El alzamiento de pendón en Plasencia por la reina Juana y el rey Carlos (1516)

Coronado Schwindt, Gisela
Universidad Nacional de Mar del Plata
0000-0001-8858-0406

Resumen

El 25 de julio de 1516 las autoridades concejiles de la ciudad de Plasencia rindieron homenaje a la reina Juana y al rey Carlos I alzando el pendón real, exhibiéndolo en la Plaza mayor, la Fortaleza y el Ayuntamiento.  

Palabras clave

alzamiento de pendón , alegrías , pregón , músicos , trompetas , Francisco Alvares (pregonero) , Licenciado Ortiz (corregidor) , Francisco Ramón (alcalde) , gentío


La Ciudad de Plasencia y su Tierra, fundada por iniciativa del rey Alfonso VIII en 1186, tuvo desde sus inicios dos funciones principales: ser un bastión fronterizo y sede episcopal. Durante el siglo XIV, la ciudad y su alfoz alternaron entre periodos de prosperidad y fragilidad política, principalmente por los fenómenos de señorización y usurpación de tierras que produjeron un aumento de la inestabilidad social entre sus habitantes. Un punto importante en la historia de la ciudad fue su entrega en 1422, por parte del rey Juan II, a Pedro de Zúñiga, conde de Plasencia. Bajo el régimen señorial, el poder local se vio hostigado por la constante intervención del conde en los asuntos de gobierno. La participación de la ciudad y su señor en la Guerra de Sucesión castellana y el desplazamiento de la nobleza local del poder, propició la sublevación de ésta contra Zúñiga. Como consecuencia de ello, en 1488 Fernando el Católico confirmó el estatuto de realengo, finalizando así más de cuatro décadas de dominio señorial.

Esta relación especial entre Plasencia y la Corona se reafirmó décadas posteriores en la proclamación y exaltación de la figura real. El 25 de julio de 1516, ante la proclamación del nuevo rey de España, el corregidor de la ciudad de Plasencia, Licenciado Ortiz y sus regidores, Francisco de Soria, Hernán Suares, Sancho de Figueroa, Alonso de Carvajal, Sancho de Medina, Hernando de Rejón, Francisco de Carvajal y Francisco de Rejón, dispusieron que se alzaran pendones en honor a la reina Juana y el rey Carlos I. El corregidor Ortiz, ubicado en el tablado, tomó el pendón de la ciudad y el pregonero Francisco Alvares

“con su maça en la mano, a altas bozes e en presençia de mucha gente se dio el pregón siguiente (…) Oyd, oyd, oyd (…) esta çiudad de Plazençia, como leales servidores de sus Altesas, alçan oy pendones por sus alteças. E fecho el dicho pregón luego los trompetas tañeron e çesaron [e] luego el dicho señor corregidor puesto en cuerpo, el pendón en mano, a bozes dixo: “Castilla, Castilla, Castilla por los muy poderosos señores (…) E Luego tocaron las trompetas”.

Esta acción sonora se realizó tres veces, provocando mucha alegría entre los presentes y declarando a altas voces “Lealtad, lealtad, lealtad. Castilla, Castilla, Castilla”. Luego de este acto, el corregidor, los regidores y caballeros de Plasencia se trasladaron a la fortaleza de la ciudad llevando consigo el pendón. Allí solicitaron la presencia del alcaide Francisco Ramón, quien se hizo presente a las puertas de la fortaleza, y allí se le notificó del alzamiento de pendones en honor a sus majestades. Ante este hecho, 

“el dicho alcaide tomó el pendón de la dicha çiudad con las armas reales de sus altezas e lo subió ençima del baluarte de la dicha puerta de la fortaleza (…) Luego tocaron las trompetas con mucho plazer e alegría”. Finalizada esta experiencia sonora, todos los participantes se dirigieron, junto con el pendón, hacia el reciento consistorial y allí lo colocaron en el techo “porque a los que no lo vieron fuese notorio”.

A lo largo de todo este evento sonoro, los sonidos de las altas voces y las trompetas, conformaron el paisaje sonoro de la ciudad de Plasencia. Este universo disonante fue compartido por toda la comunidad, la presente y la lejana, puesto que el sonido tiene la capacidad de traspasar los espacios físicos, creando así una dimensión sonora que alcanza hasta los oídos que se encuentran alejados de la escena. Este código sonoro compartido por toda la población integró el marco social y cultural de la sociedad placentina. Tanto los sonidos vocálicos como lo instrumentales y la escucha participaron de una forma particular de percibir la autoridad regia, mecanismos necesarios para lograr la cohesión social en torno a ella.

Recursos

Plasencia. Luis de Toro (siglo XVI)

Enlace externo

Plasencia. Plaza mayor

Plasencia. Ayuntamiento

Términos de búsqueda