A theatrical feast performed at the wedding of Faustino Cayetano Cavero and Constanza de Eril y Orcau in Zaragoza (1685)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
In 1685, Faustino Cayetano Cavero and Constanza de Eril y Orcau were married in Saragossa. The celebration must have taken place in the palace of the Counts of Sobradiel, the groom's parents. For the occasion, the Aragonese poet Baltasar Funes y Villalpando wrote a loa and adapted other texts, including Pedro Calderón de la Barca's zarzuela El golfo de las sirenas, creating a Baroque theatrical feast whose performance was given by the company of Manuela and Antonio de Escamilla.
Keywords
weddings , loa (a short theatrical piece) , zarzuela , theatre performance , women and musical networks project , Faustino Cayetano Cavero (Count of Sobradiel) , Constanza de Eril y Orcau (Countess of Sobradiel) , Baltasar Funes y Villalpando (poet, playwright) , Pedro Calderón de la Barca (writer) , Manuela de Escamilla [Vázquez] (actress, singer, instrumentalist, company director) , Antonio de Escamilla [Vázquez] (company director, actor, singer, dancer) , actor-singers , musicians
El 29 de enero de 1685, se escrituraban en Zaragoza las capitulaciones matrimoniales de Faustino Cayetano Cavero y Constanza de Eril y Orcau ante el notario público José Sánchez del Castellar. Fueron otorgadas por los padres de Cayetano que era el hijo primogénito de Sebastián Cavero y Teresa María Cavero, condes de Sobradiel, y por la hermana de Constanza, Manuela de Eril y de Orcau, y su marido Francisco de Eril y de Orcau y Bornumbile y Perapertusa, marqueses de Rupit y vizcondes de Joch, residentes en Barcelona, ya que los padres de Constanza, Olaguer de Eril y de Orcau y María de Eril y de Pons habían fallecido. La boda se celebraría en Zaragoza donde residía el novio con sus padres. Según este documento, Constanza era “monja del real convento de Nuestra Señora de Junqueras, del orden de San Jaime de la espada de la dicha ciudad de Barcelona”, en cuyo locutorio escritura carta de poder a su cuñado, el 23 de diciembre de 1684, para que, en su nombre, pudiera “firmar y otorgar, firme y otorgue los capítulos matrimoniales”. En estas capitulaciones, los padres de Cayetano le concedían distintos señoríos, entre ellos el lugar de Sobradiel y el título de conde que llevaba aparejado. Además, le daban:
“Las casas de la propia habitación de los dichos Illes. condes de Sobradiel, sitas en la presente ciudad de Zaragoza, en la parroquia de Nuestra Señora del Pilar y Plaza del Justicia que confrontan con dicha plaza, con casas pequeñas de dichos señores condes, con casas de los herederos de don José de la Cabra, con la calleja que va de dicha plaza a la calleja de los Botoneros y con calle que sube de la puerta de Toledo y calle Mayor a dicha calleja de los Botoneros por las espaldas de la cárcel nueva. Ítem, otras casas sitias en dicha ciudad y parroquia, en la calle Mayor, enfrente de la iglesia del señor San Antón que confrontan con dicha calle Mayor, con casas grandes de la habitación de dichos señores condes y con otras casas de los mismos. Ítem, otras casas al lado de las sobredichas, sitias en dicha ciudad y parroquia y dicha calle Mayor, las cuales confrontan con dichas casas grandes y con las que están enfrente de San Antón en dicha calle Mayor y con la plaza del Justicia a donde hay puerta y con casas de los herederos de D. José de la Cabra. Ítem, otras casas sitias en dicha ciudad, parroquia y calle Mayor que confrontan con casas de Madalena Seguir, viuda de Martorell o sus herederos…”.
Además de estas edificaciones que formaban el conjunto residencial de los condes de Sobradiel, adquiridas por Sebastián Cavero, el cual había iniciado su remodelación, le otorgan otras casas en la misma parroquia del Pilar, en la calle San Juan de Panetes y en la calle que iba desde la plaza del Pilar a la de la Seo, frente al mesón de los Reyes y las casas de José de Villalpando, marqués de Osera. Se sumaban a los bienes inmuebles urbanos una serie de fincas rústicas e importantes rentas y censos que aparecen descritos con todo detalle en el documento y que constituyeron el mayorazgo de Cayetano, como primogénito de los condes de Sobradiel. A todo esto, se adicionan las 15.500 libras “de moneda catalana” que aportaba Constanza de la herencia de sus padres y su abuela, más otras 5.500 de los marqueses de Rupit y vizcondes de Joch.
Los festejos de la boda debieron ser fastuosos y celebrarse en el citado conjunto residencial de la plaza del Justicia.
El manuscrito 4085, conservado en la Biblioteca Nacional de España, Obras líricas y teatrales del poeta aragonés Baltasar Funes y Villalpando, se inicia con el texto:
Fiesta que se representó en el desposorio de D. Faustino Cavero con mi señora Constanza de Eril compuesto por D. Balthasar de Funes y Villalpando: Loa, sainetes y la mitad de la comedia y la otra mitad de D. Pedro Calderón de la Barca. Año de mil seiscientos y ochenta y cinco.
Se indica que “esta es la original”, iniciándose el festejo teatral, como era habitual, con la loa: “Loa que representó la compañía de Escamilla en el desposorio de mi señora D. Constanza de Eril con D. Faustino Cavero”.
En 1685, Manuela de Escamilla ya había dirigido en más de una ocasión la compañía de su padre, Antonio de Escamilla, actuando como tal en la casa de comedias de la Olivera, en Valencia, en noviembre de ese año. En cualquier caso, como directora y/o como actriz, actuaría junto a los miembros de la compañía en el palacio de los condes de Sobradiel en Zaragoza.
Los personajes de la loa eran: La Constancia, Cupido, Anteros, El Fausto y La Fortuna. Como vemos, dos de los personajes son claras alegorías en alabanza a los desposados Constanza y Faustino, por lo que se escribió ex profeso para este acontecimiento. Se inicia la loa con la música interpretando la copla “Solamente en lo festivo” que alterna con Fausto, el cual continua esa alternancia con Cupido que canta “No hay Fausto sin constancia” y “No soy el hijo de Venus”.
A la loa, con la acotación, en la parte superior, “hízose para el patio”, siguió: “Introducción a la Zarzuela del Golfo de las Sirenas”. Se trata de una segunda loa/entremés que parece pudo integrarse en la fiesta teatral que nos ocupa.
A continuación, encontramos la adaptación que Funes realizó de la zarzuela El golfo de las sirenas de Calderón de la Barca, publicada por este autor como “egloga piscatoria”, que aparece en este manuscrito como “Fiesta de la zarzuela del Golfo de las sirenas”, a la que sigue la “Fábula del juicio de Paris. Fin de fiesta”. Se trata de la misma pieza publicada como baile teatral de entreactos en 1687, acompañando a la zarzuela Las Bélides del conde de Clavijo que se representó en 1686.
El título con el que se inicia el manuscrito apunta a que en los festejos de la boda de Constanza y Faustino la compañía de Manuela/Antonio de Escamilla representaron la “unidad festiva” formada por la loa y la “introducción”, la zarzuela El golfo de las sirenas y el baile El juicio de Paris que como señala Héctor Urzáiz Tortajada es también una adaptación “para otros auditorios” distintos al de la corte madrileña. En la reelaboración que hace Funes del texto de Calderón, hay dos pequeños detalles que apuntan a que el texto de esta copia manuscrita, a la que como he señalado se cita como “original”, fue el que se representó en Zaragoza. El primero es la alusión que Alfeo hace antes de caer al mar y ser engullido por la ballena: “aunque so un Juan Rana / miren que no sé nadar” [fol.80v]. El segundo es un “chiste onomástico” que se intercala cuando Alfeo retorna a la escena vomitado por la ballena [fol. 86r]:
“Celsa: Quién se vio / llorosa a un tiempo y cantada / mas es ver un pez monstruoso / que entre una y otra basca / a la arena de esta orilla / vomita otro sin escama.
Alfeo [dentro] Pero no sin Escamilla”
Se trata de una clara alusión a que, en esta representación, el papel de Alfeo, al que Funes concede mayor protagonismo que Calderón, estaba a cargo de Antonio de Escamilla, el cual habitualmente hacía los papeles de gracioso y había sido el autor del entremés El retrato de Juan Rana.
En la adaptación de El golfo de las sirenas, Funes acentúa la ya compleja escenografía de la obra original de Calderón, por lo que su representación debió suponer un enorme dispendio económico. Trasforma también la primigenia estructura calderoniana de un acto en una zarzuela con dos jornadas, las cuales separa con la inserción del baile dramático titulado Zagalejos.
Nada se puede decir sobre el autor de la música de esta “fiesta” teatral barroca ni sobre los músicos que debieron sumarse a la compañía de Escamilla para, a tenor de las acotaciones, consumar una espectacular puesta en escena, así como para otros interludios musicales que debieron sucederse a lo largo de la jornada. ¿Pudo ser algunos de los compositores activos en la ciudad? De todos ellos, probablemente Diego de Caseda y Zaldívar, maestro de capilla de El Pilar en estos años, sería el que se postularía como el mejor candidato.