Un procesionario post-incunable para el convento de la Madre de Dios de Baena

El convento de dominicas de la Madre de Dios de Baena (Córdoba) fue fundado en 1510 por Diego Fernández de Córdoba, III conde de Cabra y V señor de Baena. Se inauguró el 7 de noviembre de 1511 con seis hermanas que venían del convento de los Ángeles en Jaén, entre las que se encontraba Juana de la Cerda, hija del fundador, la cual sería su primera priora. Otras tres hijas del III conde de Cabra ingresarían en el convento en años sucesivos: Brianda, Ana y María, aportando esta última como dote los bienes heredados de su padre.

Procedente de la donación de Plácido Arango, con signatura PA-4, en la Biblioteca de la Real Academia de San Fernando se conserva un libro pasionario impreso procedente de esta institución. Se trata del post-incunable Incipit liber processionum secundum ordinem fratrum predicatorum (Sevilla: Jacobo Cromberger, 1519). Era el segundo de los procesionarios de la Orden de los Predicadores que se había impreso en Sevilla, ya que, con el mismo título, en 1494, había salido la primera edición de las prensas de Meynardo Ungut y Estanislao Polono, primer impreso español publicado íntegramente con tipografía musical, del cual hay también un ejemplar en el citado legado de Arango. Con esta donación llegó un tercer procesionario dominico, el Processionarium secundum morem almi ordinis Praedicatorum (Salamanca: Matías Gast, 1563), lo cual abre la incógnita de si procedían los tres ejemplares del mismo convento.

El ejemplar de Cromberger (1519) presenta una elaborada portada con un grabado que preside la figura de Santo Domingo entronizado, flanqueado a la izquierda por San Pedro y a la derecha por San Pablo, y acompañado de los santos dominicos Vincent Ferrer, Tomás de Aquino, Pedro Mártir y Catalina de Siena. En el vuelto hay otro grabado de la Crucifixión, con la Virgen María, Santa María Magdalena y San Juan.

El ejemplar de la Biblioteca de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando presenta una serie de anotaciones que permiten conocer quiénes fueron sus primeras propietarias: las monjas dominicas del convento de la Madre de Dios de Baena.

- En la guarda delantera: “De la cantoría de Madre de Dios de Vaena aderezado año de 1730”. La encuadernación actual podría corresponder a esta reparación.

- En la primera hoja de cortesía lleva la inscripción: “cantora”.

- En la parte inferior del colofón (fol. cxxvi^v): “Doña Antonia Gutiérres”.

- En la parte inferior del final de la Tabula (fol. cxxvii^v): “Sor Antonia | Siendo Antonica Ebanjelista nobicia enpeçó aprender el canto llano”.

El ejemplar se encuentra completo y en buen estado. Presenta numerosos signos de reparación, guillotinado y también de uso.

Otro de los ejemplares de la edición de este procesionario se encuentra en el convento dominico de Santa María de las Dueñas de Salamanca. Ambos ejemplifican una de las tipologías librarias usadas por las monjas cantoras en el ejercicio de las facetas interpretativa y docente en el seno de su comunidad.

Las ediciones citadas del procesionario de la Orden de los Predicadores están todavía pendientes de un estudio en profundidad de sus vertientes litúrgica, ceremonial y musical.