Primeros testimonios de los órganos de la iglesia parroquial y del convento de San José de Pastrana (Guadalajara)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Primeros testimonios de los órganos de la iglesia parroquial y del convento de San José de Pastrana (Guadalajara).
Palabras clave
arreglo de órgano , órgano , realejo , cartografía introducción del órgano , Ana Mendoza de la Cerda (duquesa de Pastrana, princesa de Éboli) , Gerónimo Bautista de Vargas (organero) , Claudio Girón (organero)
El primer testimonio de un órgano en la iglesia parroquial de Pastrana (Guadalajara) se encuentra en un inventario sin fecha, c. 1503: “unos órganos”.
El inventario de 4 de abril de 1525 matiza esta información: “unos órganos de dos alas”. Es una de las escasísimas referencias que conozco a instrumentos españoles del siglo XVI descritos de esta forma.
Dos registros más del libro de Fábrica nº 43 de la colegiata de Pastrana nos proporcionan noticias sobre el primer instrumento que llegó al convento de San José a principios de la década de 1570. El primero se encuentra es un inventario de 1591:
“Ítem, otros órganos pequeños que están en las monjas prestados”. Al margen se indica que se les mando dar “por estar la señora princesa”.
El segundo procede de un inventario de 1593, en el que se detalla con mayor precisión este préstamo:
“Otro sí, por cuanto la iglesia parroquial tenía un órgano pequeño y después que fue collegial la señora princesa le mandó prestar y llevar al monasterio de monjas y ha estado e está allá muchos años y no se ha dado ninguna cosa por él, mandó quel cabildo desta iglesia colegial le cobre o si no es necesario reciba en dinero lo que valiere, haciéndolo estimar dentro de dos meses dando cuenta dello para que provea questa se haga y cumpla al señor príncipe duque”.
El convento de San José de Pastrana fue fundado por Santa Teresa de Jesús a instancias de los duques de Pastrana y príncipes de Éboli, Ruy Gómez de Silva y Ana Mendoza de la Cerda, el 9 de julio de 1569, bajo la advocación de la Virgen del Carmen. Tras el fallecimiento de su marido, el 29 de julio de 1573, la princesa de Éboli ingresa en el convento de carmelitas descalzas con el nombre de Ana de la Madre de Dios. Permanecerá hasta principios de 1574. Los problemas ocasionados por Ana Mendoza en el cenobio carmelitano motivaron que las religiosas abandonaran el convento para trasladarse al de Segovia en abril de 1574, a instancias de la propia Santa Teresa. El 9 de marzo de 1576, las casas de la primera fundación carmelita eran ocupadas por un grupo de monjas concepcionistas franciscanas que habían llegado a la villa gracias a las gestiones efectuadas por la princesa de Éboli, conociéndose desde entonces como convento de la Concepción. La actual denominación de convento de San José se debe al cambio efectuado en la advocación por la abadesa María Cruz de la Santísima Trinidad a finales del siglo XIX.
En la época en la que se dió el órgano al convento de San José, la colegiata contaba también con un órgano grande, ya que, c. 1578, se pagan “por el adobo del órgano” a Gerónimo Bautista de Vargas, “organista, vecino de Toledo”, 29.984 maravedís: “por libranza de su excelencia e otra certificación de la dicha princesa”. Para suplir la ausencia del órgano pequeño prestado a las monjas, la princesa compró para la colegiata otro realejo a Claudio Girón, “organista”, en 1589, por el que pagó 8.500 maravedís.
En un inventario de 23 de noviembre de 1600, ya se detallan con precisión estos dos instrumentos:
- “Unos órganos grandes con sus fuelles”.
- “Un realejo questá en el coro con su caja y cerradura”.