Capilla de música del convento de la Concepción de Mérida (Badajoz)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Desde su andadura en 1592, los fundadores del convento de la Concepción de Mérida (Badajoz) demostraron su preocupación y empeño en que las monjas que profesaran en este cenobio franciscano tuvieran un notable nivel educativo, valorando especialmente su instrucción musical en canto llano, canto de órgano y en el manejo de instrumentos como la flauta, la corneta el bajón o el arpa.
Palabras clave
misa , vísperas , responso , letanía , proyecto mujeres y redes musicales , monjas , tañedor de flauta , tañedor de corneta , bajonista , arpista , capilla de música
El convento de la Concepción de Mérida (Badajoz) fue fundado en 1592 por Lope Sánchez de Triana y Catalina Medina, miembros de la oligarquía local, modificándose esta fundación el 19 de julio de 1602 con la intención de aumentar las rentas de las capellanías dotadas y revisar algunas de las cláusulas de su gobierno.
Los fundadores establecen en la carta fundacional una serie de obligaciones cultuales:
* Un novenario en honor a la Virgen dos veces al año, así como dos misas solemnes en las festividades de San Francisco y San Antonio de Padua.
* Misas ordinarias, para las que legan 100 ducados anuales, en razón de seis reales de limosna cada misa, la cuales estarían a cargo de los capellanes.
* Misa mayor cantada diaria. Siendo las de las fiestas conmemorativas de la ciudad de Mérida concelebradas por los capellanes y ministros del ordinario.
* Además, las monjas estarían obligadas a cantar un responso todos los viernes del año y al rezo, cada sábado, de la letanía del Nombre de Jesús y del Santísimo Sacramento, así como un rosario en Pascua de Navidad, Resurrección y Pentecostés, en sufragio de los fundadores y de los patronos.
* Instituyen ocho capellanías, con una dotación cada una de ellas de 100 ducados anuales. Siete aplicadas a seis capellanes y un sacristán y la octava para los gastos de la fábrica de la iglesia y capilla.
En la revisión fundacional elevaron a 550 ducados la dote de las monjas para ingresar en el convento y contribuir así a su mantenimiento. Es especialmente interesante la reglamentación establecida con respecto a la formación intelectual de las futuras monjas de la congregación, en la que se precisa:
“Queremos y es nuestra voluntad que las capellanas que se hubieren de nombrar y admitir en el dicho monasterio sean hábiles y suficientes para ser monjas y no simples mentecatas… que sepan leer, contar, escribir y cantar canto llano y algo de canto de órgano, corneta, flauta, baxón o arpa, y si alguna de nuestras monjas fuese diestra en canto de órgano y supiese tocar algún instrumento músico… sea admitida como capellana nuestra y preferida a las deudas más cercanas para que así Nuestro Señor sea mejor servido en el coro”.
Como vemos, primaría la formación musical de las postulantas sobre su linaje a la hora de su ingreso en este cenobio franciscano. Cabe destacar la cita a la flauta y a la corneta, ya que son instrumentos sobre los cuales la documentación en instituciones conventuales femeninas es muy escasa. Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/1276/valladolid/es.