Septenary to the Christ of Light
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
One of the main devotional events held in the church of San Luis was the septenary dedicated to the Christ of the Light, sponsored by the members of the brotherhood of the same name, located in this parish. It took place on the seven Fridays between Easter and Pentecost and concluded with a procession in which the aforementioned Christ was carried through the streets of the neighbourhood.
Keywords
septenary to the Christ of Light , confraternity of Holy Christ of the Light , music chapel
La iglesia de San Luis, sita en el Albaicín, albergaba la imagen del Cristo de la Luz, la cual inspiraba una gran devoción en la ciudadanía granadina. Desde 1734 se encontraba en un retablo ubicado en una capilla “a la entrada a la parroquia, a mano derecha”, la cual estaba cerrada con una reja, tal y como puede observarse en las fotografías conservadas antes de la quema de la iglesia el 9 de diciembre de 1933.
La hermandad del Cristo de la Luz probablemente tenga su origen en el siglo XVI, aunque las primeras noticias documentales datan de la segunda mitad del siglo XVII. En 1759 publica el Septenario sacro. Cultos reverentes, que en los siete viernes, que median entre la Pasqua de Resurrección, hasta la del Espíritu Santo, consagra anualmente, en la iglesia parroquial de señor San Luis, rey de Francia, en el Albaicín de Granada, al SSmo. Cristo de la Luz, que se venera en una de sus capillas, su Venerable Hermandad; con el Epíthome histórico de la maravillosa invención de este divino milagroso simulacro. Dispuesto por el Doct. D. Christóval Conde y Herrera..., [Granada, José de la Puerta, 1759]. La hermandad lo dedica a su hermana, protectora y mecenas María Francisca Agustina Teresa Javiera Silva y Mendoza Ríos y Zapata, IX duquesa del Infantado y Marquesa del Cenete, que era camarera mayor de la imagen del Cristo de la Luz y bautizada en la parroquia de San Luis (había nacido el 23 de enero de 1707).
En la primera parte, como el título del impreso señala, se da cuenta del milagro de la aparición de la antigua imagen del Cristo de la Luz que remonta a 1526, cuando la antigua mezquita Al-Sahfa o de la Pureza, consagrada en 1501 al culto cristiano, fuera demolida para construir un nuevo templo. En la zona del arco de la capilla mayor y la nueva sacristía, se descubrió un túnel y al fondo un hueco tapado. Los obreros que trabajaban en la construcción descubrieron una bóveda de ladrillo y en ella una antigua imagen con una lámpara de plomo encendida y una lámina de plomo donde se daba cuenta de la fecha en la que se había ocultado… “promulgose el portento y regocijado el pueblo todo, se conmovió en divinas psalmodias, motetes y cánticos…” Los antiguos “monumentos” que corroboraban este hallazgo se destruyeron en la grave tormenta e inundación de 1629 (ver evento: http://historicalsoundscapes.com/evento/719/granada/es) por lo que todo se sustentaba en la tradición oral. El capítulo III de este impreso está dedicado al culto de la imagen del Cristo de la Luz que en un principio se colocó en el altar mayor. Recoge el texto la tradición de que fue cofrade de su hermandad San Juan de Dios y que esta corporación pasó por un declive como consecuencia de la destrucción del templo con la tormenta de 1629 y la virulenta epidemia de peste de 1679. Renovó sus reglas que fueron aprobadas en 1686 y posteriormente, una vez más, a principios de la siguiente centuria. En el primer cuarto del siglo XVIII, el beneficiado José Martínez Fresnedo y Robledo estableció un septenario “para que los fieles meditasen las finezas del Señor Crucificado en los siete viernes inmediatos a la Pascua de Resurrección, ciñendo su cebo espiritual a las siete últimas palabras que desde su cátedra de la cruz articuló su Majestad. Planteolo con siete oraciones vespertinas en los siete viernes a expensas de algunos particulares devotos, por carecer la hermandad de fondos competentes”. Era sustentado “por el fervoroso celo de algunos señores togados y de no pocos sujetos de la primera nobleza de la ciudad”. El impreso da las pautas a seguir para la realización del acto devocional y de las oraciones correspondientes. Cada viernes del septenario la función religiosa se cerraba del siguiente modo:
“Después se dirá el himno latino, puesto al fin de este septenario que cantará la música, por la del Stabat Mater Dolorosa y la oración con lo que se concluye este día [el primer viernes] y así todos los demás”.
El himno citado es el siguiente:
“HYMNUS AD SANCTISSIMUM CHRISTUM CRUCI AFFIXUM
O mi Jesu, qui subire
voluisti pro me dirae
Crucis ignominiam.
Qui pro meis te peccatis
In hac ara pietatis
Dederas in hostiam
...”
Este himno, como se indica, se cantaba polifónicamente por una capilla de música que sería contratada para la ocasión con la música de alguna versión del himno Stabat Mater Dolorosa que tiene el mismo metro. El texto es muy poco conocido y es la única versión completa que he podido localizar. En el volumen impreso Unus por omnibus, hoc est: Christus Jesus Dei Filius… de Anton Ginther (Augsburgo, 1726) se copian tres de sus estrofas, la segunda compuesta de los tres primeros versos de la versión de Granada y los tres últimos son los correspondientes a la quinta estrofa. Solo he encontrado una referencia bibliográfica a este himno en Notes and Queries (London, 1859) p. 146, que recoge las mismas tres estrofas del impreso alemán, y donde N.S. Avington propone la siguiente consulta:
“But as the one [hymn] which I should like to crave admission for was given to me in MS. many years ago, its authorship –unknown to my friend the donor- still remaining unknown to me, and as I have sought for it hitherto in published collections without success. I do hope that you will be able to afford space for it, of it be only to secure its being once edited, with the bare chance of some of your readers informing me as to its author’s name. It is as follows:”
Este septenario era uno de los actos devocionales anuales más importantes celebrados en la parroquia de San Luis, el cual concluía con una función principal de reglas que se oficiaba el sábado, seguida de una procesión en la que la imagen del Cristo de la Luz era paseada en andas por las calles de su collación.
Acaban de finalizarse las labores de limpieza del interior de las ruinas de esta iglesia, fase inicial de su restauración con vista a destinarla a equipamiento público de los vecinos del Albaicín.