Villancicos de profesión en el Convento de la Santísima Trinidad de Puebla: nuevos hallazgos
Pérez Ruiz,
Bárbara
Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical “Carlos Chávez” (CENIDIM) / Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), México
0000-0002-1373-8202
Resumen
Este artículo complementa el de los “Villancicos compuestos para la ceremonia de profesión de monjas en el convento de la Santísima Trinidad de Puebla”, escrito por Juan Ruiz Jiménez.
Palabras clave
profesión o toma de velo , villancico , tonadilla , chanzoneta (ver también villancico) , cartografiando villancicos para profesión de monjas , Orden de las franciscanas , Gregoria de la Ascensión (monja, franciscana) , capilla de música
Además de la chansoneta Cuérdamente te acoges, del compositor Juan de Baeza Saavedra, compuesta para la profesión de “Teresica la chiquita”, se han identificado otros dos villancicos en la Colección Sánchez Garza, dedicados a esta ceremonia conventual: Si el dulce metro de mis ansias y Albricias, zagalas, ambos anónimos. En el caso del primero, aunque no tiene ninguna indicación expresa de ser para profesión de monja, el texto poético es claramente alusivo a la unión esponsal entre la religiosa y Jesús. En su portada se lee: “Tonada Sola a lo Divino/ Para La Muy Reuerenda/ Madre, Clara gregoria/ de La Assension &.” Por la dedicatoria, se deduce que el autor de la música debió ser alguien vinculado con el convento, tal vez algún músico activo en la Catedral de Puebla en el tránsito del siglo XVII al XVIII, por el estilo de la composición. En esta tonada para tiple y acompañamiento, el estribillo representa la voz de la profesa (en primera persona), que a través de su canto busca la deseada unión con Jesús: “Si el dulce metro de mis ansias trina/ por remontarse en alas del deseo,/ no se fatigue por subir, pues logro/ que a mis manos se venga todo un cielo. Ay, dulce dueño, ay, amor,/ que en ti el alma busca su centro.” Estos dos últimos versos se repiten, a manera de refrán, al final de cada copla. Primera copla: “Hoy por buscar al esposo/ se oculta en el casto velo/ la que amante solicita/ en sus finezas el centro./ Ay, dulce dueño...
El otro villancico, también anónimo, es Albricias, zagalas, para la profesión de una monja llamada Paula. Según la indicación en el epígrafe de cada parte, es a 11 voces, de las cuales solo se conservan un tiple, un tenor (con la indicación “violón”) y un bajo. En la única copla, que figura en la parte de tiple, se menciona el nombre de la profesa:
“Esposo de Paula es ya/ Jesús en el sacramento/ durará el pan de la boda/ si mete al novio en el pecho”.
Otros dos manuscritos de la Colección Sánchez Garza parecen estar relacionados con esta ceremonia. Se trata de dos papeles que conservan coplas, sin música, con temáticas claramente asociadas a la profesión. La primera de estas letras se basa en la antífona que el sacerdote, junto con los ministros, cantaban en la reja del coro, concluida la misa del día: Prudentes Virgines aptate vestras lampades ecce sponsus venit exite obviam ei (Mt 25,1-13).
Las vírgenes prudentes/ con lámparas ardientes/ reviven reverentes/ al esposo mejor./ Pues eres amorosa/ electa para esposa,/ de su luz, mariposa./ Triunfe la dicha y muera el traidor.
Otro texto, sin música, posiblemente escrito por alguna de las monjas del Convento de la Santísima Trinidad para alguna toma de hábito, alude a los colores como entidades simbólicas presentes en la indumentaria de la orden concepcionista:
”De todos los colores más gusta ahora/ del color de vergüenza que tiene para su gloria./ El vestido que estrena es de María/ con que ostenta la gracia que tuvo al concebirla./ De lo azul y lo blanco, cual limpio cielo,/ de purezas celeste la adorna un claro velo”.
Véase también: https://www.historicalsoundscapes.com/en/evento/1101/puebla.