Inauguration of the bridge of Las Barcas and entrance to the city of Abū Ḥafṣ (1171)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Abstract
Since the end of the 12th century, the bridge of the Barcas over the Guadalquivir River was one of the iconic elements of the city, as well as essential in the connection between Seville and Triana. Completed on October 9, 1171, its inauguration was attended by the caliph Abū Ya'qūb Yūsuf who had ordered its construction and, the following day, it was crossed by his brother Abū Ḥafṣ, in the solemn entry he made into the city after his return from the military campaign of Murcia.
Keywords
royal entry , street music , Abu Yacub Yusuf (Almohad caliph) , Abu Hafs (brother of the caliph Abu Yaqub Yusuf) , military drum player , trumpeter
Un importante elemento de la transformación paisajística de la ciudad de Sevilla durante la capitalidad del imperio almohade fue la construcción de una pasarela que uniera las dos orillas del río Guadalquivir, ordenada por el califa Abū Ya‘qūb Yūsuf. Las dificultades técnicas que presentaba la construcción de un puente fijo, dadas las características del cauce y de las riberas del río, obligó a la ejecución de una curiosa estructura formada originariamente por 17 barcas de considerable altura para prevenir su inundación (posteriormente se redujeron a 10), unidas mediante cadenas de hierro, las cuales dejaban pasar el agua entre ellas. Sobre las barcas se colocaron dos pasarelas de madera, una a cada lado. En los extremos se colocaron dos malecones que fijaban el puente a las orillas. Las barcas se encontraban ancladas al fondo.
Se concluyo el 9 de octubre de 1171. El cronista Ibn Ṣāḥib al-Ṣalā, en su obra al-Mann bi-l-Imāma, da cuenta de que en el acto de inauguración estuvo presente el califa y regimientos y soldados que desplegaron banderas y estandartes, solemnizándose la jornada con el redoble de tambores. Al día siguiente, 10 de octubre, entraba solemnemente en la ciudad por el puente de las barcas Abū Ḥafṣ, hermano del califa, con su tropa, la cual estaba acampada a dos millas de la ciudad desde su llegada el 18 de septiembre procedente de la campaña militar de Murcia. El cronista alaba la obra de su soberano que facilitaba el tránsito entre las dos orillas y favorecía la unión de sus habitantes que podían pasar por él sin pagar ninguna tasa o impuesto.
Dada la particular naturaleza móvil de este puente, sometido a los vaivenes de las corrientes del río y a otros fenómenos atmosféricos, se convertiría en una característica marca sonora (soundmark) de la ciudad, la cual se integraría en el complejo y diverso universo sónico generado por los que transitaban por él, por los que navegaban en sus proximidades y por los que deambulaban por las dos orillas que interconectaba, el Arenal de Sevilla y Triana, como puede apreciarse en la abundante iconografía conservada.