Madrid, first stage of Francisco Guerrero's journey to Jerusalem (1588)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
The first stage of the journey to Jerusalem took Francisco Guerrero to Madrid, accompanied by his pupil Francisco Sánchez and forming part of the retinue of Rodrigo de Castro, Cardinal and Archbishop of Seville.
Keywords
journey , Itinerary of Francisco Guerrero's journey to Jerusalem , Francisco Guerrero. El viaje de Jerusalén , mapping Francisco Guerrero , Francisco Guerrero (composer, chapel master) , Francisco Sánchez (musician) , Rodrigo of Castro Osorio (cardinal, archbishop of Seville)
Como ya apuntaba en el primer artículo del proyecto “Cartografiando los sentidos en El Viaje de Jerusalén de Francisco Guerrero (Sevilla, 1592)”, Guerrero partió de Sevilla a principios del verano de 1588, en compañía de su alumno Francisco Sánchez y formando parte de la comitiva de Rodrigo de Castro Osorio, cardenal y arzobispo de Sevilla, con la intención de continuar juntos el viaje hasta Roma. La primera etapa debía llevarles a Madrid.
Una de las principales dificultades a las que nos enfrentamos en este proyecto es intentar aproximarnos a las rutas que Guerrero siguió en cada una de las etapas de su viaje. Para el caso de sus desplazamientos a través de las coronas de Castilla y Aragón contamos con un valioso recurso. Se trata del Reportorio [sic] de todos los caminos de España (Medina del Campo: Pedro de Castro, 1546), escrito por el Correo Mayor Pedro Juan Villuga, de origen valenciano, el cual nos va a ser de gran ayuda es esta tarea. Durante el siglo XVI, la ruta más habitual de Sevilla a Madrid pasaba por Córdoba, Almodóvar y Ciudad Real para llegar a Toledo. Desde Toledo a Madrid, el camino más directo pasaba por Illescas y Getafe para alcanzar la villa y corte. En los recursos pueden ver el mapa de Villuga, en el que se recogen los caminos, ventas y posadas de la citada ruta.
Desconocemos dónde se alojaron los integrantes de la comitiva de Rodrigo de Castro en Madrid, pero es muy probable que el compositor acompañara al prelado en alguno de sus encuentros con el rey Felipe II, al que Guerrero ya conocía. También es de suponer que pudo contactar con miembros de la capilla de música del monarca que, en 1588, estaba regida por Philippe Rogier, a la que, igualmente, pudo escuchar durante su estancia en esta ciudad. Las obras de Guerrero formaban parte del repertorio vivo de esta institución ya en 1588. Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1157/madrid.
Los planes no salieron según lo previsto, ya que el arzobispo hispalense decidió quedarse en Madrid para evitar los rigores del viaje durante el verano, prosiguiendo Guerrero su camino al puerto de Cartagena, con la ayuda económica de su protector:
“Llegados que fuimos a Madrid, como su majestad le detuviese y el verano entraba recio de calores, determinó [Rodrigo de Castro] por entonces no pasar de allí hasta que refrescase el tiempo, y yo como deseoso de verme ya en Italia, y vía esta nueva dilatación, supliqué a su señoría ilustrísima me diese licencia para ir a Venecia a estampar unos libros entretanto que se llegase el tiempo de proseguir su jornada, porque al presente estaban en Cartagena las galera del gran duque de Florencia. El cardenal no tan solamente me dio la licencia, más también me hizo merced de dar el ayuda que fue menester para la jornada y así me fue a embarcar a Cartagena, adonde hallé otras galeras que estaban a punto de navegar.” (fols. 10rv).
Según apunta A. Orive, estando Rodrigo de Castro en Madrid, el rey Felipe II instó al papa Sixto V para que le dispensara de su viaje a Roma. El motivo fue las noticias que llegaron a la corte de un inminente asalto de los ingleses a Lisboa. El cardenal regresó a Sevilla para procurar recursos en el ataque del monarca a Inglaterra.