paramentos de la antigua iglesia gótico-mudéjar. Presenta una significativa influencia de la pintura sienesa del Trecento y se especula que pudo pintarse por algún artífice relacionado con la importante comunidad italiana afincada en la ciudad.
El 5 de noviembre de 1693, se aprobaban las reglas de la nueva “Congregación y Esclavitud de la siempre Virgen María Nuestra Señora del Coral y devoción del Santísimo Rosario y del glorioso patriarca señor San José y del señor San Ildefonso”. Como se indica en su titularidad, uno de los rasgos identitarios de esta cofradía era el rezo del rosario, reglamentado en los capítulos 8 y 10. En el altar de la Nuestra Señora del Coral debía rezarse tres veces al día, concediendo el arzobispo Jaime de Palafox cuarenta días de indulgencias, procediéndose más tarde al rosario nocturno callejero. En los capítulos 14 al 16 se especifican los principales actos cultuales de esta cofradía. La fiesta principal sería la del Patrocinio, la cual se celebraría con una misa cantada con diáconos, sermón y acompañamiento de una capilla de música siempre que la economía de la hermandad lo permitiera. En la octava de Todos los Santos se celebraría la fiesta de las Ánimas del Purgatorio.
Se han conservado las letras de los villancicos que se cantaron en los Maitines de la festividad del “Sagrado Patrocinio de Nuestra Señora con título del Coral” de 1719, celebrados en su altar de la iglesia de San Ildefonso. La música fue compuesta por José Magallanes que, en esa fecha, era maestro de capilla de la colegiata del Salvador, cuya capilla musical debió ser la encargada de interpretarlos y de asistir al resto de actos cultuales de la fiesta, entre ellos, probablemente, las Vísperas y la Misa. Están dedicados a Francisco García de Segovia que había sido capitán de los caballos corazas en el reino de Nápoles y estados de Milán. Son nueve villancicos en los que encontramos estructuras tradicionales con introducción-estribillo-coplas (2, 4, 6, 7, 9) y otras de influencia italiana (1, 3, 5 y 8) que se denominan cantadas, con recitativos, arias, minuet, etc.
La cofradía pasó por diferentes vicisitudes y momentos de crisis a lo largo del siglo XVIII. El antiguo edificio gótico-mudéjar fue derribado a finales de esa centuria, iniciándose las obras de construcción del nuevo templo neoclásico en 1800. La devoción a la Virgen del Coral motivó su preservación durante la demolición y su posterior “rescate”, colocándose en un retablo de la cabecera de la nave del Evangelio, donde actualmente se conserva, y que funcionó como altar sacramental hasta que se completaron las obras de la iglesia. Tanto la traslación de la imagen de la Virgen del Coral a la nave del Evangelio, el 2 de julio de 1807, como el traslado del Santísimo Sacramento a su altar, desde la vecina iglesia de San Nicolás, el 21 de enero de 1816, fueron revestidos de ceremonias de especial solemnidad.
Nota: Los caballeros coraza o coraceros recibían este nombre porque combatían con armadura, usando pistolas y espadas.