Instrumentos y utillaje del taller del violero José Sánchez de Nieva (1747)

El 14 de agosto de 1747, José Sánchez de Nieva, residente en Madrid, “de estado viudo, constructor de instrumentos musicales y natural de Valverde de la Vera, obispado de Plasencia, hijo de Jose Sánchez de Nieva y doña Agueda Peinado”, declaraba ante el escribano madrileño Matías Culebras y Acero su intención de contraer matrimonio con doña Teresa María Pajarón, “natural del lugar de Canales, reino de Valencia, hija de Miguel Pajarón, ya difunto, y de Juana Bautista Molina”, ambos asimismo naturales de la citada población levantina.

En este protocolo notarial se recoge la extensa relación de los bienes aportados por José Sánchez de Nieva como dote para su segundo matrimonio. Entre ellos encontramos un importante número de instrumentos teclado, unos acabados y otros en proceso de construcción, que nos hablan de una clara especialización gremial, así como las herramientas de su taller, todo ello tasado, lo que hace especialmente valiosa la información proporcionada por este documento, transcrito por José Luis Barrio Moya en la referencia bibliográfica citada.

Todos los bienes de José Sánchez de Nieva fueron tasados “por personas peritas”, aunque sus nombres no se citan en el referido documento, probablemente veedores o integrantes del gremio de violeros madrileño.

- “un clavicordio de octava tendida, pintado. 360 reales

- otro clavicordio de octava corta con caja, 300 rs.

- otro clavicordio de octava tumbada, 300 rs.

- otro clavicordio de octava tumbada, nuevo, 400 rs.

- otro clavicordio de octava tumbada y caja, 300 rs.

- otro clavicordio de octava tendida nuevo, 400 rs.

- otro clavicordio de octava tendida por rematar, 300 rs.

- otro clavicordio de dos teclados por rematar, 360 rs.

- una espineta de dos ordenes y octava tendida, 200 rs.

- otra espineta de dos ordenes de octava tendida, 200 rs.

- una espineta de una orden y octava corta, 100 rs.

- otra espineta de una orden y octava corta, 100 rs.

- otra espineta de una orden y octava tendida, 100 rs.

- un monocordio antiguo y octava corta, 90 rs. 12.

- otro monocordio de lo propio, 90 rs.

- otro monocordio de lo propio, 60 rs.

- otro monocordio de lo propio, 60 rs.-

otro monocordio de lo propio , 50 rs.

- otro monocordio de lo propio, 60 rs.

- otro monocordio de lo propio, 40 rs.

- otro monocordio cajón, 45 rs.

- otro monocordio cajón, 45 rs.

- otro monocordio cajón, 45 rs.

- un salterio con su caja, 60 rs.

– un monocordio nuevo, 150 rs.

- otro monocordio nuevo por rematar, 90 rs.

- cinco cajas de monocordios nuevas, 150 rs.

Vemos como a mediados del siglo XVIII persistía el uso de la terminología castellana con la que desde el siglo XV se designaba a los distintos instrumentos de teclado: 

* “Clavicordio”, instrumento de cuerdas pinzadas al que se denominaba también clave o clavicímbano. En este listado podemos apreciar la coexistencia de instrumentos de uno y dos teclados e incluso la presencia de un clave con octava corta que, en esta fecha, debía ser ya una rareza, predominando, como hemos visto, los instrumentos de octava tendida o completa.

Nota: La octava corta era la más grave del teclado. La más frecuente no tiene las accidentales do#, mib, fa# y sol#. Su disposición aparente es mi, fa, fa#, sol, sol#, la, sib, si, do, pero se corresponden en realidad con la secuencia do, fa, re, sol, mi, la, sib, si, do.

* “Espineta”, instrumento de cuerdas pinzadas y caja poligonal más pequeña que el clave, con uno o con dos órdenes de cuerdas, hecho este que duplicaba su precio, e igualmente, en los primeros, todavía con la persistencia de la octava corta.

* “Monacordio”, instrumento de cuerdas golpeadas por una tangente (en la nomenclatura actual: clavicordio). El que se cita como “antiguo” también tenía una octava corta.

Las herramientas del taller de José Sánchez de Nieva que se tasaron fueron las siguientes:

- un banco de pino, 20 reales.

- otro banco de nogal, 30 rs.

- un barilete [= barrilete], 15 rs.

- una garlopa herrada, 30 rs.

- otra garlopa de labrar, 15 rs.

- una juntera, 10 rs.

- una azuela, 10 rs.

- una prensa, 10 rs.

- un cepillo largo y otro corto, 10 rs.

- tres cajas de cepillos nuevos, 12 rs.

- un jillaume [= guillame], 8 rs.

- dos ganchos, 3 rs.

- dos cepillos de vuelta, 8 rs.

- dos talones y medias cañas, 12 rs.

- una moldura extranjera, 5 rs.

- un bocel y media caña, 8 rs.

- cuarenta y tantas herramientas distintas, 80 rs.

- una sierra bracera, 15 rs.

- una sierra de mano, grande, 10 rs.

- otra sierra mediana, 8 rs.

- otra sierra de rodear , 6 rs.

- otra sierra de mano, 5 rs.

- tres muelles de sierra, 20 rs.-

- tres martillos de piña y otro de orejas, 25 rs.

- una bigornia, 15 rs.-

- dos pares de alicantes y unas tenazas, 12 rs.

- dos cuchillos, uno de punta y otro gordo, 5 rs.

- ocho limas planas y medias cañas, 20 rs.

- cinco formones de punta y cuadrados, 10 rs.

- dos barrenas, un cortafrío y un dotador, 6 rs.

- una escofina y dos piedras de amolar, 8 rs.

- todas las maderas de nogal, haya, pino y palo santo, 300 rs.”

Entre los bienes de madera que incluía en su dote encontramos también “un violón bien tratado con su arco”, el cual fue tasado en 60 reales.

A tenor del número de instrumentos y de los utensilios tasados estamos ante lo que parece sería un taller con un notable volumen de trabajo. No conocemos su ubicación exacta por lo que lo he cartografiado en la localización “ubicación desconocida”, la cual he situado en la céntrica Puerta del Sol. En la calles aledañas a este emblemático lugar tenían abiertos sus talleres algunos de los integrantes del nutrido gremio de violeros de Madrid en el siglo XVIII.