Festividad de la Asunción de María celebrada por el gremio de los escribanos en Granada (1693)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

Descripción de los actos litúrgicos y recreativos organizados por la cofradía de los escribanos de Granada para celebrar su principal festividad anual dedicada a la Asunción de la Virgen en 1693.

Palabras clave

fiesta de Nuestra Señora de la Asunción , misa , vísperas , elementos odoríferos , salva de artillería , tañido de campanas , dispositivos pirotécnicos , luminarias , arquitectura efímera , villancico , proyecto cofradías , cofradías gremiales , cofradías con advocación mariana , cofradía de los escribanos públicos de Granada , Diego de Zayas Castillo (notario público) , ministriles , clarinero , atambores / tambores , pájaros , capilla musical de la catedral , Martín de Ascargorta (arzobispo) , Esteban Bellido de Guevara (canónigo magistral) , Gregorio López de Guevara (maestro de capilla) , colegiales del colegio eclesiástico de San Cecilio


La cofradía de los escribanos de Granada fue una de las primeras en organizarse en la ciudad, estableciendo su sede en la catedral y celebrando sus actos litúrgicos en la capilla de la virgen de la Antigua que era su principal imagen de devoción. El 16 de agosto, día de San Roque, festejaban con especial solemnidad la Asunción de la Virgen. Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/937/granada/es.

Una descripción impresa de Felipe Santiago Zamorano, en verso, de la celebración de esta festividad en 1693 nos permite conocer algunos de sus aspectos sensoriales más destacados. Ese año era mayordomo de la cofradía Diego de Zayas Castillo, “escribano público del número perpetuo”, el cual debió ser el principal responsable de su organización.

El sábado, día 15, en la celebración de la misa, Zayas Castillo obsequió a la hermandad con “ramos y ricas pastillas con olores exquisitos”. Es relativamente frecuente el despliegue de estos elementos odoríferos para el adorno de los espacios en los que tenían lugar los actos litúrgicos más destacados de una cofradía, los cuales se mezclarían con los generados por el incienso y los propios de los asistentes a dichas celebraciones.

Por la mañana, desde la Alhambra, se dispararon salvas con los cañones que había en la fortaleza, sumándose al anuncio de la fiesta las campanas de la ciudad, los instrumentos que se tañían por las calles y los artefactos pirotécnicos:

“La Alhambra, con alboroço

disparó tronantes tiros,

pues por ser fiesta de plumas

sus cañones hacen ruido.

La cathedral, las parroquias,

y conventos, dando aviso

del júbilo, se hacen lenguas

con acentos repetidos.

Los sonoros instrumentos

alternaron y encendidos

cometas de fuego rasgan

la región del aire frío”.

Las vísperas se cantaron solemnemente y en ellas se destaca la iluminación de la capilla, otro elemento esencial en la escenografía de este tipo de celebraciones para el cual las cofradías gastaban cantidades nada despreciables que aligeraban sus arcas cuando llegaban estas fiestas.

“En la insigne cathedral

después se solemnizaron

vísperas que se cantaron

con pompa y grandeza igual.

Ardiendo en el trono real

la cera con lucimientos

y al son de los instrumentos

el choro músico grave

rindió a la Asunción del Ave

métricos, dulces acentos”.

Estuvieron presentes el cabildo y el arzobispo Martín de Ascargorta, los cuales debieron acomodarse en los escaños que formando dos coros se habrían situado enfrente de la capilla de la virgen de la Antigua.

En la plaza de Bibarrambla, se habían dispuesto para la noche unos elaborados dispositivos pirotécnicos los cuales tardaron dos horas en consumirse y a cuya prolija descripción dedica el autor un buen número de los versos de este impreso. Destacaba la cuerda con cohetes que desde la torre de la catedral llegaba hasta el balcón de la casa de los Miradores, desde donde el cabildo ciudadano asistía a todos los espectáculos que tenían lugar en este emblemático espacio urbano. En torno a la fuente del Leoncillo, situada en el centro de la plaza, se dispusieron las ruedas de fuegos y próximas a ellas una gran estructura efímera, rícamente decorada: “un bello edificio / con cuatro puertas en forma/ de templo, bien construido”. En su interior había un altar con una imagen de la virgen de la Antigua y a su lado, “dando leyes”, las figuras de los reyes Isabel y Fernando, iluminado todo con un sinfín de velas. Las luminarias se colocaron también en otros lugares emblemáticos de la ciudad citándose expresamente las ubicadas en el Sacromonte y en la Alhambra. En palabras del cronista, este espectáculo “ofuscó vista y oídos”.

En la plaza, la cual estaba abarrotada, se celebraron también juegos taurinos:

“Al son de dulces clarines,

según el célebre estilo

de fiestas reales, entraron

cuatro toros en el circo”.

Los instrumentistas estaban situados en la torre de la catedral y en los balcones de la citada casa de los Miradores, a los que se sumaban dos pífanos y dos tambores:

“En el mirador y torre,

ministriles de distintos

choros tocan instrumentos,

por ser de choro su oficio.

Dos pífanos, dos tambores

del labio y baqueta heridos,

lo armonioso ofrecen doble

en el obsequio sencillo”.

Terminados los fuegos y revelado el altar citado, se abrió una jaula de la que salieron numerosos pájaros, con lo que se dio fin al espectáculo nocturno.

El poeta describe también el altar de la virgen de la Antigua en la catedral, especialmente decorado e iluminado para la ocasión. El domingo, día 16, uno de los prebendados de la catedral fue el encargado de oficiar la misa en él, con la asistencia del arzobispo, el cabildo, el real colegio de San Cecilio y los miembros de la hermandad. El cronista enfatiza los impactos sensoriales oloroso y auditivo que combinados precedieron al inicio de esta ceremonia:

“Quemando incienso y aromas,

nardos y olores distintos,

al son de los instrumentos

se empezó el fiel sacrificio”.

El canónigo magistral Esteban Bellido de Guevara fue el encargado de pronunciar el sermón.

Especialmente interesante en esta crónica es el testimonio que su autor nos proporciona sobre la interpretación de los villancicos en las misas que la cofradía celebraba anualmente y los expresamente compuestos para su principal festividad de la Asunción:

“Cantando en todas las misas

del año a tres villancicos,

y en la fiesta principal

tres nuevos, por raro estilo.

Escritos en Compostela,

porque agudo ingenio quiso

darnos con música nueva

un Santiago en sus escritos.

…..”

El cronista parece referirse en estos versos al autor del texto de los villancicos escritos para la celebración de la fiesta de 1693, los cuales, probablemente, fueron puestos en música por Gregorio López de Guevara, maestro de capilla de la catedral en ese momento.

Fuente:

Compendio metrico de la ... fiesta que le consagrò à la Virgen Ssma. de la Antigua en ... su Assuncion soberana su ... Hermandad de Escrivanos del Numero de ... Granada, domingo 16 de agosto de este año de 1693. Siendo su ... Mayordomo D. Diego de Zayas Castillo, escrivano publico del numero pèrpetuo de dicha ciudad, dedicado a la virgen santissima de la Antigua por D. Felipe Santiago Zamorano. Granada: Imprenta de la Santísima Trinidad, 1693.

Bibliografía:

Creado: 31 Oct 2020
Modificado: 31 Dic 2022
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Festividad de la Asunción de María celebrada por el gremio de los escribanos en Granada (1693)", Paisajes sonoros históricos, 2020. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1214/granada.
Recursos

Altorrelieves marianos. Capilla de la virgen de la Antigua. Catedral de Granada. Pedro Duque Cornejo (1718)

Enlace externo

Felipe Santiago Zamorano. Compendio métrico... fiesta que se consagró a la Virgen Santísima de la Antigua... . Granada: Imprenta de la Santísima Trinidad, 1693

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"Kyrie". Missa Beata Dei genitrix. Alonso Lobo