"Oh, santísima cruz", a prayer by Juan Berges (fl. 1637-1680)
González Marín,
Luis Antonio
IFM-CSIC
0000-0001-5769-8268
Abstract
Juan Berges, tenor at Saragossa catedral (La Seo) active between 1637 and 1680, composed expressive music for a prayer to the Holy Cross, which was recorded in a book of Litany and other pieces compiled between 1616 and 1676. It is possible that the painful and eloquent character of the piece was influenced, apart from its own subject matter, by external circumstances such as the great plague of the mid-seventeenth century, which reached Saragossa in 1652 and wiped out a quarter of the city's population. Among the victims was the chapel master of La Seo, Fray Manuel Correa.
Keywords
Prayer to the Holy Cross , feast of the Invention (Discovery) of the Holy Cross , Prayer , Juan Berges (tenor)
Dentro de un libro de atril manuscrito conservado en el Archivo de Música de las Catedrales de Zaragoza, que contiene algunas letanías y otras piezas de autores como Pujol, Guerrero, Victoria y Morales, compiladas entre 1616 y 1676 (E-Zac, C-3 Ms. 18), se anotó una pieza de considerable singularidad: la oración Oh, santísima cruz atribuida en la propia fuente a "D. Juan Verges", autor que con toda probabilidad puede identificarse con el que fuera tenor de La Seo zaragozana entre 1637 y su muerte en 1680 (su apellido figura en las fuentes indistintamente con B o con V). El texto de la composición de Berges se corresponde con el hoy conocido como "Oración a la Santísima llaga de la espalda del Señor", cuyas fuentes literarias halladas hasta el presente son posteriores al manuscrito zaragozano. El texto dice: "Oh, santísima Cruz, / oh, inocente y piadoso Cordero, / oh, pena grave y cruel, / oh, pobreza de Cristo mi redentor, / oh, Llagas muy lastimadas, / oh, Corazón traspasado, / oh, Sangre de Cristo derramada, / oh, Muerte de Cristo amarga, / oh, divinidad de Dios / digna de ser reverenciada, / ayudadme, Señor, / a alcanzar la vida eterna / en la hora de mi muerte. / Amén". Berges idea una composición a dos voces, tiple y tenor (que hace funciones de bajete; no se conserva una parte de acompañamiento, que puede ser fácilmente suplida por este bajete), dotada de una honda y vívida expresividad que, ocultando con maestría todo artificio, se sirve de abundantes figuras retórico-musicales, fácilmente apreciables no solo en la grafía sino también en la escucha, con vistas a conseguir una elocuente interpretación o hermenéutica del texto. Acompaña a la composición la frase: “Gana Ynumerables in / dulgencias q[uie]n la dixere / con debocion”. En efecto, en fuentes literarias posteriores (como un Cuaderno de Gracias, Indulgencias y Jubileos de la Congregación de la Santa Vera Cruz de la ciudad de Jaén, de 1835) se atribuye falsamente a Pío V la concesión de indulgencias a quien rece la oración devotamente: "El Señor Papa Pío V concede a todas las personas que devotamente de rodillas delante de la Santísima Cruz dijere la siguiente oración, el que gane tantas indulgencias como estrellas tiene el cielo, arenas el mar y hierbas el campo" (del citado Cuaderno de 1835). La composición de Berges, posiblemente destinada a la fiesta y novena de la Santa Cruz y seguramente practicada en tiempo de cuaresma y pasión, forma parte de las obras cuya finalidad era, en palabras del tratadista fray Pablo Nasarre, mover a los fieles a compasión y "al dolor de sus culpas". Es posible que en la pieza se vinculara también con las celebraciones de difuntos y cabe pensar que se entonara en tiempos de tribulación, como los que le tocó vivir al compositor: hambrunas, guerras (la Guerra de Cataluña, especialmente sufrida en Aragón) y, quizá por encima de todo, la gran peste de mediados del siglo XVII que asoló Zaragoza en 1652, aniquilando a la cuarta parte de la población local y diezmando la capilla de música en la que Juan Berges ejercía su ministerio. El propio maestro de capilla de La Seo, el carmelita portugués fray Manuel Correa, murió a causa de la enfermedad. En todo caso, el arrebato expresivo de la pieza sobrevive al paso de los siglos.