Taverns in Seville in the 14th century
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Keywords
traditional songs , traditional dances , crowd
Gracias a unas ordenanzas municipales de 1388 podemos geolocalizar las principales tabernas sevillanas del siglo XIV:
“Que en Sevilla que non haya tabernas cosarias para se vender vino, salvo los mesones que antiguamente fueron en cal de Castro, et en cal de Escobas, et en el Alfalfa, et en Feria, dos, et a Santa Catalina, uno, et cualquier que en otra parte posiere meson para vender vino, que pierda el vino cada vez que gelo fallaren vendido, et paguen doscientos mrs. Por pena, para el Hospital de Sant Salvador”.
En esas tabernas, la música, el baile y la algarabía de los concurrentes crearían parte de su peculiar paisaje sonoro histórico. Queda a la mera especulación los géneros populares y canciones que en ellos sonarían. La literatura se convierte, una vez más, en el aliado que nos proporciona alguna referencia para acercarnos a este desconocido universo acústico. En el Libro del buen amor (1330 / 1343), de Juan Ruiz, arcipreste de Hita, encontramos el siguiente pasaje:
“En cuáles instrumentos non convienen los cantares de arábigo.
Después fise muchas cántigas de dança e troteras
para judías, et moras, e para entendederas,
para en instrumentos de comunales maneras,
el cantar que non sabes, oílo a cantaderas.
Cantares fis’ algunos de los que disen los çiegos,
et para escolares que andan nocherniegos,
e para muchos otros por puertas andariegos,
caçurros et de bulras, non cabrían en diez priegos.
Para los instrumentos estar bien acordados,
a cántigas algunas son más apropiados,
de los que probado aquí son señalados,
en qualesquier instrumentos vienen más asonados.
Arábigo non quiere la viuela de arco,
Çinfonía, guitarra non son de aqueste marco
Cítola, odreçillo non aman caguyl hallaco,
Mas aman la taberna, e sotar con bellaco.
Albogues, e mandurria, caramillo e çampoña
non se pagan de arábigo quanto d’ellos Boloña,
como quier que por fuerça dísenlo con vergoña,
quien gelo desir fesiere, pechar deve caloña”.