New organ for the convent of San Agustín in Jaén (1610)

En 1610, fray Matías de Herrera, prior del convento de San Agustín y los miembros de su comunidad concertaban con el organero Martín Alonso de Aranda un nuevo instrumento para su iglesia conventual en Jaén. En esa fecha, Martín Alonso de Aranda era vecino de Córdoba, en la collación de San Lorenzo, y su trabajo puede documentarse también en esa diócesis y en la de Granada. La comunidad agustina ya poseía un realejo para acompañar los servicios litúrgicos, probablemente desde su fundación en 1585, el cual debía estar todavía en buen uso.

Veamos las condiciones precisas del contrato:

“Sepan cuantos esta carta vieren como yo, Martín de Aranda, maestro de hacer órganos, vecino de la ciudad de Córdoba, a la collación de San Lorencio, estando al presente en esta muy noble ciudad de Jaén, otorgo y conozco y por la presente me obligo de hacer un órgano para el convento de Santo Agustín desta ciudad de Jaén, el cual ha de ser de siete palmos de tono natural y ajustado con los instrumentos de ministriles y ha de llevar cinco mixturas que son: flautado y octavas abiertas y de medio juego arriba dos cañones de las dichas octavas por punto y otra mixtura de docenas y otra de quincenas y otra de quincenas duplicadas y otra de flautas, todas las dichas mixturas partidas. Los registros y la caja del órgano de madera seca enjuta de borne. El cual dicho órgano de la forma y manera que de suso se contiene tengo de hacer a mi costa y lo tengo de dar acabado y puesto y sentado en el dicho convento, en el coro del, en la parte y lugar que se señalare para el día de señor San Agustín [28 de agosto] primero que verná en este presente año, todo lo cual ha de ser y correr a mi cuenta, esto por cuanto en razón de lo susodicho y costa que tengo de hacer en el dicho órgano, ansí en poner los materiales como en traello a esta ciudad y asentallo en el dicho convento se me han de dar y pagar cien ducados de la moneda usual y demás dellos el realejo que el dicho convento a el presente tiene, el cual al presente recibo de que me doy por contento y entregado... y los dichos cien ducados se he han de pagar por el dicho convento en la dicha ciudad de Jaén, llanamente y sin pleito alguno, el día que el dicho órgano esté asentado y afinado, el cual ha de ser a contento de personas que dello entiendan y si no contentare y saliere tal y tan bueno como debe ser, el dicho convento lo pueda desechar y entonces tengo de volver el realejo tal y tan bueno como al presente lo rescibo y más la cantidad de maravedís que a cuenta de los dichos cien ducados hubiere rescibido ... en la ciudad de Jaén, a cuatro días del mes de mayo del nascimiento de Nuestro Señor Jesucristo de mil y seiscientos y diez años e yo el presente escribano [Francisco de Cachiprieto] doy fe conozco a los dichos otorgantes”.

Martín Alonso de Aranda construiría este instrumento en Córdoba, en un plazo bastante ajustado. Se trataba de un órgano de pequeño tamaño, con cinco registros partidos, novedad relativamente reciente en los instrumentos de la zona.