Los meninos órphãos de Lisboa en el colegio jesuítico de Goa (1551)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
El 5 de septiembre de 1551, llegaba a Goa la expedición en la que iba el padre provincial de los jesuitas de la India, Melchor Núñez Barreto. Le acompañaban diez huérfanos formados doctrinal y musicalmente en el colegio dos Meninos Órphãos de Lisboa. Su estancia en esta ciudad se prolongó durante más de dos años, en los cuales se dedicaron a predicar y enseñar la doctrina por las calles y a participar en todas las ceremonias organizadas por la comunidad jesuítica de Goa.
Palabras clave
misa , vísperas , Miserere mei Deus (salmo 51) , procesión , canciones , Compañía de Jesús , niños , Melchor Núñez Barreto (jesuita) , niños del colegio de Meninos Órfãos de Lisboa , niños del colegio de São Paulo en Goa
El 5 de septiembre de 1551, llegaba a Goa la expedición en la que iba el padre provincial de los jesuitas de la India, Melchor Núñez Barreto. Le acompañaban diez huérfanos formados doctrinal y musicalmente en el colegio dos Meninos Órphãos de Lisboa. Una de las principales actividades de estos niños era predicar y enseñar la doctrina por la calles y plazas, lo cual, como era habitual, hacían cantado oraciones y letras piadosas. Con esta misión fueron embarcados muchos de los niños educados en ese colegio con destino a diferentes enclaves en América, África y Asia. Véase http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1018/lisboa/es.
Los niños debieron alojarse en el colegio de São Paulo, instituido en 1548, el cual se convirtió en la principal institución jesuítica en India. Tenía su precedente en el Seminário de Santa Fé, instaurado un año antes de la llegada de los jesuitas a Goa. Poco después de la llegada de Francisco Javier, en 1542, se hicieron cargo primero de su administración espiritual y, unos años después, en 1549, también de la financiera, ya con su nueva denominación. Es muy probable que durante su estancia en Goa, que se prolongó más de dos años, los niños llegados en la expedición desarrollaran su actividad doctrinal por las calles cantando sus oraciones y canciones sacras , ya que este era uno de sus principales cometidos en la India, como señalaba Pedro Doménech, primer rector del colégio dos Meninos Órphãos de Lisboa, a Ignacio de Loyola, en una carta fechada el 1 de abril de 1551, pocos días después de que partiera la expedición:
“Escreví a V.P cómo el rey me mandó que escogiese nueve destes ninyos para embiarlos a la India a ensinar los ninyos indios y particularmente en tres colegios que allá se hacen dellos, porque quiere que se críen con este spírito, digo en el spíritu y costumbres destes... Todos los días decían cantando Veni Creator Spiritus y O glosiosa Domina para que el Señor me iluminase en escoger aquellos que su majestad fuese más servido...”
Durante este tiempo, participarían igualmente en todas las celebraciones organizadas por la Compañía de Jesús, cantando en las misas y vísperas los domingos y fiestas más relevantes, como hacían en su residencia lisboeta, en unión de otros niños formados en el colegio de Goa. Núñez Barreto, en una carta de 9 de diciembre de 1551, pocos meses después de llegar, nos da cuenta de una de las actividades devocionales que la comunidad jesuítica organizaba los viernes, en la que estos niños huérfanos participaban cantando el salmo Miserere, en el estilo que debían hacerlo en el colegio en el que habían sido educados en Lisboa:
“Às sextas feiras temos procição, que ordenou o padre mestre Gaspar [Barzeo], e despois pregação que se acaba jáa à noite. E acabando-sse começa a disciplina, com os meninos cantarem hum Miserere mei Deus polo modo de Lixboa”.
Esta práctica pasional, celebrada los viernes, con procesión, oración y “disciplina” pública, acompañada del canto del salmo Miserere, la encontramos en diferentes establecimientos misioneros en Asia.
Durante el tiempo que la expedición estuvo en Goa, se produjo un hecho de especial trascendencia para la comunidad jesuítica: la llegada desde Malaca del cuerpo de Francisco Javier para ser enterrado en el colegio de São Paulo. Los niños participaron en las distintas ceremonias que tuvieron lugar esos días, como veremos en otro evento dedicado exclusivamente a este acontecimiento.
Francisco de Sousa, en el Oriente conquistado a Jesu Cristo pelos Padres da Companhia de Jesus da Provincia de Goa (Lisboa 1710), nos precisa el papel fundamental de los niños llegados al colegio de São Paulo en las actividades doctrinales y musicales:
“No oriente foram estes meninos mui provectos na virtude e primeiras letras: destros nas solfas e variedade de instrumentos musicais; vinham eles criados com a doutrina da Companhia para se fazerem ministros idóneos do Evangelho e até, dizemos nós, para grandes divulgadores da lingua portuguesa... Estes foram os primeiros mestres de capela do seminario de Goa e os primeiros que no India, imitando os nove coros dos Anjos, serviram ao culto divino oficiando às missas a canto de órgão”.