Música en la casa de Pedro de Zúñiga y Sotomayor (1570)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

El inventario de los bienes de Pedro de Zúñiga y Sotomayor (1570) nos permite acercarnos a la acomodada posición de este noble hispalense, uno de los hijos menores de Teresa de Zúñiga y Guzmán, III duquesa de Béjar, y de Francisco de Sotomayor, IV conde de Belalcázar. En su biblioteca, ocupaban un lugar destacado los libros de música, que constituyen el 15% de total de los volúmenes inventariados, y entre ellos las ediciones en cifra de vihuela, en concordancia con los instrumentos que poseía, todo lo cual apunta a su esmerada educación musical.

Palabras clave

educación musical , música doméstica , inventario de instrumentos musicales , inventario de libros de música , Francisco Guerrero. Canticum Beatae Mariae quod magnificat nuncupatur [G 4867] , misa (género musical) , Diego Pisador. El libro de música de vihuela [1552-35] , Miguel de Fuenllana. Orphenica lyra [1554-22] , Enríquez de Valderrábano. Silva de sirenas [1547-2] , Luis de Milán. El Maestro [1536, M 2724] , Alonso de Mudarra. Tres libros de música [1546-3] , Luis de Narváez. Los seis libros del Delfín [1538-2] , Francisco Guerrero. Sacrae cantiones quae vulgo moteta nuncupatur [G 4866] , obras en cifra , motete , magnificat , cartografiando Francisco Guerrero , proyecto mujeres y redes musicales , vihuela , templador de arpa , pauta para rayar (rastrum) , papel pautado , Teresa de Zúñiga (III duquesa de Béjar) , Francisco de Sotomayor (IV conde de Belalcázar) , Pedro de Zúñiga y Sotomayor , María de Recalde , Francisco Guerrero (compositor, maestro de capilla) , Cristóbal de Morales (compositor, maestro de capilla, cantor) , Diego Pisador (compositor, vihuelista) , Miguel de Fuenllana (compositor, vihuelista) , Enríquez de Valderrábano (compoitor, vihuelista) , Luis de Milán (compositor, vihuelista) , Alonso de Mudarra (compositor, canónigo) , Luis de Narváez (compositor, vihuelista) , Mateo de Arratia (violero)


Pedro de Zúñiga fue uno de los hijos menores de Teresa de Zúñiga y Guzmán, III duquesa de Béjar, y de Francisco de Sotomayor, IV conde de Belalcázar, quedando relegado y eclipsado en la historia por los éxitos conseguidos por sus tres hermanos mayores. Doña Teresa había dispuesto para él la fundación de un mayorazgo que tenía sus bases en la villa y las rentas de Mures, la dehesa de Gatos y el heredamiento de Chillas, en el Aljarafe sevillano, lo que le garantizaba una solvente situación económica. Prueba de ello es el inventario realizado de sus bienes en 1570, los cuales fueron valorados en 17.244 ducados (6.466.500 maravedís). Este inventario fue motivado por el matrimonio concertado con María de Recalde, hija de un destacado y rico hombre de negocios sevillano, Lope Ibáñez de Recalde y de Leonor de Saavedra, en 1570. Las capitulaciones obligaban a la pareja a “vivir en las casas de Recalde”, que estaban en la cal de Castro, en la collación de Santa María, y a Pedro de Zúñiga a poner “en el escudo de sus armas las de los Recalde”, anteponiéndolas a las suyas propias, en un clásico matrimonio en el que él aportada su linaje y ella las elevadas rentas que le concedían el mayorazgo heredado de su familia, el cual había sido fundado por su abuelo, Juan López de Recalde, contador mayor de la Casa de Contratación, en 1528, que era el que había impuesto las cláusulas citadas y cuyos bienes patrimoniales se encontraban fundamentalmente en la ciudad de Lebrija (Sevilla).

Se desconocen las razones por las que María de Recalde solicitó el embargo de los bienes de su marido, en septiembre de 1570, para cubrir una deuda que ascendía a 6.459.310 maravedís, probablemente derivada de las condiciones económicas que se habían impuesto en el contrato matrimonial. En cualquier caso, el 19 de octubre, Pedro de Zúñiga ya había fallecido y con ello el problema se había solucionado.

El inventario de bienes de Pedro de Zúñiga nos acerca al suntuoso estilo de vida de un noble hispalense en la segunda mitad del siglo XVI. Su residencia familiar, hasta su matrimonio con María Recalde, debieron ser las casas principales que la familia Zúñiga tenía en la collación de Santa María la Blanca, en lo que luego fue el Palacio del Almirante y actualmente es sede de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Sus estancias en esta residencia estaban adornadas con ricos tapices flamencos de temática religiosa y profana, así como con pinturas, esculturas y un mobiliario acorde a su posición social.

Nos centraremos aquí en su librería, de algo más de un centenar de volúmenes, la cual evidencia su dominio del latín y del italiano, y más concretamente en los libros de música que se encontraban en ella que junto a los instrumentos musicales ponen de manifiesto el importante papel que la música desempeñaba en la instrucción de los jóvenes miembros de la nobleza titulada y de este en particular. Es probable que algunos de estos ítems musicales fueran heredados, mientras que otros claramente debieron ser adquiridos por su propietario, el cual había nacido en la década de 1540.

Libros de música:

* [N.º 2] “Ítem, un libro de pliego grande de marca mayor que es las magnificas de Guerra [sic] en música, encuadernado en papelón cubierto de becerro negro con las armas de Zúñiga esculpidas de oro, destampa”.

Se trata de un ejemplar del Canticum Beatae Mariae quod magnificat nuncupator (Lovaina, 1563), lujosamente encuadernado con el escudo familiar.

* [ N.º 4] “Ítem, otro libro ques las misas de Morales en música, encuadernado en pergamino”.

* [N.º 8] “Ítem, otro libro de pliego de marca mayor de música de las misas de Morales encuadernado en papelón grande”.

Probablemente se trate de las ediciones del Missarum liber primus y del Missarum liber secundus, sin que se pueda precisar cuál de ellas.

* [N.º 22] “Ítem, otro libro de pliego de papel de música de la Música de Vihuela de Diego Pisador”.

Ejemplar de la edición El libro de música de vihuela (Salamanca, 1552) de Diego Pisador.

* [N.º 24] “Ítem, otro libro de la Música de Vihuela de Fuenllana”.

Ejemplar de la edición Orphenica lyra (Sevilla, 1554) de Miguel de Fuenllana.

* [N.º 46] “Ítem, un libro. Otro libro de pliego ques la Música de Enrique”.

Ejemplar de la edición Silva de sirenas (Valladolid, 1547) de Enríquez de Valderrábano.

* [Nº 61] “Ítem, otro libro de Música de Enrique de la vihuela”.

Ejemplar de la edición Silva de sirenas (Valladolid, 1547) de Enríquez de Valderrábano.

* [N.º 62] “Ítem, otro libro de Música entitulado El Maestro”.

Ejemplar de la edición El Maestro (Valencia, 1536) de Luis de Milán

* [N.º 84] “Ítem, cuatro libros de música de iglesia que no tienen autor”.

Probablemente se trata de una edición de obras en latín, en libretes, imposible de identificar.

* [N.º 87] “Ítem, cuatro libretes de música en francés”.

Probablemente se trata de una edición impresa de chansons, en libretes, imposible de identificar.

* [N.º 88] “Ítem, un libro de Música de Vihuela de Mudarra”.

Ejemplar de la edición Tres libros de música (Sevilla, 1546) de Alonso Mudarra.

* [N.º 89] “Ítem, otro libro de Música de Vihuela intitulado El Delfín”.

Ejemplar de la edición Los seis libros del Delfín (Valladolid, 1537) de Luis de Narváez.

* [N.º 90] “Ítem, cinco libros de música de Guerrero, encuadernados con unas trencillas pardas”.

Probablemente se trate de un ejemplar de las Sacrae cantiones quae vulgo moteta nuncupatur (Sevilla, 1555).

* [N.º 97] “Ítem, otro libro de cifra de vihuela”.

Imposible de precisar, podría tratarse de un libro con obras manuscritas.

* [N.º 103] “Ítem, otro libro del Delfín de música de cifras, encuadernado”.

Ejemplar de la edición Los seis libros del Delfín (Valladolid, 1537) de Luis de Narváez.

* [N.º 108] “Ítem, cuatro libros de música de iglesia encuadernados en papelón”.

Probablemente se trata de una edición de obras en latín, en libretes, imposible de identificar.

* [N.º 109] “Ítem, un libro, digo tres, librillos de música”.

Imposible de identificar, podrían haber sido originalmente tres o bien fueron cuatro y se había perdido uno en la fecha de realización del inventario.

Contemplada su biblioteca como un todo, lo más reseñable es que los libros de música de Pedro de Zúñiga constituyen un 15% de total de los ítems registrados, lo que es un porcentaje elevadísimo, si lo comparamos con otros inventarios de bibliotecas nobiliarias.

Podemos dividir los libros de música en dos grandes grupos. El primero está constituido por ediciones de música religiosa en formato de libro de coro y en libretes sin que se pueda determinar si pudieron servir para el estudio o para la ejecución práctica a cargo de músicos al servicio de los duques de Béjar.

El segundo grupo, el más destacado y numeroso, lo forman las ediciones impresas de música en cifra de vihuela. Como hemos visto, Pedro de Zúñiga tenía en su biblioteca las seis ediciones que se habían impreso en España hasta ese momento, alguna de ellas repetidas. No cabe duda de que debía tañer este instrumento de forma notable, lo que está en consonancia con los instrumentos que poseía, a los cuales me referiré más adelante.

De rareza podemos calificar la edición de chansons en libretes, cuyo uso, si lo tuvo, solo puede quedar a la especulación: estudio, ejecución instrumental, coleccionismo, etc.

Instrumentos:

Sin haber consultado el documento original, recojo aquí los datos aportados por Manuel F. Fernández Chaves y Natalia Maillard Álvarez en el artículo citado en la bibliografía:

* “Un discantillo de cinco órdenes lavado [sic], de ébano el suelo”.

* Varias vihuelas, una de ellas “con su cofre [sic] de siete órdenes”, en una de cuyas “costillas” de ébano había “un título que dice Mateo de Arratia”, el famoso violero vallisoletano afincado en Toledo a mediados del siglo XVI.

El inventario incluye otros ítems de interés para este artículo:

* En un escritorio de Flandes se encontraba “un templador de arpa y un pautador para música”. La presencia de un templador de arpa parece no dejar duda de que, en algún momento, en la casa debió haber un arpa, instrumento igualmente frecuente en estos ambientes domésticos. El término “pautador” suele usarse para el que hace las pautas o escribe la música. En este caso está claro que se refiere a una “pauta” o “pauta para rayar” (rastrum), un instrumento de metal con cinco dientes en distancias iguales y su mango que servía para pautar el papel.

* “Veinte y siete cuadernos de papel blanco pautado de pliego de marca mayor” y “unos pliegos de papel en blanco reglados de colorado”. El pautador y el papel pautado parecen no dejar dudas a que el propio Pedro de Zúñiga o algún músico a su servicio pudiera escribir composiciones propias o ajenas y deja abierta también la posibilidad a que alguno de los libros de música recogidos en el inventario pudiera ser manuscrito.

Fuente:

Bibliografía:

Franco Silva, Alfonso, “Las inversiones en Lebrija de Juan López de Recalde, contador mayor de la Casa de Contratación”, Cuadernos de Historia de España v. 79, 1 (2005), 115-165.

Fernández Chaves, Manuel F., Maillard Álvarez, Natalia, “Música, libros y torneos: D. Pedro de Zúñiga y el patrimonio cultural de un segundón de la nobleza castellana del Renacimiento”, en Testigo del tiempo, memoria del universo. Cultura escrita y sociedad en el mundo ibérico (siglos XV-XVIII). Ediciones Rubeo, 2009, 59-98.

Creado: 26 Ago 2022
Modificado: 03 Oct 2022
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Música en la casa de Pedro de Zúñiga y Sotomayor (1570)", Paisajes sonoros históricos, 2022. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1470/sevilla.
Recursos

El Maestro. Luis de Milán

Enlace externo

Los seis libros del Delfín. Luis de Narváez

Enlace externo

Canticum Beatae Mariae quod magnificat nuncupator. (Lovaina: Pierre Phalèse, 1563) [G 4867]. Francisco Guerrero

Enlace externo

Cuatro diferencias sobre la pavana. Enríquez de Valderrábano

Términos de búsqueda