Villancicos compuestos para profesión de monjas en el convento de Jesús María de Barcelona (1750)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Villancicos compuestos para profesión de monjas en el convento de Jesús María de Barcelona (1750).
Palabras clave
profesión o toma de velo , villancico , cartografiando villancicos para profesión de monjas , proyecto mujeres y redes musicales , Josefa de Moxo y Ninot (= María Josefa del Santísimo Sacramento, mínima) , capilla musical de Nuestra Señora del Palau , Bernat Tria (compositor, maestro de capilla) , Orden de las Mínimas
En 1623, un grupo de tres religiosas mínimas procedente del convento de Santa Eufemia de Antequera llegaron a Barcelona para fundar un nuevo cenobio en esta ciudad. Tras su paso, en primera acogida, por el convento cisterciense de Valldonzella y por un establecimiento en la calle Tallers, en 1653 se trasladaron al antiguo convento de Nuestra Señora de la Victoria, en la calle del Carmen. En este lugar, con la dedicación de su convento a Jesús y María, permanecieron hasta su exclaustración en 1835 y, posteriormente, entre 1846 y 1908.
En la Biblioteca Nacional, se ha conservado un pliego con un texto parateatral, dividido en tres partes, para ser cantado en la toma de velo de María Josefa del Santísimo Sacramento, en el siglo Josefa de Moxo y Ninot, en el convento de mínimas barcelonés:
Las finezas de Sunamitis. Epithalamio allegorico-sacro que se cantó en la solemne profesión y velo de sor María Josepha del Santísimo Sacramento… Barcelona: En la oficia de José Altés, [1750].
Los cuatro “personajes” que cantan son: Salomón, Sunamitis, hija de Sión y el coro. Su estructura tripartita coincide con los tres villancicos que habitualmente se cantaban en este tipo de ceremonias y está construido con secciones similares a las que estos tienen en ese momento: solos, dúos, recitados, arias, coplas… La inspiración en los personajes del Cantar de los Cantares, Salomón y la Sulamita, y el calificativo de epitalamio alegórico sacro, en referencia a los cantos de boda que desde el mundo clásico se ha ido reinventando hasta nuestros días, encaja perfectamente con la significación del acto de profesión de una monja.
La Real Capilla de Nuestra Señora del Palau, a cuyo frente se encontraba Bernat Tria, que debió ser el compositor de la música, fue la encargada de la interpretación de esta obra el 24 de septiembre de 1750, así como del resto de piezas con las que probablemente se solemnizó la toma de velo de María Josefa del Santísimo Sacramento.
